El asaltante tiene solo 16 años. Todas las mañanas se paraba frente al colegio Max Toledo, situado en la avenida Kollasuyo de La Paz, y con un estilete en la mano amenazaba a los escolares y les forzaba a entregarle el dinero destinado a su “recreo”. Hace un par de semanas, ya había sido sorprendido cuando le robó a un niño las monedas que le dieron sus progenitores para que se compre una merienda.
Los padres de familia lo identificaron y le advirtieron que si volvía a reincidir lo denunciarían a la Policía, pero el adolescente desoyó este aviso. Ayer se paró otra vez frente a la puerta principal de la unidad educativa e intentó asaltar a otro estudiante.
“Uno de los papás lo trajo al Módulo Policial de Villa Victoria, porque dice que primero le robó a su sobrino y hoy quiso hacer lo mismo, pero con su hijo, por eso lo agarraron”, contó un suboficial, tras dar su reporte en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). “Este muchacho intimidaba con un estilete a los pequeños, que por miedo le entregaban sus recreos. El chico ya es reincidente”, insistió el policía.
La unidad educativa Max Toledo se encuentra en la zona Cementerio, donde hay otros módulos de la fuerza pública. Los profesores del centro educativo aguardaban ayer recibir más denuncias de los padres de familia y los estudiantes para llevarlas a la fuerza anticrimen.
Cargos. Mientras el suboficial mostraba un estilete verde, el joven —quien vestía una chamarra y buzo deportivo azules— se mostraba un poco atemorizado por la presencia de los agentes del orden. En principio se dijo que el asaltante será acusado por amenaza a menores, por lo que ayer se estudiaba enviar el caso a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).
“Se lo acusará por amenazas a menores y por ser reincidente”, detalló el suboficial que lo trasladó a la FELCC. En este caso deberá participar también la Defensoría de la Niñez y Adolescencia. Una vez registrada la denuncia, el fiscal deberá definir si hubo amenazas, coacción o extorsión con uso de un instrumento peligroso (estilete).
“Hay que ver también si el adolescente es recurrente en esta forma de delinquir, para definir su situación”, opinó el abogado penalista Milton Mendoza. El profesional sostuvo que llama la atención que hayan sido los padres de familia quienes hayan tenido que aprehender al menor infractor. Mendoza indicó, además, que se debería tener un registro de este tipo de adolescentes que intimidan a escolares.