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Rezago y abandono, principales efectos del embarazo adolescente

Rezago en los proyectos de vida, abandono de la pareja o de la familia, frustración emocional y riesgos en la salud al no tener aún un cuerpo preparado para la maternidad son las principales consecuencias de los embarazos en adolescentes, según UNFPA. “Dejé el colegio porque mis papás me decían: para qué vas a estudiar si vos tienes a tu hija, vos tienes que cuidarla. Quiero estudiar y salir adelante pero no me dejan ni salir a la calle, piensan que puedo irme con mi pareja. ¿Quieres ir a buscarlo vos?, así me dicen”, contó una adolescente de 16 años.

Este testimonio fue recogido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que realizó una encuesta en 14 municipios de La Paz, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca sobre la situación de la madre joven en Bolivia, tomando en cuenta 3.966 historias clínicas prenatales.

“Las adolescentes sienten que sus planes se desvanecen o deben postergarse para asumir responsabilidades relacionadas con la crianza del hijo. (…) En pocos casos ellas afirman que un hijo las impulsó para seguir estudiando y salir adelante”, señala el informe de UNFPA, al que tuvo acceso La Razón.

Exclusión. El documento agrega que en todo el proceso de maternidad se presentan situaciones de discriminación hacia ellas en el colegio y centros de salud. “También hay una autodiscriminación que las lleva al aislamiento social porque sienten que las miran mal”. Estas situaciones pueden derivar en la frustración de por vida.  En Bolivia, de acuerdo con el Censo 2012, hay 1.106.248 personas entre 15 y 19 años, y 546.999 son mujeres; de ellas, 65.947 declararon que tienen al menos un hijo. Es decir, de cada 100 adolescentes, 12 ya son madres; del total, 41.585 viven en las urbes y 24.362 en el área rural.

La maternidad solitaria es otra característica identificada por el estudio, realizado entre 2013 y 2014. “No tengo apoyo de mi familia. Criaré a mi hijo sin su papá. La desventaja es que trabajaré el doble”, dijo una mamá de 19 años.
“En muchos casos, los varones no asumen su paternidad o son enviados al cuartel por sus padres, como castigo”, resalta el estudio.

Otro efecto se da en la salud. Taborga advirtió que antes de los 15 años la mujer no tiene desarrolladas todas sus capacidades reproductivas como para soportar un embarazo y un parto.

“La maternidad se convierte en un acelerador de la adultez que, en la mayoría de los casos, condena a las adolescentes a abandonar sus proyectos de vida. Su embarazo y parto son solitarios, deja de estudiar, accede a un trabajo de baja calidad, lo que aumenta su vulnerabilidad frente a la pobreza, la exclusión y la dependencia”, señala el informe. Israel Lahor, coordinador del Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativa, consideró que si bien existe una resolución del Ministerio de Educación que prohíbe la expulsión de adolescentes embarazadas de colegios, la comunidad educativa las margina.

“Algunos papás y mamás creen que el embarazo es contagioso. Hay que evitar la discriminación a la mamá adolescente”, indicó. Gloria Suárez, técnico de Fe y Alegría, agregó que la discriminación en estos casos ocasiona, en su mayoría, que las adolescentes dejen los estudios por vergüenza, por lo que sugirió tomar consciencia.

Incidencia de casos en Bolivia

Cifras

En Bolivia, cada día se registran 246 embarazos en menores de 20 años, según el Sistema Nacional de Información en Salud-SNIS, con datos de 2013.

Región

Santa Cruz y Cochabamba tienen la mayor cantidad de madres entre 15 y 18 años, de acuerdo con los datos del Censo 2012.

Prevención

UNFPA observó que los padres no hablan con sus hijos sobre sexualidad porque no saben cómo abordarlo. Adolescentes desconocen la anticoncepción.

Las recomendaciones

Celia Taborga: ‘Educación sexual ayuda a entender’

“Una educación sexual integral ayudará a los adolescentes a entender y denunciar cualquier violencia sexual. Con esto ellos comprenderán cuándo y en qué condición se debe tener una relación sexual. La información es vital para conocer los métodos anticonceptivos, que no permiten embarazos no deseados”. Es representante de UNFPA

Israel Lahor: ‘Se debe  prevenir desde el hogar’

“Es necesario prevenir y este proceso debe empezar en el hogar, donde los padres deben generar lazos de confianza con sus hijos para discutir temas de sexualidad. Si hay un embarazo en el colegio, se debe informar sobre sus derechos a la mamá. La comunidad debe apoyarla para que no abandone sus estudios”. Es coordinador del Cebiae

Gustavo Marconi: ‘La educación es la clave’

“Hay varios caminos que  afrontar, entre políticas sociales e institucionales. El Estado debe responder mejor desde la educación, es la clave, porque se trata de una mujer y de un niño. Cuando una madre adolescente tiene cursos superiores reacciona bien, de lo contrario el embarazo llega a ser un perjuicio”. Es director del Hospital de la Mujer

