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Afectados de la 6 de Obrajes sienten el desamparo estatal

La obra debió ser paralizada,  pero no fue así. Dueños de tres inmuebles afectados por el derrumbe de un talud en la calle 6 de Obrajes debido a las excavaciones de una empresa que construye un edificio, se sienten librados a su suerte. Hasta antes de que comenzara la edificación en 2012, en el área, situada a pocos metros de la avenida 14 de Septiembre, no había ningún problema, recuerda Teddy Martínez, quien ayer con los otros damnificados expusieron su problema a los medios de comunicación y mostraron los estragos causados a sus viviendas.

“La pared de mi casa ha quedado en peligro de caída y los (de la constructora) no hacen nada  para asegurar la estabilidad de mi pared, que está colgada. Estoy indefenso, no sé qué hacer, yo tomaría alguna acción si estuviera dentro de mi predio”, declaró. “Los de la Alcaldía miran y se van, dicen que es un trabajo en predios privados”, lamentó.

Destrozos. El miércoles, el subalcalde del Macrodistrito Sur, Ernesto Villarroel, en declaraciones a La Razón, negó que se haya dejado a su suerte a los afectados y aseguró que la firma cumple con las tareas de estabilización. “Lamentablemente los vecinos no permitieron que se impermeabilicen los jardines para evitar que la humedad afloje el talud. Evidentemente se cayeron dos muros, pero porque no dejaron entrar a los obreros”, aseguró.

“Esto —replicó Óscar Vilela—  está jalado de los pelos ya que en mi vivienda no tengo jardín, la casa de Óscar Gumucio, que es la que fue evacuada, tiene patio y la de los padres Identes —congregación católica— ha tenido jardín por más de 30 años y no ha pasado nada hasta que la constructora ha removido el talud y ha causado dos desmoronamientos”.

Los misioneros Identes apelaron a la Justicia y en un proceso interdicto —recurso para impedir una obra nueva perjudicial (artículos 313, 596, 602 del Código Civil)— un juez ordenó a la compañía paralizar la edificación y concentrarse en estabilizar el terreno.

“Pero ellos siguen con la obra, y de dar seguridad a nuestras propiedades, nada. Más bien nos echan la culpa”, indicó el padre Gregorio Cabrera. El inmueble tiene grietas profundas en el suelo y las paredes del ala posterior, y tuvo que ser desocupado. La casa de Vilela perdió parte de su patio trasero y sus paredes tienen rajaduras. En el depósito —que está inutilizado— hay grietas de hasta cinco centímetros de ancho.   Enrique Iturri, director de la obra del edificio, dijo el miércoles  que se está mitigando el daño.  “Hemos puesto en marcha un plan de contingencia que fue verificado por la Alcaldía”.

Además, alegó que para tener una cuña pasiva se necesita avanzar en la cimentación de un bloque, por lo que se siguió edificando. Vladimir Toro, secretario edil de Gestión Integral de Riesgos, advirtió ese mismo día que “todavía se mantiene el riesgo” en el área.

Apuntes sobre este conflicto

Ubicación

El edificio Isabel se construye en la calle 6 de Obrajes, en el acceso a la zona de Rincón Alto y Rincón Bajo, a pocos metros de la avenida 14 de Septiembre.

Derrumbes

En febrero de 2015 se produjo el primer derrumbe del talud por las excavaciones, y el segundo el  1 de marzo.