Un hombre ataca a cuchilladas a 11 personas en el aeropuerto
El Alto. El viceministro Pérez señala que el individuo tiene problemas mentales
Un hombre de 41 años acuchilló ayer a 11 personas que se encontraban en la sala de espera del Aeropuerto Internacional de El Alto. Lo hizo sin ningún motivo aparente. Según el viceministro Jorge Pérez y la abogada defensora, el individuo tiene problemas mentales.
El ataque comenzó a las 07.40, aproximadamente, cuando el agresor, identificado como Javier Virgilio Cusi, preguntó en una de las boleterías sobre el costo del pasaje a Chile. Allí le respondieron que no había pasajes abiertos ni a la venta, de acuerdo con la versión de Pérez.
Luego se encaminó hacia la puerta de salida de la terminal aérea, donde se cruzó con dos mujeres que trabajan en las galerías del lugar y que se dirigían, en ese momento, a las afueras de la estructura para comprar pan.
Al acercarse, el hombre balbuceó algunas palabras ante ellas y sacó un cuchillo de cocina de dentro de su chamarra roja y asestó la primera puñalada a Nancy Cruz, relató María Condori, que iba junto a ella. La hirió en el abdomen y en el hígado.
María también fue agredida y recibió un corte en la muñeca izquierda. “Ella (Nancy) me jaló del brazo porque este señor, al que no le entendí lo que decía, intentó clavar su cuchillo en mí. El arma lastimó mi muñeca izquierda”, indicó mientras esperaba en el área de emergencias del Hospital Boliviano Holandés. Sus dedos quedaron inmovilizados por la herida.
Escapatoria. Ellas retornaron al área de preembarque internacional corriendo y gritando que habían sido atacadas y pidiendo a la gente que corra. Luego se refugiaron en una de las tiendas. Javier Virgilio iba tras ellas con el arma en la mano.
En su camino, halló a otra persona de sexo femenino a la que le dio una puñalada en el abdomen y de la que el director del Boliviano Holandés, Hugo Borda, no brindó detalles. Ésta se hizo a un lado y gritó a los demás para que se oculten.
Cusi, que caminaba apresurado hacia la gente, casi corriendo, intentó agredir a Elmer Miranda, quien se hallaba sentado escribiendo en una laptop junto a su esposa. Él había llegado de un viaje de Estados Unidos y usó su computadora portátil como escudo para protegerse.
“Del área internacional salieron dos mujeres gritando y una de ellas diciendo ‘¡incendio!, ¡incendio!’. Me dijo que me agache, no le hice caso, vi el cuchillo que se dirigía hacia mí y puse la laptop para protegerme. Caí al suelo, allí intentó asestarme el arma blanca dos veces, no lo logró y luego se fue por el pasillo”, relató Miranda.
En su recorrido, el agresor, que llegó de una localidad de la provincia Ingavi de La Paz, atacó a otras siete personas porque —según sus declaraciones— escuchaba voces que le decían que mate a quienes estaban allí.
Intervención. Después de haber ocasionado daño a diez personas intentó huir y se dirigió hacia el área de preembarque para vuelos nacionales. Allí, el subteniente de Policía Jhonny Coronel trató de reducirlo, pero el hombre le asestó el cuchillo en uno de sus brazos y logró zafarse.
Tres metros más allá fue interceptado por otro efectivo policial, al que se sumaron el uniformado herido y un conscripto, y entre los tres lograron detenerlo y quitarle el arma. En total, resultaron heridos ocho mujeres y tres varones. El ataque ocurrió durante cinco a ocho minutos, según el relato de los heridos. Unos hacían fila para registrar sus boletos, otros esperaban en los asientos.
Seis de las víctimas fueron llevadas al Hospital Boliviano Holandés, dos al Hospital Obrero de La Paz, y el policía herido fue transferido a la Caja Nacional de Salud (CNS). Dos personas no fueron internadas porque sus lesiones eran leves. Una de estas últimas abordó el avión que esperaba. Los vuelos no se postergaron pese al incidente. Cusi fue arrestado y su abogada de oficio, Mónica Irusta, anunció que pedirá una evaluación neurológica porque no responde de manera coherente.
Surgen dudas sobre la seguridad
El ataque de Javier Virgilio Cusi a 11 personas con un cuchillo de cocina abrió dudas sobre la seguridad del Aeropuerto Internacional de El Alto. Víctimas y testigos de lo ocurrido dijeron que durante el incidente vieron en las instalaciones aeroportuarias a tres policías y a dos conscriptos de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB). Ellos actuaron después de casi ocho minutos para reducir al agresor.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jorge Pérez, indicó que la seguridad del aeropuerto no fue vulnerada porque el área en la que ingresó Cusi es general y de libre tránsito. “Las áreas que están con detectores de metales, requisas y otros no fueron rebasadas por esta persona”, señaló.
El gobernador de La Paz, César Cocarico, aseguró que la terminal cuenta con todas las medidas de seguridad, que incluyen cámaras de vigilancia. Sin embargo, las víctimas cuestionaron estas declaraciones y la lenta intervención policial.
‘Mis compañeras entraron gritando, una de ellas sangraba’
Una vendedora de una tienda relató: “Al señor lo vi caminando poco antes por aquí, luego desapareció. Unos minutos después mis compañeras entraron corriendo y gritando. Una de ellas sangraba y este mismo señor con un cuchillo en la mano. Ellas me dijeron que nos escondamos y así lo hicimos en la tienda de al lado, nos encerramos y vimos cómo atacaba a otras personas que estaban esperando”.
‘Tras la agresión, yo fui por una silla de ruedas’
María Condori dijo que recibió una puñalada en la muñeca izquierda: “El cuchillo me hubiera llegado quizás en el pecho o la espalda, lo cierto es que mi amiga me jaló a su lado y hacia adentro de la sala de espera del aeropuerto, ella sangraba y aun así corrimos. Nos encerramos en una tienda, luego comenzó a desvanecerse. Nadie nos auxiliaba, así que fui por una silla de ruedas para llevarla a un hospital”.
‘Me dio mucho miedo, vi que atacaba a mi esposo’
La esposa de Elmer Miranda se refugió detrás de las sillas: “Vi que venía hacia nosotros, iracundo. Logré ver el cuchillo entre sus manos y que se acercaba. Salté sobre la silla y me quedé detrás mientras él atacaba a mi esposo, que usó su computadora portátil para protegerse. De no ser por su laptop y la silla, otra hubiera sido nuestra historia en este lamentable episodio”.
‘Lo agarramos después de haber escuchado gritos’
Un conscripto de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) aseguró que intervinieron para reducir a Cusi: “Nuestro trabajo en el aeropuerto es resguardar las áreas restringidas y hacer rondas de seguridad. Escuchamos gritos y mucho escándalo en la sala central, cuando vimos que la Policía perseguía a esta persona. La derribamos al suelo y luego la atrapamos. La Policía se encargó de arrestarlo”.