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Sentencian a 23 años de cárcel a violador de una menor en Potosí

La Fiscal Departamental de Potosí, Willma Blazz, informó este viernes que el Tribunal de Sentencia de la localidad de Tupiza dictó sentencia condenatoria de 23 años de presidio para René Ricardo Mamani Cari, por el delito de violación cometido en 2011.

«El Ministerio Público de Potosí cumpliendo con los plazos establecidos por norma procedimental, presentó la acusación formal solicitando la sanción máxima. Se logró demostrar la autoría con las pruebas recabadas en la fase de la investigación mediante la pericia psicológica y pericia de Genética Forense», sostuvo.

Según un boletín de prensa de la Fiscalía General del Estado, Blazz dijo que el Ministerio Público de Potosí trabaja de manera» incansable y responsable» en todos los casos que se atienden a diario, para lograr una justicia «pronta, eficaz y oportuna, luchando contra la impunidad».

Conforme a los antecedentes del cuaderno de investigación penal, el Ministerio Público dio la apertura del proceso penal por la presunta comisión del delito de violación ya que la víctima fue objeto de tocamientos impúdicos desde los 9 años de edad por parte de René Ricardo Mamani Cari, concubino de su madrina de bautismo, quien aprovechó que los padres de la menor trabajaban en el área rural como profesores y dejaban a sus dos hijas menores al cuidado de la madrina.

Cuando la víctima tenía 13 años de edad habría fallecido su madre biológica, por lo cual el padre de la víctima se vio afectado y habría empezado a consumir bebidas alcohólicas por varios meses, dejando al descuido de sus dos pequeñas hijas, entre ellas la menor quien fue la víctima.

En esas circunstancias el ahora sentenciado, aprovechando que la menor se encontraba desprotegida, habría abusado sexualmente de ella y a consecuencia de ello la víctima habría quedado embarazada dando a luz a su hijo a la edad de 14 años (2012).

Desde esa fecha, la víctima mentía a su padre biológico sobre su embarazo puesto que el agresor la golpeaba y agredía físicamente amenazándola para que no contara nada, obligándola a callar la violación y manifestar que el padre de su hijo era un compañero de su colegio que ya no vivía en esa localidad.