Brigadas de la Alcaldía de Vinto, en Cochabamba, y funcionarios del Servicio Departamental de Salud (Sedes) capturaron y sacrificaron a más de 50 perros vagabundos con inyecciones letales para evitar más casos de rabia canina en el municipio. En el lugar, considerado zona roja, se han registrado cinco casos de esta enfermedad, por lo que se ha declarado la alerta máxima, según el alcalde Édgar Soliz Román.
“Estos operativos los hacemos en coordinación con la Unidad de Zoonosis del Sedes y en apego estricto a las normas sanitarias y reglamentos que defienden los derechos de los animales. No se trata de una matanza de canes, sino de una campaña de prevención para evitar más ataques y casos de rabia canina, por lo que hemos declarado alerta máxima”, dijo el burgomaestre.
De acuerdo con un informe de la Alcaldía de Vinto, los casos de rabia se registraron en los alrededores de los ríos Chulla, La Llave, Huallaquea y otros afluentes, en los que las granjas avícolas desechan pollos muertos que atraen a canes que merodean por la zona.
El gobierno municipal informó a los propietarios de las granjas que deben usar hornos crematorios y no echar otros desperdicios a los lechos de los ríos y afluentes, así como al botadero.