Quien mató a Loui busca que le bajen la condena
Juicio. Audiencia conclusiva será el 22 de octubre
La audiencia conclusiva del juicio contra dos imputados por el asesinato en 2013 de Loui Oporto Almaraz, de 34 años, fue suspendida ayer. El procesado Humberto P. P., quien admitió que lo mató, busca la reducción de la condena de 30 años.
El sujeto era amigo de la víctima, a la que convenció de tomar un departamento en anticrético en una casa del barrio de Cupilupaca, en La Paz. La noche del 11 de enero, el joven fue a la vivienda a concretar el contrato con $us 4.500, pero desapareció.
Tras nueve días de búsqueda su cuerpo fue encontrado, enterrado en el cuarto de cuatro por tres metros que habitaba Humberto P. P., quien con la ayuda de David. B.C., tras quitarle la vida con 20 puñaladas, enterró el cadáver dentro de la habitación, selló la fosa con cemento y colocó encima una alfombra. El “amigo” continuó habitando allí.
La audiencia conclusiva fue suspendida debido a la falta del abogado de Humberto P. P. La jueza Lía Cardozo, del Juzgado 2° de Instrucción en lo Penal, le asignó un defensor de oficio y fijó una nueva audiencia a las 15.00 del 22 de octubre, informó a La Razón Luis Oporto, padre de la víctima.
Alegato. “Pasó un año y ocho meses, y no es posible que un hecho de conocimiento público, y que además tiene un asesino confeso, pueda dilatarse con esas artimañas”, protestó, aunque el aludido alegó que carecía de recursos para contratar un profesional.
La Razón entrevistó a Humberto P. P., quien dijo que apelará para que le resten años de la condena, ya que según él no planificó el asesinato y que mató a Loui al influjo del alcohol y las drogas que habían consumido.
“Me arrepiento de todo. He actuado en el momento, al calor de la sustancia que hemos consumido, no recuerdo muchas cosas, se me ha imputado por el delito de asesinato. No tenía ningún motivo para matar a Loui, simplemente hemos discutido”, contó.
“Si hubiera planificado, hubiera escapado. Fue la primera vez que consumía cocaína, mi error fue insultarlo a Loui, se alteró, sentí su mano en mi cuello, trataba de soltarme, no podía respirar. Se me ocurrió agarrar un cuchillo que tenía para cortar pan y le di en el estómago. Permanecí con el cuerpo esos días, no podía dormir”.
Sin embargo, él y David B.C. ocultaron el cadáver y se repartieron el dinero. En el tumbado del cuarto del aludido, la Policía encontró parte de los $us 4.500 que el joven llevaba consigo.