— ¿Cuál es la situación de Haití actualmente?
— Actualmente, en Haití, el 70% de las tropas de apoyo humanitario pertenece a América Latina y eso muestra la solidaridad de la región. La misión fue importante, se logró muy buenos resultados en lo político, seguridad pública, entre otros. Sin embargo, queda pendiente atender los niveles de cobertura de agua potable, saneamiento para luchar contra epidemias como el cólera, que este año reportó más de 6.400 nuevos casos; el reporte de los últimos cuatro años es de más de 700.000 casos registrados.
— ¿Qué le preocupa a la ONU de Haití?
— Lo que nos preocupa es que al ritmo actual de compromiso y apoyo Haití necesitaría 50 años más para poder tener los mismos niveles que tiene el resto de la región. Nos parece que esperar 50 años es condenar a millones de personas a sufrir enfermedades, epidemias y otros males derivados de la pobreza.
— ¿Qué solución plantean para ayudar a ese país?
— Lo que planteamos es que los países de la región, que en el pasado expresaron su apoyo político a Haití, ahora también puedan expresar su solidaridad a través de las instituciones regionales de financiamiento para el desarrollo. Por eso queremos conversar con autoridades de Bolivia y de otros países para desarrollar iniciativas que permitan que Haití cuente con los recursos necesarios.
— ¿Cómo se concretaría ese apoyo regional?
— Pensamos que los organismos de la región pueden jugar un papel importante, particularmente la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), el Banco Interamericano, el Banco de Desarrollo del Caribe e incluso el propio Banco Mundial pueden prestar su apoyo para hacer las inversiones necesarias.
— ¿Cuál sería el apoyo del Gobierno de Bolivia?
— Haití necesita del apoyo de Bolivia y la región; por ello, a través de la representación de la ONU hemos planteado el interés de poder conversar con las máximas autoridades del Gobierno de Bolivia para explicar la situación en la que está el país. De concretarse la ayuda, el problema de acceso al agua potable y saneamiento se puede solucionar en diez años. Hay un plan que requiere 2.200 millones de dólares, pero se encuentra refinanciado y no hay los recursos como para poder asegurar que este proyecto se vaya a agendar, y eso nos preocupa mucho.