Una exestación de servicio es sitio de atracos y violaciones
La exgasolinera, ubicada en Bolívar A, es refugio de delincuentes y alcohólicos. Es un terreno vacío cercado con calaminas.Allí se refugian delincuentes, que ingresan al área moviendo las cubiertas de aluminio.
Una exestación de servicio (gasolinera), ubicada entre las calles 3 y 4 de la avenida 6 de Marzo, está abandonada hace seis años y se ha convertido en un área peligrosa para los transeúntes, pues allí se ocultan alcohólicos y pandilleros que cometen atracos y violaciones.
El lugar se halla en la zona Villa Bolívar A, detrás de la calle Evadidos del Paraguay, donde funciona la terminal de buses de El Alto. Los hechos delictivos suceden allí frecuentemente por las noches, según las comerciantes que venden en las inmediaciones.
Es un terreno vacío cercado con calaminas. En su interior aún están las oficinas administrativas de lo que era la gasolinera. Allí se refugian delincuentes, que ingresan al área moviendo las cubiertas de aluminio.
Según María Ch., los antisociales aprovechan la oscuridad para llevar a cabo sus fechorías. “Escuchamos gritos de mujeres que piden ayuda desde adentro, detrás de las calaminas; vemos a hombres que son golpeados en plena avenida y que luego son metidos a este lote para robarles”.
Celia Núñez, vendedora de golosinas, relató a este medio que un grupo de indigentes armados con cuchillos se acercó a su puesto y le obligó a entregarle parte de su dinero, y luego le arrebató por la fuerza algunas de sus pertenencias personales.
María Ch. aseguró que en muchas ocasiones vio asaltos en este sitio y que en cada incidente llamó a la Policía, aunque —dijo— ésta siempre llegó tarde e incluso respondió que en el lugar no existían atracos. “A una señora le han desvestido toda, le sacaron sus cosas y la violaron. Incluso ahí adentro mataron a un joven”.
La Razón efectuó un recorrido por el lugar. Es un terreno de al menos 2.000 metros cuadrados en forma triangular. Allí se puede ingresar por entre las calaminas que los indigentes y delincuentes doblaron para crear una especie de puerta.
Basura. Adentro todavía está la estructura metálica que protegía las máquinas proveedoras de combustible (gasolina, diésel). La hierba creció y se puede observar cómo ciertos sectores son utilizados como baños y basureros ya que hay bolsas y botellas de plástico, llantas, entre otros desperdicios.
Donde eran las oficinas, los indigentes derribaron una pared para ingresar a un nuevo ambiente sin techo, más escondido y poco visible desde el exterior. Allí colocaron calaminas apoyadas a la pared para refugiarse de la lluvia, en medio de ellas tendieron cartones sobre los que duermen, entre hombres y mujeres.
En ese sector se encuentran latas de alcohol y clefa. Alrededor de este refugio hay agua estancada, olor a orín y excrementos humanos.
Buscan un terreno para permuta
El terreno abandonado es de propiedad de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Hace seis años, la estatal comenzó a desmantelar la estación de servicio con la finalidad de construir allí oficinas de atención al cliente, según autoridades de YPFB.
Pero los vecinos se opusieron a que la petrolera estatal materialice sus planes, porque querían que allí se levante, inicialmente, un parque, y posteriormente una plaza. Hace un año y medio intervino en el conflicto la Alcaldía de El Alto y negoció una solución con la empresa. Yacimientos propuso, como alternativa, la permuta del terreno por otro de iguales características y también céntrico, según datos de la Alcaldía de la urbe alteña.
La municipalidad ofreció lotes en varias ocasiones, pero este ofrecimiento no satisfizo a la petrolera. Ahora, la Alcaldía está en busca de un lote de 2.000 metros cuadrados. El asesor Jurídico de la comuna, Wilmer Centellas, aseguró que se está a punto de llegar a un acuerdo con YPFB.
“Pronto daremos a conocer el lugar del terreno para la permuta”. El director de Proyectos Distritales de la Alcaldía, Juan Peña, dijo que ya se realizó el diseño de una plaza con un subsuelo para parqueos y baños donde se ubicaba la exgasolinera.
Una gasolinera destruida está abandonada
Miguel Rivas
Una exestación de servicio de combustible ubicada en el cruce de las carreteras a Copacabana y Desaguadero, y que fue destruida en 2003 durante la llamada “guerra del gas”, está abandonada. Allí, eventualmente se instalan juegos mecánicos de particulares y ferias zonales y distritales.
El espacio de más de 3.000 metros cuadrados también se ha convertido en un lugar peligroso, como la gasolinera de Bolívar A, en la Ceja, que también está olvidada. Los vecinos dicen que allí, durante las noches, ocurren atracos.
La Razón estuvo en el lugar y vio en ese sitio juegos mecánicos de la empresa Galaxy Park. Las oficinas de administración de esa compañía se hallaban en el lugar en el que se había construido la estación de servicio.
La cubierta de planchas de aluminio, que estaba encima de los surtidores, continúa en el área, que hasta el momento no tiene un muro perimetral.
En la plataforma de cemento se ven bolsas con basura y charcos formados por el orín. Los alrededores son de tierra, por lo que cuando llueve se convierten en un lodazal y cuando hace sol el polvo se esparce por toda el área.
Para María Huanca, lo más desagradable del lugar es que se ha convertido en un baño. “No hay respeto por quienes vivimos cerca o los colegiales que pasan por este sitio cuando salen del colegio o van a clases”, señaló.
Carpas. Al lado de la exestación se instalaron carpas de brujos o yatiris en las que se hacen rituales para adivinar la suerte y el futuro de los creyentes en esta práctica.
Unos diez metros al sur, un grupo de señoras alimenta a ocho burras de las que venden su leche, que dicen que es buena para curar las dolencias de los pulmones.
El área también sirve de estacionamiento libre para vehículos particulares y de transporte público. Sin embargo, en la noche la estación abandonada se torna peligrosa.
“Ya han asaltado a varias personas, han matado gente sólo porque querían robarles su dinero. A don Agustín le sucedió eso, él era vecino del barrio, llegó tarde de su trabajo y lo agarraron allí, aprovechando la oscuridad, entre cinco sujetos”, relató Damián Colque, vecino de Río Seco.
Los habitantes del barrio tienen la esperanza de que la estación de servicio se convierta en una plaza o parque y aseguraron que ya presentaron los proyectos a sus dirigentes y a las autoridades municipales, pero indicaron que nunca obtuvieron una respuesta, según la versión de Fermín Copa, uno de los vecinos.
Otro de ellos, Domingo Charca, añadió que “desde entonces (cuando la gasolinera explosionó) no se ha hecho nada para mejorar el espacio. Sólo es aprovechado por estos juegos mecánicos y alguna que otra actividad como las ferias vecinales o distritales”. Ellos piden la intervención de las autoridades.