Las principales sospechosas de la muerte del bebé son 2 enfermeras
Informe. Cuatro personas fueron imputadas por encubrimiento a las enfermeras
Las enfermeras Naty Ch. B. y Martha T. A. son las principales sospechosas del fallecimiento del bebé de ocho meses Alexander Choque Villanueva, según se desprende del requerimiento de imputación formal que elaboró la comisión de cuatro fiscales que investiga el caso.
El documento menciona que si bien no se descarta la hipótesis de la violación, la agresión se produjo “cuando la víctima era asistida por estas dos ciudadanas”, ambas funcionarias del Hospital del Niño y enviadas a prisión. La posibilidad que se baraja es que el infante fue agredido con un objeto aún no determinado.
El sábado, de diez aprehendidos en este caso, siete fueron imputados y la jueza Lía Cardoso dispuso medidas cautelares para ellos. A las dos enfermeras y a la madre sustituta Madeleine Paola P. Ch. se les acusa de infanticidio, aunque con diferente grado de responsabilidad, y la jueza ordenó su detención preventiva.
La enfermera Isabel C. C., la médica Sandra D. M. C., el estudiante Darío R. T. y el médico José L. D. A. son acusados de encubrimiento y se ordenó su detención domiciliaria.
DETALLE. La comisión de fiscales imputó a las dos enfermeras por la probable comisión del delito de infanticidio, tipificado en el artículo 258, inciso 1 y 2 de la Ley Nuevo Código Niño, Niña y Adolescente 548, y en el marco del artículo 20 del Código Penal, referido a la autoría de un hecho criminal. Mientras, Madeleine Paola P. Ch., quien fuera la madre sustituta, fue acusada de infanticidio con relación al artículo 13 Bis del Código Penal, referido a comisión por omisión.
La imputación señala que el 13 de noviembre (00.00) Madeleine Paola P. Ch. se dirigió al dormitorio del bebé para alimentarlo y a las 05.30 se percató de que estaba llorando y lo puso boca abajo. Minutos después, el bebé no respondía, por lo que lo llevó a enfermería, donde la enfermera Lola R. decidió trasladarlo al Hospital del Niño.
Allí fue atendido por el doctor José Luis D. (07.11), quien señaló que el niño llegó sin signos de violencia. El pequeño ingresó primero a la sala de emergencias y luego a la sala de reanimación, donde fue atendido por las dos principales acusadas, el doctor de emergencias y Sandra Daniela M. (médica residente), quienes lo reanimaron tras varios minutos.
Luego el médico decidió que el bebé sea atendido en la Unidad de Terapia Intensiva, pero como no había espacio coordinaron su traslado al hospital Juan XXIII (09.45 y 10.00).
Según los fiscales, al revisar al bebé en ese nosocomio el galeno de turno evidenció que el niño tenía lesiones en la región anal, por lo que se dio parte al personal policial para el inicio de las investigaciones con el diagnóstico de “traumatismo abdominal cerrado a descartar, neumonía de la comunidad, síndrome de Kempf (maltrato infantil) laceración de ano a hrs. 11 y 12, abuso a descartar”.
El informe señala que se hicieron reanimaciones tres veces porque el pequeño entró en paro cardiaco, pero pese a ello perdió la vida (18.30).
Antes del deceso, el 13 de noviembre, la doctora Ángela Mora emitió un certificado forense que en la parte conclusiva indica: “con peligro inminente de perder la vida, con signos de coito anal reciente traumático, lesiones traumáticas en tracto intestinal bajo a descartar, eritema en región frontal, dermatitis de pañal, paro cardio respiratorio. Se sugiere valoración urgente por especialidad de cirugía pediátrico”.
Posteriormente, el médico forense Christian Vargas Camacho informó que la causa de la muerte fue “anemia aguda severa por hemorragia externa, laceración ano sigmoidea, traumatismo anal penetrante, en observaciones señala lesión sexual contranatural. No se descarta la introducción de miembro viril erecto u objeto de características similares”.
En la fundamentación jurídica, los fiscales señalan que las imputadas Naty Ch. B. y Martha T. A. estaban al momento en que se produjo la lesión en la parte anal de la víctima.
“Para los suscritos fiscales se trata de una penetración en la parte anal, probablemente de un objeto libidinoso rígido (termómetro, dedos, etc.) que habría sido introducido en la parte genital del niño (…) es decir que la lesión que causa este sangrado fue realizada en el Hospital del Niño cuando la víctima era asistida por estas ciudadanas”, dice el documento.
Con relación a los imputados Sandra M., José Luis D., Isabel C., Darío R., el requerimiento de los fiscales señala que se presume que estos ciudadanos tuvieron interacción directa al momento de la reanimación de la víctima en el Hospital del Niño y que en su participación habría un presunto encubrimiento a las enfermeras acusadas por infanticidio.
Los fiscales señalan que ninguno de los acusados puede explicar quién o en qué momento se cambia el pañal al niño, hecho que presumen fue realizado por ambas personas, “ni tampoco se puede dar con la persona que realizó la toma de la temperatura de la víctima”.
Los centros preocupan a Nardi Suxo
Autoridad
La ministra de Transparencia, Nardi Suxo, expresó su preocupación por los centros de acogida. “Hoy es un bebé, mañana otro, no sabes qué está sucediendo”, señaló.
Madre sustituta habría maltratado al infante
En su imputación, la comisión de fiscales que atiende el caso del bebé Óscar Alexander Choque Villanueva refiere que se presume que Madeleine Paola P. Ch. fue quien maltrató al bebé en vida. La joven de 19 años cumplía la función de madre sustituta en el Hogar Virgen de Fátima y estaba a cargo del infante fallecido el jueves 13.
“Por el diagnóstico inicial del médico e informe del asignado al caso, se tiene que el niño habría sufrido maltrato porque ingresa con el diagnóstico de síndrome de Kempf, lo que evidencia que era objeto de violencia física”, se lee en el documento. Agrega que, tomando en cuenta que era la “única” persona encargada del cuidado de la víctima, “se presume que es ella quien con probabilidad maltrató en vida al niño”.
Precisa además que cuando ella encontró al bebé llorando la madrugada del 13, de “forma negligente” colocó al niño boca abajo, de barriga, con el riesgo de una broncoaspiración, ya que el infante tenía cierto grado de intolerancia a la lactosa, por lo que constantemente regurgitaba la leche que consumía en diferentes ocasiones.
Justamente con este diagnóstico inicial fue trasladado al Hospital del Niño, donde fue sometido a un proceso de reanimación.
“Según declaraciones del personal que atendió al niño, en primera instancia se tiene que, al momento de la reanimación, se extrajo gran cantidad de leche de las vías respiratorias, ya que se realiza una succión de ellas, aspecto corroborado por la propia cuidadora, lo que denota que su actuar fue negligente”, refiere el requerimiento.
Alexander vivía desde agosto en el Hogar Virgen de Fátima, ubicado en la calle 3 de Obrajes, donde hay en total 105 infantes que no pasan de los cinco años.