William, un empresario paceño, sufrió el robo de dinero y joyas de su domicilio. Él confió información valiosa a Gabriel, uno de sus amigos. A través de él se enteraron de la existencia de dinero y joyas en la vivienda de William. Además del estudio a la rutina diaria de la víctima, los asaltantes contrataron a una mujer para facilitar el ingreso a su casa.
“Para ese momento ya se sabía dónde iba a beber. Ahí entra la chica, quien le hace tomar cada vez más alcohol y le propone acompañarle a su domicilio para continuar bebiendo”, explica Jesús, exreo de San Pedro, quien pasó diez años tras las rejas por el delito de homicidio.
La mujer tiene la misión de seducirlo, observar dónde deja las llaves y sacarle información sobre si hay instaladas cámaras de vigilancia, alarmas y otros, antes de dejarlo dormido gracias a un somnífero diluido en una copa de alcohol. “Los ‘pildorean’ pues y después llaman por teléfono celular a los delincuentes que hacen el asalto”, añade el exconvicto.
Cuando William despertó horas más tarde, la caja fuerte estaba abierta, y el dinero y las joyas que guardó dentro habían desaparecido. Además de usar mujeres, pueden acercarse a la víctima con una caja de cerveza, como si fueran sus amigos, para continuar la fiesta.
Hay bandas que suplantan al personal de la Distribuidora de Electricidad La Paz (Delapaz), de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) y de las firmas que ofrecen el servicio de televisión por cable. Se presentan en los domicilios con el pretexto de arreglar algún desperfecto reportado a emergencias.
Riesgo. “Tengan cuidado, es fácil falsificar las credenciales de cualquiera de los servicios. En eso ellos (los delincuentes) son muy hábiles, pueden hasta robar uno para ponerle su fotografía”, recomienda el expreso. En el pasado, más de una imprenta fue denunciada por reproducir ilegalmente documentos de identidad, otra de las “especialidades” de los falsificadores de billetes.
Los asaltantes de viviendas, quienes son conocidos como monreros en la jerga delictiva, por lo general son clanes familiares. El parentesco es una garantía de lealtad entre ellos, agrega el expresidiario entrevistado por este periódico.
Fiestas, pasillos y asaltos
.“Hay que tener mucho cuidado en las fiestas de Carnaval porque los descuidistas aprovechan para delinquir”, indica un investigador de la División de Delitos contra la Propiedad de la FELCC.
.Casas de tres y cuatro pisos donde funcionan locales de baile son preferidos por los delincuentes para asaltar personas o parejas que dejan la fiesta, advierte el mismo oficial de policía.
FELCC da 5 consejos para el Carnaval
No alardear del dinero en público, ignorar las provocaciones en la calle, bares y locales de baile, mostrar seguridad, estar alerta cuando vaya a sacar dinero de un cajero automático e instalar cámaras de vigilancia si tiene valores en su domicilio y puede correr con el gasto, son los cinco consejos de la Policía para gozar del Carnaval sin contratiempos.
La División de Delitos Contra la Propiedad de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz recomienda seguirlos al pie de la letra para evitar ser víctima de delincuentes cuando camina por una arteria, detiene su auto frente a un semáforo, aborda un vehículo o va de compras y también para no verse envuelto en riñas y peleas.
La ostentación económica —llevar joyas, portar aparatos portátiles caros, exhibir tarjetas de crédito y otros— es un error, como lo es el caminar inseguro, arrastrando los pies, demasiado rápido, señal de ansiedad, o con la vista perdida, recuerda un investigador de esa división policial.
Alerta. Oficiales de la institución también alertan de un nuevo método usado por los delincuentes para distraer y robar en el que las protagonistas son las mujeres. “Se acercan dos y le empujan a uno gritando que él las intentó manosear y, en medio del escándalo, el infortunado pierde su billetera o su teléfono celular”, explica un detective. Si los asaltantes ponen en marcha esta nueva táctica, lo mejor, de acuerdo con la Policía, es alejarse e informar de lo sucedido al primer agente del orden con el que se tope.