Fiesta y alcohol causan violencia machista en zona Max Paredes
Apoyo. Una feria enseñó dónde y cuándo acudir para denunciarla
En la avenida Héroes del Pacífico, frente a una de las esquinas del Cementerio General de La Paz, hay un cartel coronado por una gran “A”, en la puerta del Centro de Salud Bajo Tejar. Es uno de los 13 puntos de Asistencia Contra la Violencia de la zona.
Estos centros son parte de la Red Local Intercultural de Prevención y Atención de las Violencias, Macrodistrito II Max Paredes, que atiende los casos de agresión en la zona. Ésta, junto con Cotahuma y Periférica, tiene los índices más altos de agresiones a mujeres en la ciudad de La Paz, según el director de la Defensoría Municipal de la Niñez y Adolescencia, Marcelo Claros.
Max Paredes es un área de tránsito entre El Alto y La Paz. Su población es variada (hasta aquí llegaban los migrantes del campo) y es el epicentro de las fiestas de la ciudad, que van acompañadas de ingentes cantidades de alcohol.
Estos factores hacen que sea una zona donde se presentan numerosos casos de agresión contra la mujer, explicó el responsable de proyectos del Centro de Promoción y Salud Integral (Ceprosi), Javier Lobatón.
Este organismo es parte de la red que, en conjunto con centros de salud, policía y otros, se ocupa de la prevención, la promoción de la no violencia y la atención de víctimas del flagelo en la zona, explicó su presidente, Nelzón Quispe.
Cada semestre, este organismo atiende alrededor de 1.200 casos relacionados con violencia. De cada diez, ocho son contra mujeres, indicó la secretaria, Ana María Vargas.
“Cuando acabemos esta entrevista, dos mujeres habrán recibido algún tipo de violencia. Una de cada 16 habrá hecho una denuncia”, aseguró durante una feria que se celebró ayer en la Garita de Lima con “el propósito de dar a conocer cuándo y dónde deben acudir las personas que sufren violencia”, indicó Vargas. Es parte de la campaña de la red: “No hagas trato con el maltrato”.
La falta de información es la causa de que las agresiones no lleguen a la Justicia, porque las víctimas “no saben a dónde acudir”, dijo Vargas.
Además, a la hora de hacer una denuncia, “todavía en este macrodistrito, como en cualquier parte de la ciudad o del campo, existen muchas barreras: el miedo, el aspecto cultural, la dependencia…”, afirmó Quispe.
La educación, desde los niños hasta los adultos mayores, es fundamental para acabar con la violencia machista, y la red trata de llegar a ellos con una estrategia de comunicación. Una parte de la lucha pretende orientar sobre el consumo de alcohol: “No para romper las tradiciones, sino para saber controlar y no salir de los límites”, especificó Lobatón.
La red está conformada por 14 instituciones entre públicas, privadas, ONG y organizaciones sociales.
Contra el maltrato a la mujer
fecha
El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
feminicidio
El Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem) informó que entre enero y octubre se dieron 89 feminicidios en Bolivia.
Ruta indica qué hacer si hay agresión
En los centros de salud están instruidos para detectar casos de maltrato
Cuando una mujer es víctima de una agresión del tipo que sea (física, psicológica, sexual o económica) puede acudir a un centro sanitario, en caso de que requiera atención médica, y de ahí será derivada a la Fiscalía. También tiene la opción de dirigirse directamente a la Policía para realizar una denuncia o ir al Servicio Integral Municipal (SLIM) para recibir apoyo social, psicológico y legal. La Ruta Crítica de la Atención a Mujeres en Casos de Violencia Familiar o Doméstica indica cómo proceder cuando se sufre una agresión.
Si la víctima acude en primer lugar a un centro sanitario, llena un Formulario de Registro de Atención, Referencia y Contrarreferencia, que es único y sirve en todas las instancias del proceso que debe seguir “para evitar la revictimización”, indicó el presidente de la Red Local Intercultural, Nelzón Quispe.
Es el personal sanitario el que, mediante pesquisas, suele tener que averiguar si se trata de un caso de violencia, explicó la enfermera del Centro de Salud Bajo Tejar. Los golpes en la cara y en el abdomen son los más habituales, agregó. Hasta ahora, en ese centro sólo han recibido el caso de un hombre maltratado por su esposa.
En el macrodistrito Max Paredes hay también una casa de acogida que suele llenarse de mujeres durante los fines de semana, según la secretaria de la Red, Ana María Vargas. También hay un Centro Integrado de Justicia que, sin embargo, no cuenta con un juez, indicó la misma fuente.