Sociedad

Friday 26 Apr 2024 | Actualizado a 16:21 PM

Amigos del padre Jorge hablan de sus raíces

La Razón estuvo en Buenos Aires para recorrer la ‘huellas’ de Francisco 

/ 4 de julio de 2015 / 04:00

Antes de llegar al Vaticano y convertirse en el papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio dejó profundas huellas de su obra pastoral por todos los lugares donde transitó.

Su labor se hizo más notoria en los barrios marginales y las zonas empobrecidas de Argentina.

En la ciudad de Buenos Aires, La Razón entrevistó a las personas más cercanas al Santo Padre, antes y después de ser el representante de Dios en la Tierra; recorrió sus lugares favoritos para desayunar, cortarse el pelo o leer las noticias; y visitó los barrios y las iglesias donde desarrolló la mayor parte de su labor religiosa.

Todas las personas consultadas por este medio lo recuerdan con cariño y mucha emoción.  Es descrito como una persona sencilla, humilde y que cada vez su austeridad se notaba en la punta y suela gastadas de sus zapatos al igual que en su  traje con brillo de tanto plancharlo. Los que lo conocen lo definen como un pastor y no un cura de escritorio.

El bar notable La Puerto Rico, funciona desde 1887,  se encuentra en la calle Alsina, cerca de la iglesia San Francisco y a cinco cuadras de las oficinas del obispado argentino. Es una de las cafeterías tradicionales de Buenos Aires, y el lugar elegido por el entonces obispo, Jorge Mario Bergoglio, para ir a desayunar una taza de café con leche acompañada de media lunas de grasa.

Esther Vásquez, es la dueña de este bar declarado de interés cultural por la legislatura porteña, por ser una de las tres casas más antiguas de Buenos Aires.

Ni bien se le pregunta sobre uno de sus clientes más famosos,  responde que no lo conocía, porque su horario de trabajo es en la tarde y el papa Francisco iba por la mañana. “No lo vi, pero me inspira mucha fe. Desde que puse su foto en nuestra vidriera (hay un  retrato el Papa estrechando la mano de su amiga Alicia Barrios), para mí  hubo un cambio, algo especial tiene”, dice Esther, mientras  acota que su negocio tuvo otros  clientes famosos como el gran compositor Enrique Cadícamo, autor de famosos tangos como Nostalgias, Los Mareados, etc.

De hecho, a la entrada ni bien se cruza la puerta está la estatua a Cadícamo, sentado en su mesa como si estuviera escribiendo uno de sus tantos tangos que lo convirtieron en leyenda porteña.

Andrés Delgado es el mozo de La Puerto Rico, tiene unos 40 años y es de la provincia de Corrientes, es padre de Guadalupe, Itatí y Lourdes, se define como un hombre católico. Consultado por La Razón, retrata a su cliente con emoción y lágrimas en los ojos.

Lo primero que destaca es la humildad del hombre jesuita que es Papa. “No le gustaba que le dijeran, padre ni cardenal. Nos decía: solo díganme Jorge. Venía a las diez y media de la mañana, para desayunar; pedía café con leche y media lunas de grasa, eran sus favoritas y nos decía que venía solo por las media lunas que elaborábamos. Solía venir con el cura de la iglesia San Francisco, otras veces con la periodista Alicia Barrios y a veces aparecía con Josefina, era una anciana que vivía en la iglesia y colaboraba en todas las tareas, tenía 90 años.

“Lamentablemente falleció un año antes, no lo vio como Papa”, cuenta el correntino, destacando que Su Santidad siempre fue humilde y generoso a la hora de las propinas. Y añade, que cuando alguna vez entablaron conversaciones, siempre fue en torno a los barrios villeros de Flores.

Él siempre estuvo preocupado por los pobres, relata con voz  entrecortada el mozo, que se siente bendecido por haber conocido al primer Papa argentino.

Otra de las rutinas particulares de Bergoglio era su aseo personal. Juan José Ciacero, es dueño de la peluquería y barbería “Romano” ubicada sobre la avenida de Mayo en el pasaje Roverano. En ese lugar el cardenal Bergoglio iba a cortarse el pelo una vez al mes.

La periodista de La Razón visitó este salón y el propietario dijo que estaba cansado de dar notas y que no es su intención hacerse conocido por su célebre cliente.

