Cuidadores lotean parqueos libres de San Miguel y Santa Bárbara
Quejas. En horas pico eligen quién va a estacionarse y ocasionan daños a los autos

Los cuidadores de autos se dividieron el control de los parqueos en vía pública y de libre acceso de San Miguel y de inmediaciones de la cancha Zapata, y cada asociación cobra por permitir el estacionamiento de los vehículos y sus servicios. Conductores denuncian excesos.
En horas pico los cuidadores —que supuestamente garantizan que los motorizados no serán robados ni sufrirán la sustracción de partes y accesorios— escogen a quienes pueden estacionarse. Cuando el vehículo es dejado en el sitio por mucho tiempo, pinchan sus llantas o lo rayan. Además, existen quejas del robo de autopartes y el cobro de un monto fijo de Bs 4 por su trabajo.
“Se supone que hay parqueos abiertos en la avenida Montenegro, pero los cuidadores se atajan y aunque uno les dice que será un rato, no dejan que uno se estacione. Tuve un problema con una de esas personas y parece que la Alcaldía no pone freno a esta situación”, denunció Tomás Pórcel, dirigente de la Asociación de Propietarios de Radiotaxis.
José Méndez, funcionario público, explicó que los fines de semana se dirige a las canchas que están al final de la Avenida del Poeta y que allí los vigilantes piden no menos de Bs 4. “Cuando volví a mi vehículo le di a la cuidadora Bs 2 porque me lo vio el auto, pero la señora se molestó y pidió Bs 4; cuando le dije que no iba a pagar esa suma, en tono amenazante me exigió que no volviera”.
El director especial de Movilidad Transporte y Vialidad del Gobierno Municipal de La Paz, Julio Figueroa, adelantó que para el próximo año se prepara un plan de estacionamientos para regular todos los problemas que se dan en estos espacios en vía pública y de uso presuntamente libre.
En un recorrido por el barrio de San Miguel, el 18 de noviembre, La Razón identificó al menos siete áreas delimitadas por igual cantidad de grupos de individuos que dicen pertenecer a la Asociación de Cuidadores de Autos San Francisco.
Gonzalo Sabina, exdirigente del sector, explicó que hasta hace un par de años estaban afiliadas a la organización aproximadamente 34 personas; sin embargo, por motivos políticos, esta agrupación se fue desuniendo y ahora existe incertidumbre sobre quienes las representan y organizan los espacios de trabajo. “En San Miguel hay quienes trabajan más de 30 años cuidando los vehículos, pero últimamente han ingresado personas como indigentes, que hacen quedar mal a todos los cuidadores”, añadió.
Peter Burgos, otro vigilante, informó que toda el área de San Miguel, que incluye la calle Patiño, la avenida Montenegro y la calle 21 de Calacoto, está delimitada. “Pero no todas las personas salen a trabajar todos los días, porque existen sitios que son más llenos que otros. A veces, también consiguen trabajo (fijo) y abandonan sus áreas”, indicó.
En un día óptimo, quienes se inventaron este oficio para sobrevivir pueden recibir hasta Bs 120 si se incluye el lavado de autos, por el que cobran entre Bs 10 y Bs 30, dependiendo del tamaño del motorizado. En todos los casos, los cuidadores aseguraron que no tienen una tarifa fija y que la remuneración depende de la “voluntad del dueño”.
Sin embargo, hace más de un año que algunos de los sectores fueron ocupados por indigentes, quienes se molestan cuando les dan pocas monedas, contaron a este diario siete vigilantes antiguos. “Hay sitios donde rayan el auto, especialmente (de quienes) dejan todo el día sus vehículos porque dicen que así no ganan nada”, contó la cuidadora María Mendoza.
El robo de autopartes también se hizo común en la avenida Montenegro. Según los entrevistados, este fenómeno se debe a que los mismos clientes vienen a pedir que se los consigan autopartes de otros coches. “Hay un joven que consigue todo lo que les piden, es conocido. Así, obviamente gana más dinero, pero igual nos hacen quedar mal a todos”, precisó Marco Tito. Otros optaron por pinchar las llantas, para ganarse unos centavos con el cambio de los neumáticos, aseguraron a este diario.
Abuso. En Santa Bárbara, al final de la Avenida del Poeta y cerca de la cancha Zapata, el principal problema tiene que ver con la exclusividad, pues los cuidadores eligen a sus clientes y fijaron un monto superior a Bs 4 como retribución, denunció Agustín Poma; aunque Ofelia Reyes negó la veracidad de esta denuncia: “es a voluntad de las personas”.
Uno de los espacios que ella explotaba fue concedido por la Alcaldía a la vendedora de autopartes Celia Choque, como compensación porque la parada del LaPazBus Laderas está frente a su tienda, pero pese a la decisión edil, Reyes no quiere ceder ese espacio y “se ataja de todos los parqueos. Es un abuso, no tengo dónde atender a mis clientes”, declaró la comerciante afectada. Al final de la Avenida del Poeta, también en Santa Bárbara, hay dos parqueos para los que practican deportes en las canchas ediles.
Allí hay dos cuidadores de vehículos, quienes defendieron su medio de trabajo que les permite sobrevivir. “A veces, paso con trapito y me dejan algunas monedas, pero no es obligatorio el pago, sino voluntario”, aseguró Tito Quispe, quien además contó que en épocas de feria hay personas que avasallan “su sitio de trabajo”. “Ojalá alguien controlara e hiciera respetar los puestos de trabajo”, lamentó, aunque ese parqueo como los otros son libres.
Ley de transporte y los parqueos
La Ley Municipal de Transporte y Tránsito Urbano en La Paz, aprobada en 2011, establece que la Autoridad Municipal de Transporte y Tránsito determinará los modos, condiciones, criterios técnicos y requisitos para la administración de estacionamientos en vías públicas, así como las paradas momentáneas, que considere oportuno implementar. “Los estacionamientos en las privadas, ya sea de uso público o particular, se sujetarán a una reglamentación específica”, dice la norma.
Opinan los lavadores
Gonzalo Sabina: ‘En San Miguel trabajan unos 42’
“En el sector de San Miguel trabajan por lo menos unas 42 personas que están repartidas en distintos puntos de esta zona. Hay lugares donde no todo los días vienen los cuidadores, sobre todo están fines de semana y la mayor cantidad de personas viene jueves, viernes y sábado. Hay algunos que no trabajan conscientemente”.
María Mendoza: ‘Los que roban nos hacen ver mal’
“Hay varios cuidadores que aparecen de la noche a la mañana, que no cuidan y más bien roban partes de los autos y lo malo es que nos hacen ver a todos mal. Somos personas de escasos recursos económicos que intentamos ganarnos un poco de dinero para mantener a nuestras familias, nosotros trabajamos con nuestros hijos”.
Francisco Quispe: ‘Es nuestro único sustento’
“Las personas de la Guardia Municipal nos vienen a molestar, nos quitan los baldes, no sé si será esa su obligación. Es el único sustento que tenemos, por eso estamos siempre en este lugar aunque esté vacío. Cuando dejan los coches, como soy responsable, me quedo hasta que llegue el dueño, aunque a veces sea tarde”.
Tito Quispe: ‘Algunos nos quieren avasallar’
“Hay personas que quieren invadir nuestros puestos de trabajo y nos quieren avasallar. Yo trabajo en la salida de la Avenida del Poeta y ese problema se presenta especialmente cuando están por empezar las ferias de Navidad y de Alasita o cuando realizan otro tipo de eventos en la Plaza del Bicentenario. No hay quién nos haga respetar”.