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Con el Corpus Christi, La Paz abre sus brazos al papa Francisco

El arzobispo de La Paz, Edmundo Abastoflor, dio ayer por iniciados de manera oficial los actos que preceden a la visita de Francisco durante una inédita y masiva celebración del Corpus Christi.

El prelado ofició una misa que congregó a una multitud de fieles de diversas zonas de la sede de gobierno y delegaciones del área rural, en la que se entonaron cánticos y se oró por las necesidades de los pobladores de La Paz. Luego, los devotos protagonizaron una procesión por el centro.

“Este es como un inicio oficial de la preparación de la visita del papa Francisco”, dijo Abastoflor en su homilía y anunció que a partir de esta celebración se conocerá la agenda de las actividades que el Papa desarrollará durante la estancia en la ciudad.

Abastoflor explicó que estos preparativos versan sobre “lo que se va a hacer y lo que se va a trabajar” dentro del cuerpo eclesial. Esta agenda interna estará marcada por reuniones en las que la preparación para la llegada del Pontífice será la tarea central: se trata de “ver qué es el Papa, qué es la Iglesia, a dónde nos llama el Señor. Tenemos que hacer formación y transformación de todos”.

La celebración del Corpus Christi, “cuerpo de Cristo” en su traducción latina, remite a la concepción cristiana de que Jesús permanece en la Tierra en forma de pan (el cuerpo) y de vino (la sangre). En esta jornada se viene a rememorar, tal y como lo explicó el propio Abastoflor, el cómo Jesús entregó su cuerpo y su sangre “por nosotros” para “quedarse en el pan y en el vino como alimento para nuestras vidas”. “Dios no puede acercarse más íntimamente a nosotros que de la forma en que lo ha hecho”, sentenció el Arzobispo de La Paz.

Al acto llevado a cabo en el Teatro al Aire Libre Jaime Laredo, acudió el alcalde Luis Revilla, quien se mostró solícito a lo que explicó fue “la invitación de nuestra Iglesia para estar presente en esta importante celebración, acompañando al Arzobispo y a los vecinos de La Paz”.

El acto religioso se desarrolló con la nota musical que pusieron los ritmos de cumbia, góspel y huayño, interpretados por una banda de músicos en directo.

A la cita de este jueves acudieron bastentes jóvenes. La fe, en cuanto a su calado entre la gente joven, “es mucho más difícil por todo el tema de la comunicación, de la tecnología”. Así lo afirmó Rafael Jiménez, perteneciente al Movimiento apostólico de Schoenstatt, una corriente internacional nacida en Alemania y que tiene su principal arraigo en el barrio sureño de Achumani.

Presencia. Los integrantes de este movimiento mostraron ayer su entusiasmo y sentimiento de pertenencia común, agitando su distintivo amarrado en las banderas que portaron al acto. “La sociedad es más permisiva y ha producido un alejamiento entre Dios y las personas”, añadió Rafael. El hombre “se percibe autosuficiente y cree no necesitar de un ser más grande”. Quizá por ello Jiménez puso el énfasis en que participar en los movimientos religiosos es “de mucha riqueza para uno”, puesto que el vínculo con “algo muy fuerte”, como es la fe compartida dentro de estos movimientos, “mantiene a raya los miedos y las perturbaciones”.  

“Los jóvenes viven sin un dios, pero también viven con mucho miedo de perder a su familia, las cosas materiales, de no ser lo suficientemente buenos a como la sociedad exige”, finalizó.

El acto también tuvo un espacio para el arte. El tatuador Nicome Disconde se dedicó a hacer tatuajes temporales de hena, que se borran a los cuatro o cinco días. “He venido a hacer unas cruces aquí, para la llegada del papa Francisco, aprovechando también el momento de que estamos en Corpus Christi”, dijo el artista.

Nicome cobró cinco bolivianos por cada motivo. La tinta la traen de la India, y Nicome, en su faceta creadora, valoró esta técnica como una buena forma de sortear la aprensión de la gente ante los tatuajes permanentes. Su próxima invención será un dibujo del rostro del Papa para “hacer aerógrafos y sopletear en cualquier lugar del cuerpo que le guste a la gente”, novedad que ofrecerá a quienes concurran por las calles de La Paz el 8 de julio, con la venida del Papa a suelo paceño.

En las inmediaciones del Teatro al Aire Libre no faltaron otros comerciantes como Julio Espinoza que ofrecía fotos montadas del Pontífice con el Illimani de fondo. Cerca de las 11.45 culminó la misa, tras la cual los feligreses empezaron con su procesión hacia el templo de San Francisco.

Tatiana Fernández: ‘Debemos reavivar lo que Jesús nos dejó’

“Esta homilía ha sido muy importante para prepararnos para la llegada del papa Francisco; para toda la comunidad católica es sumamente importante porque es una manera de reavivar nuestra fe. Muchas veces nos dicen que los católicos somos hipócritas porque estamos adorando a los santos, aunque en realidad la idea es renovar nuestra fe con el testimonio de Jesús, y que asumamos una manera de anunciar esa fe a un mundo que vive del consumo, de lo que es triste y no alimenta el alma. Debemos reavivar lo que Jesús nos dejó, el Espíritu Santo”.

Fernando Bustamante: ‘El Pontífice aplica aquella doctrina social’

“Esta eucaristía y las palabras del obispo suponen, esencialmente, una renovación espiritual. Vivimos en un mundo muy material, muy contingente. Lo espiritual es la esencia del ser humano. Más que una visita protocolar es una visita de un significado espiritual muy grande. El papa Francisco tiene una postura desde la que aplica todo lo que es la doctrina social de la Iglesia, o eso intenta. Eso trasciende al cotidiano de la gente más sencilla de este país, y de este mundo sobre todo. Tiene una postura crítica con los representantes de la jerarquía eclesiástica”.