Aclaró que Su Santidad se cortaba el pelo con su peluquero de confianza, Alberto, y que tiempo después éste se independizó y abrió su propio negocio.

Sin embargo, siguió yendo a la peluquería para atenderse con la podóloga del lugar. Tal vez lo hizo para no despertar rivalidades entre la antigua y nueva peluquería,  dice Ciacero.

Cuando se le pide que describa  al cardenal Bergoglio, que después llegaría a ser  el Papa, responde que se trataba de una persona cálida, sencilla y humilde.

La personalidad conciliadora y la pasión del Pontífice por el club San Lorenzo , también se reflejan en las anécdotas que cuentan los kiosqueros de periódicos y revistas. El puesto de Daniel R,  se encuentra en una de las esquinas de Plaza de Mayo, sobre Hipólito Irigoyen; y el otro puesto es de Nicolás T. que está en la otra esquina  de la calle Bolívar. 

Entre ambos hay una cuadra de distancia.  El que fuera Cardenal de Buenos Aires le compraba el periódico La Nación, de lunes a viernes a Daniel y los fines de semana se los compraba a Nicolás, de esa manera no generaba favoritismo para ninguno.

Al igual que el dueño de la peluquería Romano, estos kiosqueros, tampoco quieren hablar mucho sobre su relación con el ex Obispo de Buenos Aires, prefieren mantener un perfil bajo y de poca exposición mediática. Sin embargo, se les ilumina la mirada cuando se refieren al Papa.

Daniel es el que recibió la llamada del Vaticano, era el mismo Papa que le dijo:  “Hola, Daniel, habla el cardenal Jorge”.  Al principio pensó que era una burla, no creyó que fuera verdad y pensó  que se trataba de una broma que le hacía su amigo Mariano, que sabía que Jorge Mario Bergoglio compraba en su kiosko el periódico de todos los días.

Y Daniel respondió: “Dale, Mariano, no seas boludo”… Pero del otro lado, le respondieron: “En serio, soy Jorge Bergoglio, te estoy llamando desde Roma”.

En ese momento, el kiosquero se puso a lagrimear de emoción.  La llamada telefónica era para avisarle que ya no retornaría a Buenos Aires, y que no le mande más el periódico. El Santo Padre le aseguró que le enviaría el dinero adeudado del mes.

FÚTBOL. Nicolás T. es el dueño de otro  kiosco de la calle Bolívar, no quiere que se le saque fotos y habla con la enviada de este periódico, mientras atiende a su clientela. Sus recuerdos pasan por sus breves charlas futboleras sobre el club San Lorenzo. En este kiosco, hay en exhibición una camiseta de fútbol de San Lorenzo.

Un transeúnte, al pasar pregunta por el precio de la camiseta y Nicolás, responde: “No pibe, no está a la venta, es la camiseta con la que salimos campeones” dice orgulloso este hincha de San Lorenzo al que los domingos, el ahora Supremo Pastor le compraba el periódico e intercambian sus opiniones sobre cómo le iba a su amado San Lorenzo.

Coincide con el resto de las personas que lo conocieron, y subraya la personalidad humilde y cálida que tiene Francisco.

Otra faceta de Bergoglio, antes de ser Papa, fue su labor en los barrios marginales. El barrio general San Martín, más conocido como Barrio de Charrúa, se encuentra en la zona de Soldati, frente a  la cancha del club San Lorenzo. Esta zona es una de las pocas que resistió a la dictadura argentina para no ser demolida en ese entonces y fue la primera en tener su título de propiedad.

Las familias que viven en este barrio son en su mayoría de Bolivia, aunque ahora ya se habla de una generación de “bolivianos” que nacieron en Charrúa. En este lugar desde hace 42 años se realiza la fiesta en honor de la Virgen de Copacabana.

La Razón habló con uno de los referentes de este barrio, Orlando Angulo Mérida, quien es catequista de la capilla de la Virgen de Copacabana. Este compatriota nació en Potosí, tiene 54 años y llegó a Argentina cuando apenas tenía meses de vida.

Trabaja de técnico radiólogo en un centro médico junto a su esposa odontóloga, en sus tiempos libres solía hacer un programa radial dedicado a la colectividad. Nos recibió en su  consultorio, hizo un alto a su rutina habitual, para hablarnos del papa Francisco, a quien no le gusta que le digan “Vicario de Cristo”.

