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Inauguran el albergue de niños más grande de Bolivia

El albergue transitorio más grande del país fue inaugurado ayer en Mallasa para acoger a niños y adolescentes víctimas de maltrato físico, psicológico y abuso sexual. La infraestructura será la primera en recibir a menores  con discapacidad y VIH.   

“A los 12 años fue víctima de abuso sexual por parte de un pariente cercano, sus familiares lo sabían, pero no hicieron nada, y cuando empezaron las clases los profesores se dieron cuenta de que estaba embarazada y reportaron el caso a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia”, contó Inés Aramayo, jefa de la unidad de Defensorías y Servicios Legales e Integrales de la Alcaldía de La Paz.

La niña, ahora de 13 años, es una de las menores que fue trasladada al Albergue del Bicentenario, ubicado en la calle 7 del Macrodistrito de Mallasa. La obra costó Bs 7 millones, y ahora el banco BISA financiará el equipamiento con Bs 900.000.

Con una extensión de 3.000 metros cuadrados y una capacidad para 70 personas, el lugar fue entregado como parte del programa de acciones de lucha contra la violencia infantil de la Alcaldía.

“Tenemos cuatro bebés menores de un año, cinco menores de dos a seis años, 22 mujeres adolescentes y diez varones, la mayor parte de las denuncias corresponde a casos de maltrato físico y menores en estado de gestación”, indicó la funcionaria edil.

A nivel nacional, La Paz, Santa Cruz  y El Alto son los únicos municipios que cuentan con un albergue transitorio. Sin embargo, el de Mallasa se caracteriza no solo por ser el más grande del país, sino también por ser el primero en acoger a víctimas con alguna discapacidad y VIH.

“Este hogar recibe a todo tipo de población que necesite ser protegida, por eso tenemos a niños y adolescentes con discapacidad e incluso con VIH,  a quienes se les da una atención especializada, no excluimos a nadie”, dijo Aramayo.

Diez educadoras, una trabajadora social, un psicólogo, médicos y enfermeras se encargan de apoyar a los menores. “Los profesionales deberían trabajar como máximo 72 horas en el albergue, pero por dificultades en procesos de investigación casi siempre se quedan por más tiempo”, agregó.