Alerta en Callapa por imprevisión edil; zanjas abiertas se inundan
Lluvia. Alcaldía admite que no pudo cerrarlas antes de que comenzaran las lluvias

Las calles de tierra de Callapa, afectadas por el megadeslizamiento en 2011, están cruzadas por zanjas llenas de agua o material de arrastre. La Alcaldía de La Paz las dejó abiertas por falta de personal. Los vecinos se declaran en estado de emergencia.
Tanto la Subalcaldía de San Antonio como la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) se comprometieron a subsanar los problemas generados.
El proyecto consistía en instalar 1.200 metros lineales de alcantarillado desde la avenida Periférica, pasando por la plaza principal y la calle La Paz hasta el río Irpavi. Sin embargo, sólo se intervinieron 800 metros, los que quedaron inservibles porque no se terminaron de cerrar las zanjas luego de la instalación de una tubería de seis pulgadas.
“La Alcaldía debía abrir y cerrar las zanjas. EPSAS debía instalar la tubería y unas 20 cámaras de alcantarillado. El trabajo se inició con la excavación a mediados de noviembre y debería haber durado 20 días, pero hubo falta de coordinación y retrasos, informó Humberto Blanco, presidente de la junta de vecinos de Callapa.
El subalcalde de San Antonio, Juan Carlos Parra, reconoció que hubo un compromiso de la Alcaldía para realizar trabajos coordinados con EPSAS, pero por falta de recursos humanos éstos se retrasaron. “Por eso pedimos el concurso de los vecinos para continuar la labor, pero no nos han aceptado. Lamentablemente el domingo nos ha cogido una lluvia persistente y es natural que cuando se abren zanjas los laterales sufran se desprendimiento”, dijo.
En una visita, La Razón observó que la vía principal está intransitable, con barro y lodo, debido a las últimas lluvias. El canal que se abrió para la instalación de la tubería principal tenía una profundidad de entre 1,60 y 1,80 metros. Los vecinos aseguraron que a los 70 centímetros se instaló la tubería y con trabajo comunal el fin de semana la cubrieron con tierra cernida. Para concluir, el gobierno local debía tapar y compactar el suelo.
“Pero no apoyaron y ha empezado a llover, por lo que las zanjas se han llenado de agua. Les llamamos de emergencia y las rellenaron como sea”, protestó Julio Mamani. El 26 de febrero de 2011, 14 zonas quedaron devastadas por el megadeslizamiento de la ladera este de la ciudad.
En octubre de 2012, el estudio “Zonificación de áreas de riesgo y medidas de mitigación del deslizamiento, complejo Pampahasi-Callapa” determinó que sólo Callapa y parte de Santa Rosa de Callapa podían volver a ser habitadas. El alcantarillado debía beneficiar a 800 familias que habitan los sectores 1, 3 y 4 de Callapa.
El Subalcalde anunció que pese a los inconvenientes, la Alcaldía intervendrá cada 100 metros lineales. “En esa extensión se hará el tendido de la tubería, el relleno, compactado y cerrado de las zanjas hasta concluir todo”, añadió.
La Razón observó que donde no se cerraron las zanjas se produjo caída de material a los costados, lo que ocasionó que el hueco de 60 centímetros se amplíe entre 30 y 80 centímetros.
El interventor de EPSAS, Humberto Claure, aclaró que los trabajos empezaron en época de lluvias porque la Alcaldía no los autorizó antes. “Los vecinos lograron la autorización y se iniciaron los trabajos, y al estarse ejecutando se deterioraron algunos tramos”. Reconoció que no hubo coordinación con el gobierno local y se comprometió a recomponer los daños en los próximos días. “Es mejor que reclamen por hacer que por no hacer”, apuntó.