“Al padre Jorge lo conocimos a fines de la década de los ochenta.  Y a principios de los noventa,  se hizo cargo del Obispado de Flores y nuestra iglesia estaba bajo su dependencia. Él no cambió nada, siguió siendo la misma persona cálida y muy humilde.

Dentro la jerarquía eclesiástica hay ciertos parámetros que se fijan para dar a entender que están en un nivel alto”, dice Orlando, comenzando su relato y remarca, que ése no era el caso del padre Jorge, ni de los otros curas que andaban con él. No eran gente de perderse en la teoría teológica sino que eran de estar con la gente, son pastores, cuenta Orlando, mientras se apresta a ver si tenía más personas por atender en su consultorio.

Recuerda que a partir de la llegada del padre Jorge (así están acostumbrados a nombrarlo)  surgió con él, un estilo distinto de llevar el sacerdocio.  “Es ameno para hablar, en ese entonces me di cuenta que era una persona especial. Te preguntaba ¿Cómo estas? ¿Cómo está el barrio? Él es observador pero su tono de voz al hablar era como si te conociera de toda la vida”.

El papa Francisco, fue  testigo del proceso de construcción final de la capilla de la Virgen de Copacabana, que se hizo con un 50% de donación de la iglesia y el otro 50% fue aportado por el barrio con su mano de obra.

“Tenía un encanto por la Virgencita, era devoto de la mamita de Copacabana. Desde su posición en el Obispado nos ayudó mucho para que la capilla se construyera.

En cada visita, veía que la comunidad del barrio era muy unida durante todo el año”, asegura el técnico radiólogo,  que cada año en la fiesta en honor a la patrona de Bolivia, es uno de los maestros de ceremonia.

La fiesta de Charrúa tiene un antes y un después, todo mejoró a partir de la llegada del padre Gustavo Carrará y junto al Obispo Bergoglio, intercedieron ante el gobierno de la ciudad,  para devolverle la religiosidad a la fiesta de la “virgen morena”.

En 2012 se cumplió 40 años de la llegada de la virgen y fue el mismo Cardenal  ahora papa Francisco, quien ofició la misa en 2012, dice Orlando emocionado al evocar esos recuerdos.

La Razón le preguntó al catequista de la iglesia de la Virgen de Copacabana en Buenos Aires, si alguna vez supuso que el “padre Jorge”, podría ser elegido Papa.

“Nos contaron que en las elecciones anteriores —cuando se eligió a Benedicto XVI— él salió segundo y que había rechazado ser Papa, porque según él, no estaba preparado. Ni nos atrevimos a preguntarle; en ese sentido era muy reservado y todos respetábamos eso. Siempre nos recalcaba que su trabajo está con la gente”, asegura el boliviano.

Según Angulo, Bergoglio es un caminante que acompaña a la gente, no le interesaban los temas materiales sino el corazón de las personas. “Yo conocí mucho sacerdote de escritorio con una visión muy cortada de la realidad. Por eso, sé que el padre Jorge, es especial”, dice Orlando.

Su madre Lastenia Mérida viajó a La Paz, a traer con autorización eclesial, una imagen de la Virgen de Copacabana, para entronizarla un 12 de octubre de 1973 —en plena etapa de la dictadura argentina—  en el populoso asentamiento de Villa Piolín, hoy Barrio Gral. San Martín o Charrúa.

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Ser periodista boliviana en Argentina

Los grandes medios invisibilizan con frecuencia a la colectividad boliviana.

/ 16 de julio de 2017 / 04:00

Mi amor por el periodismo no migró conmigo. Llegué a Argentina a los 17 años. Viví en Jujuy, lugar donde nació mi amado hijo en 1987. Cuando él cumplió nueve meses nos mudamos a “la capital”, porque decían que ahí había más trabajo y menos burocracia. Aunque a veces la realidad en la city porteña es muy distinta a la que uno imagina.

La Universidad de Buenos Aires (UBA) daba —y sigue dando— unos cursos de orientación vocacional y por ese entonces íbamos obligados a hacer el curso. Cuando vi el resultado, quedé sorprendida: “Usted tiene afinidad para las ciencias sociales o comunicación social”. Recuerdo que dudé de la idoneidad de los responsables del curso porque ni por asomo estaba en mis planes el ser periodista. Mi sueño era ser traductora de idiomas; estaba convencida de que el saber inglés arreglaría mi vida, pero trabajé en todos los oficios que uno se pueda imaginar, hasta que otra vez la realidad torcía mi camino.

