Icono del sitio La Razón

La casualidad reunió a víctima y asesino

No se conocían, aunque vivían a cinco cuadras de distancia en el vecindario de Santiago de Lacaya, La Paz. Néstor Clemente Ch. C., de 24 años, había consumido alcohol cuando se topó, en el pasaje 25 de Julio de Santiago de Lacaya, con Boris David Zambrana Gutiérrez, de 32 años, el sábado 26 de abril, quien también estaba ebrio.

Se desconoce cómo pero ambos terminaron de beber juntos una botella de tres litros de ron en uno de los descansos de la gradería que lleva a la casa del más joven, quien asesinó y descuartizó allí a su compañero de copas.

Después fueron a una tienda a comprar más alcohol y con otro botellón de ron se dirigieron a la vivienda donde el asesino ocupaba una habitación en alquiler,  según la reconstrucción del espeluznante crimen efectuada ayer.

Néstor Clemente fue capturado en una redada la madrugada del lunes 27 de abril y en su maletín la Policía halló la cabeza y los miembros superiores de la víctima. Luego condujo a los investigadores hasta su casa donde se hizo el levantamiento legal del tórax y las extremidades inferiores.

Sin embargo, ayer en el acto judicial y apenas con monosílabos dijo no recordar nada desde que ambos ingresaron a su habitación, informó su abogada Zulma Yuna.

“El asesinato fue premeditado porque al interior del domicilio éste procedió a propinarle un golpe en la cabeza, logrando desmayarle, luego le degolló, es ahí que reacciona don Boris (…). Él se defendió porque sus uñas estaban rotas”, aseguró por su parte Marco Guía, defensor de la familia de la víctima. La tarde del domingo el sujeto lo desmembró. La incógnita aún no despejada es ¿por qué?