Icono del sitio La Razón

Certificar un oficio ‘mejora’ los ingresos y la autoestima

Autovaloración, mejor salario y más opciones de trabajo son los beneficios a los que aseguran haber accedido personas con formación empírica después de obtener la certificación de su oficio por parte del Ministerio de Educación, que en ocho años acreditó 60 ocupaciones.

Amalia Queso tiene 48 años, 30 de ellos los dedicó a tejer prendas, una ocupación que le dio ingresos para mantener a sus tres hijos, quienes tienen estudios superiores, a diferencia de ella que cursó hasta quinto básico (ahora 5° de primaria). Este año, Amalia recibió del Ministerio de Educación la certificación de competencias que acredita su oficio. “Cuando me lo entregaron lloré dentro mío, nunca pensé que iba a tener un certificado así”, recordó.

El diciembre de 2008, mediante el Decreto Supremo 29876, el Gobierno creó el Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias (SPCC) como parte del Viceministerio de Educación Especial y Alternativa, para que a través del documento (certificado) se reconozcan los saberes, experiencias, conocimientos y aptitudes adquiridas a lo largo de la vida. Según el viceministro del área, Noel Aguirre, en siete años se beneficiaron 24.000 personas. Destacó que esta certificación es parte del proceso inclusivo de la nueva educación.

En la lista del Ministerio de Educación aparecen 60 oficios acreditados, entre ellos agricultor, apicultor, caficultor, carpintero, confeccionista, fruticultor, constructor metálico, reparador automotriz, trabajadora del hogar y lustracalzados.  Ayer, el SPCC entregó 95 certificados a los productores de cacao orgánico en Sapecho, municipio de Palos Blancos, de Sud Yungas de La Paz.

Una de las beneficiarias en este sector fue Elena Callizaya (58), quien desde sus 14 años se dedica al cultivo del cacao. Ella contó que todos los cuidados de las enfermedades en las plantaciones del cacao los aprendió de un compadre de su padre. “Todo lo que sé lo aprendimos entre nosotros mismos. En tantos años aprendí a hacer almácigos y diferentes injertos”, afirmó Callizaya.

Evaluación. Un requisito para la certificación es cumplir cinco años en ese oficio, y así demostrar la experiencia adquirida. En el caso de un carpintero se debe conocer sobre diseños de muebles, dijo Aguirre. La autoridad remarcó que antes de entregar el documento de acreditación, las personas pasan por una evaluación de sus capacidades y competencias por parte de gente de la misma ocupación y de alta experiencia. Aguirre resaltó que la entrega de un certificado fue positivo, pues uno de los aspectos importantes es que mejoró la autoestima de las personas.

“La gente me decía: ‘No eres carpintero, eres un don nadie’”, rememoró el viceministro como parte del testimonio de un carpintero, quien en su momento se habría sentido emocionado por el documento firmado por el Ministro de Educación. La autoridad enfatizó en que la certificación favoreció para que se dé un incremento salarial y mejores oportunidades de trabajo. “Para algunos se dieron incluso ascensos”.

A raíz de los resultados, Aguirre anunció que las personas certificadas optarán a una formación complementaria para obtener un título en nivel técnico básico, auxiliar y medio. “El objetivo es mejorar las condiciones de vida a partir de una formación, mediante un proceso de capacitación y especialización”, indicó. Adelantó que el proyecto comenzará en Tarija, donde se trabajará con productores de vino, a quienes se les certificará y se les dará una formación complementaria para un mejor resultado de sus productos.

Método de evaluación del oficio

Experiencia

La evaluación toma en cuenta la antigüedad. También se entrevista a los postulantes para conocer su historia de vida.

Ocupación

Educación certificó en siete años 60 oficios y 120 subocupaciones, las últimas son derivaciones de las ocupaciones.

Historias de trabajadores empíricos que recibieron la acreditación

‘Es como hacer nuestra tesis cada día’: César González (53). Albañil, municipio de Minero

Wilma Pérez  n Después de la muerte de mis padres quedé solo y tuve que trabajar desde muy joven. Dejé los estudios porque necesitaba tener ingresos propios y comencé como ayudante de albañil; al principio fue difícil porque nadie me enseñó, pero con el tiempo adquirí experiencia y todo empezó a cambiar para mí y para mi familia.

De a poco ascendí a contra-maestro, hasta alcanzar el grado de maestro albañil. Construyo viviendas y otras obras civiles, porque en mi trabajo diario hago el presupuesto y el cálculo del material que usaré. Mido el área de trabajo, en realidad es como hacer mi tesis cada día. El certificado de Competencias como Constructor Civil-Albañil me ayudó porque acredita la calidad de mi trabajo y ahora en mi municipio, Minero (Santa Cruz), me siento como un profesional de calidad.

‘Papelito canta y el certificado nos da calidad’: Blanca Luna (43). Orfebre, ciudad de Oruro

La orfebrería está en mi sangre, lo aprendí de mis padres, tíos y hermanos, y desde hace 25 años que guardo los secretos de mi familia para realizar trabajos de calidad. Junto a mi esposo atiendo la joyería y a la hora de elaborar las joyas de oro y plata creamos una variedad de diseños para anillos, aretes, cadenas y dijes. También escuchamos las sugerencias de los clientes que conocen nuestro trabajo, muchos nos preguntan dónde hemos estudiado y pocos entienden que la orfebrería la llevo en la sangre.

Pero el certificado de competencias que nos entregó el Viceministerio de Educación Alternativa de por sí nos da más seguridad porque es una satisfacción personal.  Como quien dice, papelitos cantan y el certificado nos da calidad y sirve para respaldar lo que sabemos, y somos buenos orfebres.

‘El periodismo es una pasión única para mí’: David Reyes Vega (60). Radialista de Bermejo

Muchos no tuvimos la oportunidad de acceder a la educación superior, por ello me enorgullece tener una certificación de la profesión que he aprendido de forma empírica.  Si volviera a nacer, volvería a elegir esta profesión de periodista radiofónico porque con mi trabajo le doy la voz a las personas, a través de las ondas de radio Paraíso, de la ciudad de Bermejo (Tarija).

Mi afición y pasión por el periodismo comenzó hace más de 40 años y para mí es única. Ahora con la certificación tengo para mucho más porque es un servicio que se realiza con pasión, aunque la labor no sea bien remunerada. Ahora muestro orgulloso a mis cercanos el título que avala mi calidad. Trabajo en radio y televisión, nunca me cansaré de decir que este oficio me permite hacer de mediador entre la sociedad y autoridades.