Hacia finales de 1998, y toda esa época, un peso argentino equivalía a un dólar gracias a la Ley 23928 de Convertibilidad del Austral. Esa “bonanza económica” atrajo más migración boliviana pero comenzaron los casos de trata y tráfico de personas a partir de gestores que estafaban con los trámites de DNI y se daba el abuso policial, laboral, discriminación, xenofobia; se dieron asesinatos de compatriotas que aún están impunes. Ante hechos como esos no se puede ser indiferente, pues para entonces ya estaba colaborando en diversos programas radiales y a partir de ese momento me dediqué tiempo completo a la cobertura de hechos relacionados con la colectividad.

El ejercicio de la profesión en la Argentina se encuentra regulada por la Ley 12908, conocida como Estatuto del Periodista. El ejercicio legal de la actividad no establece requisitos académicos ni de colegiación para ser considerado periodista profesional. Esta parte de la norma sigue siendo motivo de debate. Trabajar sin pasar por la academia no implica desconocer lo importante que es adquirir el marco teórico. La pasión por el oficio no es suficiente pues se necesita capacitación permanente. Por cierto, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) es el sindicato que más colegas migrantes agrupa y da talleres gratuitos de capacitación.

El trabajo cotidiano de los periodistas fuera de las fronteras de Bolivia está marcado por una agenda informativa binacional.

Por ejemplo, la última semana de junio de este año será recordada por el caso de los nueve detenidos en Chile y su posterior liberación y “declaración de mártires”, pero además de ese tema también hablamos del operativo de allanamiento en la Salada, el mayor mercado de Buenos Aires en el que trabajan cientos de bolivianos.

Como resultado de esa acción, Jorge Castillo, el administrador de la Feria Punta Mogotes, quedó detenido acusado de asociación ilícita. Pero, lo que no contaron todos los medios fue que una gran cantidad de feriantes compatriotas aplaudían los operativos, pero se quejaban porque nadie les daba una solución a la falta de trabajo por el cierre de esa feria.

En esos últimos días de junio, continuaba desaparecida Nadia Rojas, de 14 años, hija de una compatriota, y según se sospecha sería víctima de una red de trata de personas con fines de explotación sexual. El caso estuvo apenas un día en los noticieros.

Otro hecho ignorado por los medios fue el de Marlene Montenegro, paceña de 30 años, asesinada por delincuentes en su casa del barrio de la Villa 1-11.14. Para visibilizar el hecho, la familia de Marlene y de Nadia se unió y protestó en una avenida céntrica de Buenos Aires. Ese mismo día, más de 25 personas denunciaron, en una fiscalía porteña, que fueron estafados por el Fondo de Inversión Oshai y por distintas empresas piramidales, entre ellas Paydiamond y Bitcoin Cash. Se estima que hay más de un millar de personas damnificadas.

A fines de junio, finalizó la temporada teatral La balsa de la Ekeka, protagonizada por las compatriotas Olivia Torres y Berenice de la Cruz.

Y esa misma semana estuvo por Buenos Aires el ministro boliviano de Energía, Rafael Alarcón, quien se reunió con su par de Argentina, Juan José Aranguren. Hablaron sobre el proyecto de integración eléctrica Bolivia-Argentina y sobre los centros de medicina nuclear y radioterapia.

De este modo, aprovecho este espacio “binacional” para poner mi queja. No termino de entender a la representación diplomática de Bolivia en Argentina, porque todas las reuniones bilaterales las mantienen casi en secreto y nos terminamos enterando por el lado argentino. Y cuando se le consulta a la gente de prensa del ministerio de la Argentina, ellos responden: “Pregunte en su embajada, ellos tienen la información”. Hasta que algún colega solidario brinda datos y se puede armar la nota. Y esto no es de ahora sino que sucede con todas las gestiones. Parece que tienen la idea de que los compatriotas solo debemos enterarnos de temas relativos a temas políticos partidarios…

  • Lilia Camacho es periodista boliviana radicada en Argentina

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Luzmila Carpio cautiva a Buenos Aires

La artista pidió la libertad de los nueve presos en Chile. La gente parecía que detenía hasta su respiración para oír la canción Pachamama, con la que Carpio empezó el recital.

