El presidente Evo Morales instruyó hoy una investigación para establecer la incidencia de las represas construidas en territorio fronterizo de Brasil en la población ribereña de Cachuela Esperanza que, junto a otras zonas fue golpeada por las inundaciones. “Algo raro está pasando”, añadió, sin dar mayores detalles.
“He pedido que se haga una investigación, un estudio correspondiente, si estas represas de la zona de Brasil están afectando”, informó en una conferencia de prensa en la ciudad de Trinidad, donde hizo un recuento sobre las labores de ayuda y socorro a favor de miles de damnificados por efecto de las inundaciones por el desborde de ríos.
La subalcaldesa de Guayaramerín, Shirley Martínez, informó que las aguas del río Beni inundaron gran parte del zona y afectaron al 80% de los habitantes del pueblo, considerada un patrimonio puesto que fue el asiento del empresario Nicolás Suárez. Añadió, según ANF, que monumentos e inmuebles patrimoniales como el teatro y el casino de Suárez han sido afectados.
Según una investigación del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), Cachuela Esperanza, junto a las represas brasileñas Jirau y San Antonio, provocarán inundaciones más prolongadas que derivarán en la pérdida de áreas de cultivo agrícola, sistemas agroforestales, ganadería vacuna y bosques.
Morales se excusó de dar más detalles sobre el informe de las Fuerzas Armadas a cerca de lo que ocurre en Cachuela Esperanza. “Por ahora no tengo cómo informar lo que está pasando, pero después de la investigación oportunamente informaremos”, anunció.
Miembros de la institución militar reportaron de lo que ocurre en Cachuela Esperanza, donde se prevé ejecutar un megaproyecto hidroeléctrico que forma parte de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Suramericana (IIRSSA). Esta planta tendría una potencia instalada de 990MW, proveería de energía a la población del norte del país y permitiría exportar electricidad al Brasil.