Talleres se apoderan al menos de 11 vías primarias de La Paz
Lavadores, mecánicos, chapistas, tapiceros, balateros son algunos de los negocios que ocupan aceras y calzadas de avenidas y calles. Su actividad deteriora el ornato público
En la ciudad de La Paz, el negocio de mantenimiento automotriz se realiza en vía pública y sin permiso de nadie. En aceras y calzadas ofrecen sus servicios mecánicos, electricistas, chapistas, tapiceros, lavadores, balateros, muelleros o llanteros.
Esta apropiación del espacio público afecta al menos a 11 vías principales de los macrodistritos Centro, Sur, Cotahuma, Periférica y Max Paredes, comprobó La Razón en un recorrido. La Alcaldía trabaja en un proyecto para habilitar un espacio público por macrodistrito para los lavadores de autos.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2009 en el municipio de La Paz se tenían registrados 159.142 motorizados. En 2012, la cifra se había incrementado a 291.494, 83% más en sólo tres años.
Los aceites y líquidos que se cambian a los vehículos y los detergentes que se usan en su limpieza deterioran las aceras y el asfalto, coincidieron cuatro subalcaldes entrevistados.
En todos los puntos tomados por esos negocios se genera, además, congestionamiento vehicular porque ocupan un carril de la vía; pero también invaden las aceras con material que dificulta el tráfico peatonal, un problema que se arrastra desde hace años.
El primer sitio está en el Macrodistrito Cotahuma. Se trata de la avenida Landaeta (1). En parte de la vía, entre las calles Juan Manuel Cáceres y Kilómetro 7, se realiza el embovedado del río Jancokollo; sin embargo, ese trabajo no frenó la actividad de mecánicos, tapiceros, lavaautos, electricistas, etc., cerca de la plaza El Cóndor y en inmediaciones del estadio Bolívar.
“Es una molestia, pero hace años que nadie hace nada”, protestó el vecino Juan Pacosillo.
A pocos pasos, se suscita el mismo problema en la calle Feliciano Kantuta (2) y en la avenida Jaimes Freyre (3), donde hay coches estacionados hasta en dos filas para ser revisados.
Francisco Cordero, subalcalde de Cotahuma, aseguró que cuando concluyan los trabajos en la Landaeta, que será asfaltada, se regularán esos negocios. “Estamos trabajando en mecanismos de control para que ya no dañen las vías u obstruyan la circulación”. En el Macrodistrito Max Paredes, los lavadores de autos se apropiaron de la parte superior de la avenida Kollasuyo (4), de donde se resisten a salir.
Mecánicos de diferentes especialidades se adueñaron de la avenida Entre Ríos (5). Allí tanto aceras como calzadas son ocupadas por coches. La Razón se comunicó con el subalcalde de Max Paredes, Felipe Flores, para conocer su diagnóstico, pero la autoridad declinó hacer declaraciones al no tener aval de la Unidad de Comunicación del gobierno local.
“En la parte baja de la vía ya no hay lavadores, pero siguen trabajando arriba y eso preocupa”, dijo la vecina Carmen Salamanca.
El subalcalde del Centro, Ramiro Burgos, reconoció que éste es un tema de abordaje complejo porque las soluciones pasan por políticas estructurales como la generación de fuentes de trabajo.
“Hemos intentado regularizar el uso de estos espacios, pero no podemos desconocer la falta de empleo. En la Tejada Sorzano hay unos 15 negocios de este tipo”.
Burgos precisó que el gobierno municipal planificó habilitar espacios públicos de lavado, uno en cada macrodistrito para absorber esta mano de obra y así desocupar las vías, aunque todavía se trabaja en la propuesta.
La Tejada Sorzano, que es el límite entre macrodistritos, en el lado derecho es de responsabilidad de la Subalcaldía Periférica.
El subalcalde Isaac Fernández afirmó que pese a los intentos de regular estos negocios, los lavadores de este sector declinaron trabajar con la Alcaldía.
Dentro de su jurisdicción identificó también a la avenida 15 de Abril (9) como un sitio problemático por esta actividad. En el sector es normal que los coches se estacionen en un carril a la espera de ser atendidos. “En dos meses esperamos presentar una propuesta para poderlos aglutinar a todos en una determinada área. En este sector hay 75 negocios de este tipo”, apuntó el subalcalde.
En el Macro Sur, los mecánicos en la avenida Muñoz Reyes, de Cota Cota (10), y los lavadores de la calle Julio Patiño (11) se apropiaron de las vías para realizar su trabajo. El subalcalde Sur, Carlos Urquizo, señaló que el lavado de coches causa preocupación porque Cota Cota es un área de riesgo y ese negocio aumenta la vulnerabilidad, ya que el agua es echada a las calles y aceras.
“La Alcaldía está trabajando las estrategias para regular esas actividades, que son intensas en estos dos lugares”, dijo. Julio Chungara, mecánico, reconoció que su labor causa problemas. “¿Qué podemos hacer si no hay dónde trabajar?”, afirmó.
Actividad informal, causa del caos urbano
Los espacios de todos son tomados por trabajadores que generan su empleo
¿Por qué el espacio público urbano es apropiado territorialmente por determinados grupos en La Paz? Dos sociólogos coincidieron en que es por la falta de empleo formal. La debilidad de la autoridad edil no es parte del análisis.
El presidente del Colegio de Sociólogos de La Paz, David Salazar, sostuvo que la falta de empleo obliga a las personas a desarrollar trabajos informales, que a la larga derivan en el desorden urbano.
“Los empleos que se generan en las vías son los que requieren poco capital. Éstos en los últimos años se han ido incrementando. Una muestra son la proliferación de gremiales, quienes al no poder ser ubicados en los centros de abasto, tomaron las calles y lo mismo ahora está pasando con las personas que prestan servicio mecánico”, señaló Salazar.
El sociólogo hizo énfasis en que la demanda de mantenimiento de vehículos también tiene que ver con el incremento del parque automotor, que se manifiesta en la proliferación de los motorizados que prestan servicio de transporte público en la urbe.
“Estos empleos que se generan en las ciudades son paliativos a la crisis de la gente que tiene que generar ingresos para la manutención de su familia.
Lamentablemente esto es un fenómeno social imparable. Tan solo recordemos el problema que se generó (los lavadores de autos) en la avenida Kollasuyo”, afirmó.
Para René Pereira Morató, sociólogo especialista en temas urbanos, en urbes que concentran gran población como La Paz es normal que espacios públicos que eran considerados de la comunidad estén siendo apropiados territorialmente por grupos que generan una fuerza de trabajo que no es acogida por la actividad formal. “Una ciudad que crece incrementa su parque automotor, que necesita ser mantenido y por ello se dan estos servicios en las calles”, añadió.
Para recuperar los espacios públicos, el profesional sugirió que el gobierno municipal e incluso el Gobierno Departamental de La Paz trabajen en una política para regular las actividades informales.
“Para mal de paceños y paceñas, los espacios de encuentro se están convirtiendo en sitios donde tiene prioridad el automóvil. Para trabajar en una propuesta se tiene que diagnosticar el problema con datos, lo que no existe”.