/ 22 de mayo de 2017 / 12:53

El Centro Cultural Néstor Kirchner eligió a Luzmila Carpio para abrir su ciclo de conciertos Latinoamérica. En 15 minutos se agotaron las reservas online para obtener las entradas. La cantante boliviana, que rindió tributo a Mercedes Sosa, pidió la liberación de los nueve detenidos en Chile.

Buenos Aires estaba nublado el sábado. Pero mucha gente ya se encontraba, desde las 18.00, en el salón central del Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK). Algunos trataban de conseguir entradas y otros buscaban la fila para ingresar.

El público era casi 70% argentino y 30% boliviano. Una vez que se ingresó a la Sala Sinfónica Ballena Azul —única en Latinoamérica por su acústica y tercera en el ámbito mundial— se empezó a escuchar zampoñas y sicuris, interpretados por músicos y por parte de la audiencia, que tocaba y cantaba.

La gente parecía que detenía hasta su respiración para oír la canción Pachamama, con la que Carpio empezó el recital. A medida que pasaba el concierto se podían percibir sollozos de emoción. La artista rindió homenaje a su amiga Mercedes Sosa, fallecida en 2009, mostró el collar de plata que La Negra Sosa le regaló e interpretó un fragmento de Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Al terminar la canción Presagio de los pájaros, se hizo el silencio y la cantante se dirigió a la audiencia: “Hermanos que estaban trabajando en la frontera con Chile han sido apresados. Pidamos que el hermano país de Chile obre con el corazón. No es justo que hagan eso, ¿no les parece?”. (22/05/2017)

Espere

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Luzmila Carpio cautiva a Buenos Aires

La artista pidió la libertad de los nueve presos en Chile. La gente parecía que detenía hasta su respiración para oír la canción Pachamama, con la que Carpio empezó el recital.

/ 22 de mayo de 2017 / 12:53

El Centro Cultural Néstor Kirchner eligió a Luzmila Carpio para abrir su ciclo de conciertos Latinoamérica. En 15 minutos se agotaron las reservas online para obtener las entradas. La cantante boliviana, que rindió tributo a Mercedes Sosa, pidió la liberación de los nueve detenidos en Chile.

Buenos Aires estaba nublado el sábado. Pero mucha gente ya se encontraba, desde las 18.00, en el salón central del Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK). Algunos trataban de conseguir entradas y otros buscaban la fila para ingresar.

El público era casi 70% argentino y 30% boliviano. Una vez que se ingresó a la Sala Sinfónica Ballena Azul —única en Latinoamérica por su acústica y tercera en el ámbito mundial— se empezó a escuchar zampoñas y sicuris, interpretados por músicos y por parte de la audiencia, que tocaba y cantaba.

La gente parecía que detenía hasta su respiración para oír la canción Pachamama, con la que Carpio empezó el recital. A medida que pasaba el concierto se podían percibir sollozos de emoción. La artista rindió homenaje a su amiga Mercedes Sosa, fallecida en 2009, mostró el collar de plata que La Negra Sosa le regaló e interpretó un fragmento de Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Al terminar la canción Presagio de los pájaros, se hizo el silencio y la cantante se dirigió a la audiencia: “Hermanos que estaban trabajando en la frontera con Chile han sido apresados. Pidamos que el hermano país de Chile obre con el corazón. No es justo que hagan eso, ¿no les parece?”. (22/05/2017)

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La falta de jurados caracterizó el referéndum en Buenos Aires

Solo fueron notificadas cerca del 50% de las personas elegidas para operativizar el proceso. En varios recintos se recurrió a los votantes para habilitar las mesas electorales

/ 22 de febrero de 2016 / 04:00

La jornada del referéndum constitucional en Buenos Aires se llevó a cabo en medio de un día soleado con casi 30°C. El acto de inicio fue en la populosa escuela N°3 Cristóbal Colón, de la zona de Lugano, el sur de la ciudad autónoma de Buenos Aires.

A diferencia de otros años, no hubo filas de gente esperando la apertura de mesas. Lo que sí se vio en muchos recintos fue a personas preguntando por su lugar de votación. De manera extraoficial y según los reporteros de la red de radios que cubrió el evento, solo estuvieron habilitadas el 95% de las mesas. El 5% se cerró por falta de jurados. Se calcula que solo el 50% de los jurados fueron notificados. Continuamente se observó y se escuchó que no había la cantidad de electores esperada.

