Decenas de víctimas del temblor viven en las calles de LLoja
Sus viviendas quedaron destruidas y ahora deben cocinar sus alimentos a la intemperie. Aun temen por los temblores y el acceso a la zona continúa afectado por derrumbes.
Decenas de familias viven en las calles de Lloja alojadas en carpas hechizas desde que a principios de mes fueron víctimas de un sismo de 4,9 grados en la escala de Richter. Los niños también utilizan carpas para pasar clases, mientras sus padres dividen tareas para obtener el alimento que necesitan para su subsistencia.
Un reportaje difundido al medio día de hoy por la red PAT mostró las duras condiciones en que viven estas familias, aun asustadas por lo que vivieron ese miércoles 1 de octubre y la réplica de 3,3 grados que sintieron cinco días después.
Las imágenes difundidas por el medio televisivo muestran cómo las víctimas continúan cocinando sus alimentos en las calles mientras intentan recuperar las debilitadas estructuras que dejó el temblor. Pero eso no es todo, la situación se torna aun más compleja debido a que la carretera de acceso a la población quedó afectada por derrumbes, lo que dificulta el envío de ayuda.
«Me da miedo, no podemos vivir toda la vida en la calle», se quejó al periodista enviado por PAT una mujer que, junto a otras víctimas del movimiento sísmico, se reunió para contar sobre sus problemas frente a las viviendas destrozadas por el fenómeno natural. Otra de ellas declaró: «Hemos perdido todo, no tenemos donde vivir».
Lloja fue el epicentro del temblor que el 1 de octubre sacudió poblaciones de Quime, Chulumani, Irupana, Taca y Cajuata, además de la ciudad de La Paz.