Cinco imputados por el linchamiento de un albañil el miércoles en un cementerio cruceño, al que acusaron erróneamente de profanar una tumba, fueron enviados con detención preventiva a Palmasola.
El juez de la Casa Judicial de Villa Primero de Mayo, Moisés Cayle, ordenó el traslado a esa cárcel de los hermanos Wilber T. B., Miguel Ángel T. B., Mario T. B., de su padre Pedro T. y de José M., vecino de los señalados.
El miércoles, los cinco maniataron y golpearon al albañil Jesús Moreno, de 54 años, y a su colega Justo Medina, de 38, quienes efectuaban reparaciones en tumbas del cementerio El Terrado para Todos Santos.
El primero falleció debido a la paliza y el segundo recibe atención médica en el Hospital Japonés. Según testimonios de los detenidos, tras enterarse de la profanación de la tumba de su madre, Liberlia Becerra Soliz, cuyo cadáver desapareció, acudieron a constatar el hecho y encontraron a los dos obreros, a los que creyeron culpables.
El Ministerio Público imputó a los cinco por el delito de asesinato con saña y alevosía. El jueves, el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresó su preocupación por la cantidad de linchamientos que se producen en Bolivia.
El organismo recomendó al Estado tomar medidas urgentes para garantizar que todos los ajusticiamientos sean investigados y los responsables juzgados. Según publicó La Razón el 24 de octubre, entre abril y agosto, 35 personas fueron ajusticiadas en Bolivia. Seis perdieron la vida y 28 quedaron heridas debido a los golpes recibidos o con graves quemaduras.
En la mayoría de los casos, las víctimas fueron acusadas de cometer robo y asesinato, dijo el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana (ONSC), entidad gubernamental que proporcionó estos datos.