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Encíclica sacude el polvo de la ‘deuda ecológica’ de EEUU

La voz de alerta del papa Francisco en su primera encíclica, dedicada al impacto del cambio climático, llega a EEUU, cuyos esfuerzos por reducir sus prácticas de impacto en la naturaleza aún son insuficientes para saldar una “deuda ecológica”.

Pese a que el presidente estadounidense, Barack Obama, mostró preocupación por el calentamiento global, Estados Unidos sigue siendo el país que más emisiones de efecto invernadero lanza a la atmósfera, cifra que en 2013 se elevó un 2% respecto a 2012, de acuerdo con datos oficiales.

Pero las políticas de reducción de gases en la primera potencia económica del mundo encuentran en las grandes empresas y entre los más conservadores duros opositores que, incluso, niegan que la actividad humana sea la causante del deterioro de los recursos naturales.

Mientras Obama aplaudía al Pontífice por abordar el asunto en su encíclica Laudato si (Alabado seas), publicada el jueves, el precandidato a la Presidencia del país por el Partido Republicano Jeb Bush, que incluso profesa la fe católica, aseguraba que él no acude a la iglesia para escuchar cómo debe regirse la política.

Sin embargo, el empuje “verde” del Papa ha tenido una buena acogida entre los sectores de la Iglesia Católica estadounidense, quienes en su mayoría no tardaron en aplaudir las palabras del Papa. Además, Francisco visitará Estados Unidos en septiembre, donde recorrerá las ciudades de Nueva York, Washington y Filadelfia y tendrá también oportunidad de divulgar el mensaje que esta semana ha lanzado al mundo ante los legisladores estadounidenses, a quienes se dirigirá en una sesión conjunta en el Congreso.

A su llegada, el debate sobre el cambio climático volverá a abrirse entre los congresistas.

Venerará la Sábana Santa

El Papa viajará hoy a Turín (noroeste de Italia), donde durante dos días venerará la Sábana Santa, honrará a San Juan Bosco y se reunirá con algunos familiares, entre otros actos que componen su agenda.

Para recibir al Pontífice, el centro histórico de la capital piamontesa se convertirá durante hoy y mañana en “una basílica a cielo abierto”, tal y como ha avanzado el arzobispo de Turín, Cesare Nosiglia. La visita de Francisco a esta capital del norte italiano tiene dos razones capitales.

En primer lugar venerar el Santo Sudario, la tela de lino que muestra la imagen de un hombre con marcas físicas propias de la crucifixión y que se vincula a Jesús de Nazaret, a pesar de los estudios científicos que ponen en tela de juicio su autenticidad.

En segundo lugar, rendir homenaje a San Juan Bosco, fundador de la orden de los salesianos, cuando se cumplen dos siglos de su nacimiento.