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Más de 200 reclusos buscan superarse en aulas del penal

Saber Matemáticas y Lenguaje alienta a la mayoría de los 204 reos del penal de San Pedro, de La Paz, que ayer se graduaron en primaria con el Programa de Postalfabetización del Ministerio de Educación. Todos aseguraron tener la voluntad para llegar al bachillerato y comenzar una carrera técnica.

“Estudié hasta 5º básico y ahora estoy volviendo a las aulas después de 30 años y no fue difícil recordar como pensaba”, contó F. C., quien a sus 55 años de edad tiene la meta de ser bachiller.

F. C., padre de seis hijos, es uno de los alumnos del Centro de Educación Alternativa (CEA) instalado al interior del centro penitenciario San Pedro, que instruye a más de 2.000 reos en alfabetización, postalfabetización, educación primaria, secundaria y formación técnica.

Precisamente ayer, un grupo de 204 internos se graduó del nivel primario con un acto preparado por el Viceministerio de Educación Especial y Alternativa. La actividad se desarrolló en el sector Cancha Los Pinos del recinto, donde recibieron las libretas respectivas.

“Mi familia sabrá que tengo una libreta. Ya me inscribí para llegar al bachillerato porque mientras esté aquí voy a continuar con mis estudios”, expresó F. C. con la voz entrecortada.

A varios de los reclusos les sube la autoestima el hecho de aprender a leer y escribir, y ello se ve reflejado en la puntualidad que demuestran para empezar las clases, también hacen amigos y se ayudan entre ellos como compañeros, relató la facilitadora Rosalía Apaza.

“Aprendo mucho y hasta que obtenga mi libertad continuaré con los estudios, por mi familia, quiero poder enseñar algo a mis hijos”, afirmó P. C.

R. M. nunca asistió a un colegio y confesó que en las primeras clases en el CEA no podía captar ni expresarse bien, pero a medida que pasó el tiempo aprendió las lecciones.

Apaza, quien dedica seis horas a la semana a sus 15 alumnos, mencionó que los reos se emocionan al leer la carta de algún familiar, pues ya conocen las palabras y no piden ayuda para que otro lea por ellos.

Progreso. Agregó que con todo lo aprendido, los presos que son papás se sienten más seguros de orientar a sus hijos con sus tareas. Pero además, el Programa de Postalfabetización beneficia también a las esposas de los internos, pues hay al menos 60 mujeres inscritas en el CEA, informó J. C., delegado de educación del recinto penitenciario.

Por ejemplo, Lucía debe hacer un largo viaje desde la carretera a Oruro hasta el penal de San Pedro para completar el curso de primaria. “Tengo dos hijos y antes, cada vez que me preguntaban ‘cómo es esta tarea mamá’, yo no sabía cómo ayudarles”.

Todo sacrificio tiene su recompensa dice la mujer de 38 años. “Ya terminé primaria, ahora me inscribiré para el curso de bachillerato”.

J. C. sostuvo que el programa ayudó de sobremanera a bajar los índices de violencia porque los cursos sirven de terapia y de reinserción social.

Durante el acto de graduación, el viceministro de Educación Especial y Alternativa, Noel Aguirre, instó a los nuevos graduados a ser facilitadores de otros grupos de estudios para ayudar en el progreso a más reos.

El Programa Nacional de Postalfabetización abarca en La Paz a 46.644 personas: 21.430 de ellas concluyeron 3º de primaria, 9.135 finalizaron hasta 6º de primaria, y el resto continúa con la instrucción, según el director del programa, Ramiro Tolaba.

Centros de educación alternativa

Facilidades

Actualmente existen 16 centros de Educación Alternativa (CEA) en cárceles de los nueve departamentos; hay mayor número de matriculados en La Paz. Con el Programa  de Postalfabetización, el interno accede a libros y a un facilitador.