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Amautas reivindican a ñatitas

Jimena agacha la cabeza entre sollozos, mientras la mama t’alla Cristina invoca a los achachilas y pide a la Mama Tunupa que ayude a la joven. Así celebraron ayer los sabios andinos la fiesta de las ñatitas, que ellos dicen se llama Amaya Raymi.

Amautas y mama t’allas de varias provincias de La Paz se reunieron ayer en un costado del Cementerio General para rendir homenaje
a la ñatita Mama Tunupa, un cráneo que según los yatiris fue recogido de un lugar sagrado

Este año, la mama t’alla Cristina Oblitas es imay raymi (o preste) de las ñatitas Mama Tunupa y del Tata Andrés.

Varias personas se acercan a este lugar para dejar flores, coca y velas. Después, el amauta o la mama t’alla toma la cabeza del creyente y eleva un pedido a las achachilas y a las ñatitas para que las ayuden y bendigan a su familia.

Grupos de alma pinkillo, bandas de música y concertinas, que interpretaban principalmente morenadas, dieron el ambiente musical a la celebración de las ñatitas, ayer en el Cementerio General.

Una de las novedades de la fiesta fue la presencia de estos amautas y yatiris. Según uno de ellos, Agustín Fernández, la celebración se denomina Amaya Raymi y proviene de la época precolombina, cuando se festejaba a los muertos durante un mes. El último día se realizaba la cacharpaya, que coincide con la celebración actual de las ñatitas, el 8 de noviembre.

“Antes momificaban a nuestros amayas y sacaban los cuerpos en procesión por los ayllus, ahora solo se saca en calaveritas”, cuenta la mama t’alla Cristina.

Al mediodía, los amautas y las mamas t’allas fueron a la tumba del intelectual indianista Fausto Reinaga para hacer un ritual. Luego se dirigieron a la parte trasera del Cementerio para un apthapi y para pasar la preste a otra persona.

Fiesta de las ñatitas en La Paz

Cada 8 de noviembre, el Cementerio General recibe a cientos de personas con  cráneos humanos, llamados ñatitas, que son objeto de devoción pagano-religiosa. Según los creyentes, reciben protección   y bendición.

Este año, la preste “oficial” es Miriam Berbetty, quien tiene cuatro ñatitas: Martín, Martina, María y Pancho. Ella asegura que recibió muchos favores de estos cráneos humanos.