De 3.000 a 10.000 sería elevado el número de conscriptos de las Fuerzas Armadas en Beni para que coadyuven en el trabajo de reparación de los daños provocados por el desborde de ríos e inundaciones, como parte del plan de rehabilitación aún en preparación y que estará caracterizado por un enfoque social, informó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Actualmente los efectivos militares trabajan, desde el centro de operaciones instalado en Trinidad, en labores de asistencia humanitaria a las familias damnificadas por el temporal que anegó viviendas, destruyó la plataforma de varios tramos carreteros, áreas de cultivos y dejó a más de 120.000 cabezas de ganado muertas en diferentes regiones del departamento.
Una vez termine la época de lluvias, los militares empezarán a cumplir otras actividades. “Los 3.000 a 4.000 soldados que hay en Beni, si es necesario los vamos a multiplicar a 10.000 soldados para que trabajen junto a las comunidades, en la rehabilitación de caminos y hagan el trabajo de reconstrucción, de otra manera no alcanzará el físico”, anticipó.
El plan para las labores de reconstrucción y rehabilitación está en fase de preparación ya que aún se recogen los insumos que permitirá fijar el monto de presupuesto requerido, por lo que demandó paciencia a sectores como los ganaderos. Sin embargo anticipó que tendrá un fuerte componente social para apoyar de inmediato a los sectores más necesitados.
La reconstrucción de viviendas, de carreteras y rehabilitación de cultivos están contemplados en la iniciativa, que también incluirá la incorporación al mercado laboral de aquellos que quedaron sin empleo y créditos a través de fideicomisos a los diferentes sectores productivos como los ganaderos, comerciantes, industria y de la almendra.
“Vamos a reconstruir viviendas con la mano de obra indígena en las comunidades, van a poner su contraparte”, explicó en la entrega de forraje en Trinidad, donde también estuvo la ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo.
Quintana planteó a los benianos articular esfuerzos con el Estado y la necesidad de diversificar el aparato productivo departamental porque mantener como única actividades la ganadería, madera o la recolección de castaña los “empobrecerá”. “Todo lo que haga el sector privado va a ser insuficiente si no tiene apoyo del Estado”, insistió.