El papa Francisco ofició hoy una misa en el Cristo Redentor ante miles de personas y con un mensaje centrado en acabar con la exclusión de los pobres y luchar contra la lógica de un mundo que pretende, expresó, convertir “todo en objetivo negociable”. En la misa, como estaba previsto, se escuchó la plegaria universal en aymara, quechua y guaraní.
Las inmediaciones de la rotonda al Cristo Redentor fueron cerradas desde las primeras horas y comenzó un celoso control policial que en momentos chocaba con el desesperado deseo de algunos fieles que buscan aproximarse lo más posible a donde fue armado el altar. Cientos de personas permanecieron desde ayer para ver y escuchar al Santo Padre.
Salió de la casa del Cardenal Julio Terrazas pasadas las 09.00 y se dirigió hasta la masiva concentración en el papamóvil, aunque como es típico de su pontificado rompió el protocolo. Bajó del vehículo y se acercó a sus fieles que infructuosamente intentaban tocarlo ante la multitud que se acercó a su alrededor.
Un cielo azul, tras varios días de mal tiempo, fue el marco bajo el cual celebró la misa. Su mensaje en la homilía estuvo centrado en luchar y desterrar la exclusión de los más necesitados. “Hoy no es necesario excluir a nadie, no es necesario que se vaya nadie, basta de descartes”, reflexionó frente a lo lógica de un mundo, dijo, que se sume en el consumismo.
“Una lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, todo en objeto de consumo, todo negociable, una lógica que pretende dejar especio a muy pocos, descartando a todos aquellos que no producen, que no se los considera aptos o dignos porque aparentemente no nos dan los números”, sostuvo.
Cadenas de radioemisoras y de televisión transmitieron en directo la misa oficiada por Francisco, en la que se escuchó la plegaria universal en castellano, aymara, quechua y guaraní. Al menos 600.000 hostias fueron dispuestas para la comunión masiva, de la que miles participaron en medio de oraciones, fe, cánticos y banderas de distintos países.
El Santo Padre participará en horas de la tarde, junto al presidente Evo Morales, de la clausura del encuentro de movimientos populares del mundo.