El asambleísta Abel Yaira informó que 170 familias de la comunidad indígena yuqui fueron evacuadas y permanecen aisladas debido a que sus casas están inundadas por el desborde de los ríos Chimoré e Ichilo, en el trópico de Cochabamba.
“Tenemos 170 familias aisladas en Bia Recuaté y ahorita nos falta alimentos y colchones para que la gente pueda descansar”, aseveró.
El representante regional dijo que la situación es crítica, porque los evacuados tuvieron que ser llevados a una unidad educativa en construcción, porque el agua acumulada en sus pueblos llega a un poco más arriba de la cintura.
Las personas viven y duermen por el momento sobre el piso de cemento que fue vaciado para la obra, porque no había otro lugar disponible, añadió.
Según Yaira, los albergados precisan también con urgencia agua potable, especialmente para los niños, puesto que el pozo que les proveía de líquido quedó contaminado con lodo.
“El agua está turbia y hay que recogerla y esperar que asiente. Sí se toma agua del pozo, que tiene una instalación, pueden surgir epidemias de enfermedades”, sostuvo.
El asambleísta dijo que se gestionó el envío rápido de cooperación tanto en agua como alimentos a la Gobernación de Cochabamba y la Alcaldía de Puerto Villarroel.
Aclaró que el mayor problema es que el único camino de acceso a Bia Recuaté está inundado y sólo puede llegarse al pueblo con embarcaciones pequeñas.
“Lo que se podría hacer es sacar a la gente a Puerto Villarroel o mínimamente a la carretera, porque todos están adentro y sobre el agua”, concluyó.