Las inscripciones para el nivel primario no se realizarán en los establecimientos educativos en 2014, sino a partir de mecanismos democráticos masivos que permitan evitar las filas de padres de familia, anunció ayer el ministro de Educación, Roberto Aguilar.
El viernes por la mañana, en el kínder Carlos Beltrán de la zona de Miraflores y en el Óscar Alfaro de la avenida Montes de La Paz se armaron las primeras filas de progenitores para conseguir un cupo para sus hijos, a pesar de que las inscripciones comienzan en enero.
“Vamos a hacer una campaña de concientización para que no se hagan filas. Vamos a ser más drásticos. Si (los padres de familia) hacen fila, vamos a plantear que (las inscripciones) no se hagan” en las mismas escuelas, afirmó Aguilar.
Explicó que un día antes del inicio del registro, “vamos a indicar dónde se realizarán las inscripciones”. Una opción que se maneja es la habilitación de coliseos, como se hizo en Potosí. Otra vía es que entre todos los interesados se haga un sorteo, lo cual será “un mecanismo más democrático”.
Aguilar indicó que con las filas también se generan negociados. “(Hay) estafadores, gente que se aviva y cobra” por hacer fila. La nueva forma de inscripción será nacional y solamente para los primeros cursos. Este trabajo se coordinará entre el ministerio y los directores de los establecimientos.
Una de las “exageradas” situaciones a las que se refirió Aguilar ocurrió en enero de este año cuando un grupo de padres de familia se enfrentó verbal y físicamente a otro que había conseguido fichas para inscribir a sus hijos en el kínder Macario Pinilla (La Paz), tras haber hecho fila desde diciembre de 2012.
Franklin Gutiérrez, presidente de la Junta Nacional de Padres de Familia, pidió consensuar la iniciativa. “Las escuelas han colapsado y nos vemos obligados a hacer largas filas e inclusive dormir (fuera de las escuelas). Vamos a apoyar (la medida) sólo si el ministro nos garantiza que nuestros hijos van a ser inscritos)”, advirtió.