DGAC ve que avión siniestrado ‘no ha fallado´ y que piloto no siguió instrucciones ni procedimientos
El director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Luis Coimbra, apunta a fallas humanas e informó que las cajas negras o de registro de la aeronave de Aerocon serán enviadas a Brasil para su estudio. El siniestro del domingo en Riberalta dejó ocho muertos y diez heridos
El piloto del avión que se estrelló en la pista de Riberalta, Beni, no siguió las instrucciones de la Torre de Control ni los procedimientos establecidos, por lo que el accidente supuestamente se “debe a una falla humana”, afirmó el director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Luis Coimbra, quien dijo que el “avión no ha fallado” y que las cajas negras serán estudiadas en Brasil.
El domingo, en horas de la tarde, la aeronave de Aerocon se precipitó a tierra con el saldo de ocho muertos y 10 heridos. Coimbra explicó en una entrevista en la red Uno que los datos preliminares dan cuenta que antes del siniestro hubieron hechos llamativos hasta “algo raro” como que el piloto era el que reportaba a la Torre de Control, cuando esa es tarea del copiloto.
Por los elementos encontrados había visibilidad para el aterrizaje. El altímetro de la aeronave está en 2100 pies, cuando “para tomar una decisión de reatacar o aterrizar para esa pista, para ese umbral, está a 964 pies, (es decir) que estaba por debajo del plafón de nubes que estaba a 2100 pies”, explicó la autoridad.
“Las sanciones contra el piloto tienen que ser las más drásticas, puesto que, supuestamente el accidente ha ocurrido por una falla humana por que el piloto, al llegar a la mínima altura de decisión debió tomar dos decisiones: circular el campo en forma visual tal como le ordenó la Torre y la otra reatacar o irse a su alterno (pista), sin embargo el piloto -no sabemos por qué- decidió aterrizar con viento cruzado de 210°, eso también afecto”, reveló.
Aunque también, precisó, que cuando hay aterrizajes con viento cruzado debe seguirse un procedimiento específico. “El mal clima incidió en que el viento era cruzado… en este caso era viento cruzado, que también para eso el piloto tiene un procedimiento especial que es la asimetría de motores, si el viento viene de un lado la asimetría del motor debe ser del otro lado. La potencia del motor derecho tiene que ser, por ejemplo, más que el izquierdo para contrarrestar el viento”.
La Razón informó hoy que el piloto, pese a que se le instruyó que aterrizara en la pista 32, se dirigió a las 14, donde el viento soplaba en la misma dirección que el aparato. Se presume que el viento golpeó la cola del avión, desequilibrándolo.
Kevin Roca Alpire fue el piloto y Cecilia Tapia Salinas la copiloto del Fairchild Metro 3, que se incidió tras caer. Una maniobra del piloto al aterrizar hizo que el ala derecha choque fueran de la pista de aterrizaje y vuelque el aparato arrastrándose al menos 350 metros, para luego incendiarse.
La DGAC envió las dos cajas negras recuperadas a Brasilia, Brasil, para su estudio. La información de la denominada caja negra o registrador del vuelo facilitará información sobre la comunicación que existió entre el piloto y la Torre de Control, como “la actitud del avión antes del accidente”.
Coimbra informó que entre las sanciones por ese tipo de hechos está la suspensión de autorización de vuelo para el piloto. “En este caso el avión no ha fallado, estaba con todos sus certificados de aeronavegabilidad, suponemos que ha sido netamente una falla humana”.
El presidente Evo Morales lamentó el siniestro e instruyó una investigación y sanciones de ser necesario. La Fiscalía inició las investigaciones respectivas.
La DGAC iniciará una auditoría a la empresa Aerocon para la revisión de sus aeronaves y verificación de su tribulación.