Tal fue el caso del establecimiento de Lugano, que fue elegido por tener muchos estudiantes bolivianos. Esta escuela fue pionera en gestionar la integración de su alumnado extranjero a través de un diccionario de modismos bolivianos y argentinos creado por alumnos desde el kínder.

Unos 117.000 bolivianos fueron habilitados para votar en ese país que concentra la mayor cantidad de migrantes.

Una de las particularidades de ayer fue la reportería de las distintas emisoras dedicadas a la colectividad boliviana. Las radios se unieron para ampliar su cobertura en los 43 recintos electorales e informaron la ausencia de jurados y algunos inconvenientes en escuelas que abrieron tarde.

Durante la mañana de este domingo, el informe apuntó a la inasistencia. El dato de color fue la presencia de Braulia Mamani Apaza (85), quien como hace varios años, asiste junto a su familia y siempre insiste en ejercer el derecho al voto, cuenta su hija Juana con la voz entrecortada por la emoción.

Por otra parte, Silvana Yazbek, directora ejecutiva del Instituto de la Democracia y Elecciones-IDEMOEEl del Observatorio Electoral de la Defensoría del Pueblo de Argentina, en declaraciones a La Razón, anunció que se desplegó personal en todo el territorio argentino y que ha sido registrado y acreditado por el Órgano Electoral Plurinacional (OEP), Tribunal Supremo Electoral de Buenos Aires. En este sentido, destacó la apertura del organismo electoral boliviano para contemplar y autorizar la presencia de misiones en el exterior, algo novedoso en la región, según Yazbek.

Los veedores estuvieron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mendoza Capital, Córdoba Capital, San Salvador de Jujuy y Rosario, provincia de Santa Fe.

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La falta de jurados caracterizó el referéndum en Buenos Aires

Solo fueron notificadas cerca del 50% de las personas elegidas para operativizar el proceso. En varios recintos se recurrió a los votantes para habilitar las mesas electorales

/ 22 de febrero de 2016 / 04:00

La jornada del referéndum constitucional en Buenos Aires se llevó a cabo en medio de un día soleado con casi 30°C. El acto de inicio fue en la populosa escuela N°3 Cristóbal Colón, de la zona de Lugano, el sur de la ciudad autónoma de Buenos Aires.

A diferencia de otros años, no hubo filas de gente esperando la apertura de mesas. Lo que sí se vio en muchos recintos fue a personas preguntando por su lugar de votación. De manera extraoficial y según los reporteros de la red de radios que cubrió el evento, solo estuvieron habilitadas el 95% de las mesas. El 5% se cerró por falta de jurados. Se calcula que solo el 50% de los jurados fueron notificados. Continuamente se observó y se escuchó que no había la cantidad de electores esperada.

Tal fue el caso del establecimiento de Lugano, que fue elegido por tener muchos estudiantes bolivianos. Esta escuela fue pionera en gestionar la integración de su alumnado extranjero a través de un diccionario de modismos bolivianos y argentinos creado por alumnos desde el kínder.

Unos 117.000 bolivianos fueron habilitados para votar en ese país que concentra la mayor cantidad de migrantes.

Una de las particularidades de ayer fue la reportería de las distintas emisoras dedicadas a la colectividad boliviana. Las radios se unieron para ampliar su cobertura en los 43 recintos electorales e informaron la ausencia de jurados y algunos inconvenientes en escuelas que abrieron tarde.

Durante la mañana de este domingo, el informe apuntó a la inasistencia. El dato de color fue la presencia de Braulia Mamani Apaza (85), quien como hace varios años, asiste junto a su familia y siempre insiste en ejercer el derecho al voto, cuenta su hija Juana con la voz entrecortada por la emoción.

Por otra parte, Silvana Yazbek, directora ejecutiva del Instituto de la Democracia y Elecciones-IDEMOEEl del Observatorio Electoral de la Defensoría del Pueblo de Argentina, en declaraciones a La Razón, anunció que se desplegó personal en todo el territorio argentino y que ha sido registrado y acreditado por el Órgano Electoral Plurinacional (OEP), Tribunal Supremo Electoral de Buenos Aires. En este sentido, destacó la apertura del organismo electoral boliviano para contemplar y autorizar la presencia de misiones en el exterior, algo novedoso en la región, según Yazbek.

Los veedores estuvieron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mendoza Capital, Córdoba Capital, San Salvador de Jujuy y Rosario, provincia de Santa Fe.

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