Aunque las estaciones de servicio abandonadas son un factor de riesgo y ocasionan malestar entre los vecinos, el Gobierno Municipal de La Paz no puede intervenir pues son propiedad privada o pública, en este caso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), informó el director de Administración Territorial y Catastral, Álvaro Viaña.
“Si son predios privados, el Gobierno Municipal, de acuerdo con sus competencias, puede autorizar a los dueños a refuncionalizar esos servicios (si quieren hacerlo). En predios de dominio privado simplemente damos la autorización para ésa u otra iniciativa, siempre y cuando cumplan la normativa”, añadió.
La Razón intentó conocer la posición de YPFB respecto a la situación de su exgasolinera emplazada en la avenida Las Américas esquina Ocobaya, de Villa Fátima. En la Unidad de Comunicación se solicitó enviar un correo electrónico con las consultas, el cual fue remitido el 3 de septiembre; sin embargo, hasta el cierre de esta edición (7 de septiembre) no se obtuvo ninguna respuesta. Viaña confirmó que este exsurtidor es de propiedad de la petrolera estatal boliviana.
Transformación. “Sabemos que esta institución tiene pensado refuncionalizar el servicio de dotación de combustible, pero no de gasolina, sino de Gas Natural Vehicular (GNV). Tenemos entendido que ya tienen el proyecto, el cual lo iban a presentar a la Agencia Nacional de Hidrocarburos para su validación”, explicó el funcionario municipal.
En el caso del surtidor de gasolina ubicado al frente del mercado de Villa Fátima, Viaña sugirió que con el concurso de los vecinos se puede sugerir a los propietarios que construyan un cerco para evitar que el predio se convierta en un peligro, sobre todo nocturno, y que albergue a alcohólicos o delincuentes.
Sobre las estaciones de GNV
Norma
El artículo 29 del Reglamento para Construcción y Operación de Estaciones de Servicio de Gas Natural Vehicular (GNV) y Talleres de Conversión dispone que es la Agencia Nacional de Hidrocarburos la que autorizará o rechazará la construcción de estaciones de servicio de GNV con base en los informes técnico y legal.
Experto, en desacuerdo con retorno del servicio
¿Es recomendable que las cuatro gasolineras que visitó La Razón vuelvan a funcionar? El presidente del Colegio de Arquitectos de La Paz, Wálter Hoz de Vila, respondió que no. Según el profesional, a esos predios debería dársele otros usos como parques o plazas; además opina que es negativo que se busquen “refuncionalizar” los viejos surtidores de carburantes. “Estos sitios ya no guardan las condiciones mínimas de seguridad, tráfico y vialidad, entre otros, por lo que no podrían volverse a rehabilitar”, opinó.
De acuerdo con el directivo, para la habilitación de su dispensador de combustibles se debe establecer un área de seguridad de 50 metros a la redonda del punto donde se va a efectuar la venta para evitar accidentes y otros problemas.
“También se tiene que analizar la influencia del tráfico y la señalética, sin embargo, en la mayoría de los casos no cumplen los requisitos mínimos”, dijo Hoz de Vila.
Como ejemplo de este problema citó las estaciones de la calle 17 de Obrajes y de la final Sucre, donde se comercializa Gas Natural Vehicular. En ambos puntos la carga de carburantes ocasiona el congestionamiento de las arterias.
Crítica. Para Inés Maldonado, vecina de Villa Fátima, sería un despropósito si se vuelve a habilitar alguno de los dos surtidores abandonados. “Ahora sin surtidor, con solo el mercado, sufrimos tremendas trancaderas a cualquier hora y cualquier día. ¿Se imagina cómo sería con estación? No entiendo por qué no crean áreas verdes”, manifestó. Similar criterio expresaron otros ocho vecinos.
Hoz de Vila recomendó que en caso de que se decidiera realizar un proyecto distinto, se debe trabajar, sobre todo, en la desinstalación de los tanques de almacenamiento subterráneos.