Gloria Suárez: ‘Se debe sensibilizar a las familias’

“Se debe sensibilizar sobre los embarazos no deseados a los y las adolescentes, pero también a la familia sobre la importancia de la parte afectiva. En los colegios de las áreas rurales, sobre todo, el tema de la sexualidad aún sigue siendo un tabú por parte de los padres, por ello la necesidad de información”. Es psicopedagoga de Fe y Alegría

Testimonios

‘Lo más triste fue cuando mi mamá me negó’: Adolescente 18 años, Punata, Cochabamba

Un día antes de las vacaciones invernales se llevó a cabo la entrega de boletines del segundo bimestre y fue cuando el director, mi asesora y una profesora entraron a mi curso. Ellos me dieron un bidón grande de aceite y casi tres o cuatro kilos de arroz. También una chompa gruesa, una colcha y ropitas para mi bebé.  El director del colegio me dijo: “no sabía tu situación, pero me siento orgulloso de tener una alumna que está luchando junto con su nena”.

El momento más triste de toda mi vida fue cuando mi mamá me negó. La última vez que ella me dijo que no era su hija fue hace dos meses, frente a mi tía, mi abuela y mis hermanos. Ella no estaba borracha, en esa oportunidad me aguanté, fue la primera vez que no lloré.   Mi mamá no fue a visitarme cuando se enteró de que tuve el parto. Mi madre había dicho que me muera. Yo no quiero casarme ni tener novio, quiero dedicarme solo a mi hija.

‘No conozco el condón, recién la profesora  nos informó’: Adolescente de 15 años, Uncía, Oruro

El condón no lo venden a menores de edad, pero sé  que lo tienen las farmacias y quienes lo consiguen fácilmente son los hombres. No conozco el condón, recién la profesora nos informó sobre lo que se puede evitar si una relación sexual se da con un preservativo. Yo tengo mi chico y mi mamá hace poco me comentó que había el condón. Mi pareja nunca me habló de eso tampoco; él es mayor que yo, tiene 19 años cumplidos.

La primera vez que tuve relaciones fue este año y sin condón. Fue una experiencia rara porque fui forzada, yo no sabía que iba a pasarme eso.  Sucedió arriba, en el cerro, cuando mi chico me invitó a caminar por ese lado.  Todo iba bien hasta que me embaracé; cuando lo supe me asusté y tuve la esperanza de que mi chico me iba a ayudar, pero cuando se enteró empezó a alejarse poco a poco. Estoy sola en esto.

‘Mi madre decía que mi hijo arruinaría mi vida’: Adolescente de 17 años, Tiquipaya, Cochabamba

Mi mamá me hacía sentir mal cuando estaba embarazada, decía que mi hijo iba a ser un bastardo y que arruinaría mi vida. Estaba preocupada porque la gente murmuraría sobre mí, por eso no quería que yo lo tenga.  Pero ahora debo preocuparme por el futuro de mi hijo, de cómo cuidarlo. Sueño con que él estudie, sea bueno y salga profesional. Yo tengo la esperanza de terminar el colegio por lo menos, aunque no estoy segura si me dejarían ir a pasar clases con mi bebé más.

No quiero casarme porque vi muchas familias que fracasan y yo no quiero eso para mí, ni para mi hijo. Lo más feo que recuerdo es cuando tenía diez años. Mis padres se pusieron de acuerdo y escuché que mi mamá iba a recibir un dinero. En esa ocasión no sabía de qué se trataba, solamente recuerdo que mi madre llegó con dinero a cambio de entregarme (a un hombre).

‘Tengo miedo de que mis compañeras me rechacen’: Adolescente de 15 años, Tiquipaya, Cochabamba

Hasta ahora solo los profesores saben que estoy embarazada. Seguiré yendo al colegio, pero ya me dará un poco de vergüenza con mis compañeros de curso cuando empiece a notarse la barriga.  Me pongo a pensar qué dirán mi amigas cuando se enteren de mi embarazo. Tengo miedo de que mis compañeras me rechacen porque tenía una amiga en igual situación y todos empezaron a alejarse de ella, dejaron de hablarle poco a poco y tengo miedo de ese mismo rechazo.

Mi novio tiene la misma edad que yo y está feliz, él piensa que todo va a salir bien. Él dice que quiere trabajar para que al bebé no le falte nada. Nuestro plan, por el momento, es terminar los estudios en el colegio, luego tendremos que dejar de estudiar para conseguir un trabajo y ganar plata para mantener a mi hijo. Si decido seguir estudiando tendría que trabajar por las mañanas y dedicarme al estudio por las noches, lo primordial es que los tres estemos bien y que mi hijo nazca sanito, eso es lo que quiero.