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Francisco verá a Paquito en Guayaquil, 30 años después

Pasaron 30 años desde su último encuentro, y no hubo ni llamadas ni cartas que sugieran una amistad, pero el Papa le hizo saber al nonagenario y sencillo padre Paquito que quiere verlo durante su estadía en Ecuador.

Sin asomo de vanidad, el jesuita Francisco Cortés, conocido como padre Paquito, elude llamarse amigo del Pontífice y reconoce que no sabe para qué quiere verlo ni de qué conversarán.

La cita alimenta especulaciones y desprende un halo de enigma por tratarse del reencuentro privado de dos religiosos después de tres décadas. Pero Francisco ya le hizo saber a Cortés, por terceros, que quiere verlo y un motivo para regresar a Guayaquil es él.

“Dicen que quiere hablar conmigo, no sé de qué será”, afirma Cortés. “En cuanto lo nombraron Papa me mandó más de cinco recados de que me saludaran personalmente. No al padre Francisco Cortés, sino al padre Paquito”.  

Monseñor Fausto Trávez, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, confirmó el interés del Papa de visitar a Cortés, a quien considera su “benefactor”. En su historia hay un par de encuentros en Guayaquil a inicios de los 80 y una conversación de dos horas y media en un aeropuerto de Argentina en 1985. El entonces padre Jorge Bergoglio, rector del establecimiento argentino San José, eligió el colegio Javier para que sus alumnos hicieran un servicio a la comunidad. El trato que recibieron los “maestrillos” por parte de Cortés impactó gratamente a Bergoglio. “De ahí viene el que se recuerde tanto de mí. No es que yo haya hecho cosas por él”, sostiene el padre Paquito.

El encuentro está previsto en el colegio Javier, el 6 de julio, donde el Obispo de Roma llegará tras celebrar una misa campal en el marco de su visita a Ecuador que concluirá el 8 de julio. La ansiedad de los anfitriones parece no contagiar a Cortés, quien aguarda, sereno, la posibilidad de hablar a solas con su superior. “Estoy a lo que venga, si quiere una conversación larga, (será) larga, o una corta”, afirma el sacerdote español apoyado en su bastón, próximo a cumplir 91 años, 50 de los cuales ha vivido en Ecuador.

El padre Paquito no prepara pedido alguno para el Santo Padre. “Para mí es un acto de humildad de ese hombre, acordarse de una persona que sin ningún mérito y nada especial, ha insistido en que quiere verme”, señala Cortés.