Francisco concluye visita a Bolivia y deja mensaje de humildad y unidad
El papa Francisco partió hoy rumbo a Paraguay tras tres días de una visita a Bolivia marcada por sus mensajes cargados de unidad y de cercanía con la gente. Se pronunció a favor del diálogo en la causa marítima, pidió perdón por los crímenes de la Iglesia en la colonización y abogó por no dejar a los pobres
Francisco cerró hoy una histórica visita a Bolivia no solo por tres días de intensas actividades o de buscar en todo momento estar junto al pueblo, sino por hechos que trascendieron las fronteras y dejaron huella como la cruz tallada en una hoz y martillo que recibió, el pedido de perdón por ‘crímenes de la Iglesia’ en la colonización, como el mensaje de unidad y de apoyo al diálogo en la causa marítima.
Abordó la aeronave para abandonar Bolivia a las 13.03. Cientos de personas se trasladaron a la terminal aérea para despedirlo al final de tres jornadas intensas de actividades. Pasadas las 13.20 alzó vuelo el avión que lo llevó hasta Asunción del Paraguay, el último país que visitará, tras Ecuador y Bolivia, en su gira por Latinoamérica.
Piso suelo boliviano, en El Alto, a las 17.27 del miércoles, con cerca de una hora de retraso, e inicio de forma oficial su agenda -definida ya hace varias semanas- en medio de la esperanza de miles de fieles que se volcaron, tanto en La Paz como en Santa Cruz, a calles y avenidas desde tempranas horas para recibirlo, saludarlo y quizá tocarlo.
El presidente Evo Morales y miles de personas lo recibieron en el campus papal de El Alto, donde se dirigió por primera vez a Bolivia en un discurso que perfiló lo que vendría. Llamó a la unidad, a “no excluir ni rechazar a nadie”, a valorar la interculturalidad como factor integrador y, además, dijo estar feliz de estar en un país que se define como pacifista.
En sus primeras horas se rigió al protocolo, quizá por el retraso del vuelo y los efectos en el resto de su agenda. Un verdadero cordón humano acompañó su recorrido en el papamóvil en medio de oraciones y afecto. Se detuvo y desde el motorizado rindió un homenaje al jesuita asesinado Luis Espinal: “Predicó el evangelio y ese evangelio molestó, y por eso le eliminaron”, dijo.
Se lo notó serio. Acudió a Palacio de Gobierno y se reunión con Morales, quien le impuso las condecoraciones Cóndor de los Andes y Luis Espinal –que minutos antes de dejar Bolivia lo donó a la Virgen de Copacabana- , además le obsequió la Cruz de Cristo tallado en una hoz y un martillo, símbolo del socialismo. Eso generó reacciones no solo en Bolivia sino en el mundo “por la cruz comunista”.
El propio Morales salió a explicar que es una réplica de la tallada por Espinal. El día no terminaba y sorprendió a todos con un mensaje sobre el mar, en su intervención en la Catedral Metropolitana de La Paz. “Estoy pensando acá en el mar…el diálogo es indispensable”, afirmó y fue suficiente para fijar una posición en el conflicto marítimo que arrastra Bolivia con Chile.
La reacción no se dejó esperar e, incluso, hoy el canciller Heraldo Muñoz aseguró que su país está dispuesto a restablecer las relaciones diplomáticas. Morales no descartó, en una entrevista con la cadena CNN, la posibilidad de mediación de la Iglesia Católica en la resolución de la causa, empero aclaró que por el momento no está considerada ya que el caso está en la justicia internacional.
En santa Cruz estuvo más tiempo y no fue diferente el recibimiento, aunque el Santo Padre –como es su característica- ahora sí rompió el protocolo en al menos cuatro ocasiones para acercarse a los fieles y bendecirlos. En la misa del jueves y ante miles de testigos condenó el consumismo y llamó a dejar de excluir a los pobres.
Su mensaje cargado de reclamo, planteamiento y confesión lo expresó por cerca de una hora en el acto de clausura del II Encuentro Mundial de los Movimientos Sociales y Populares. Pidió acabar con un sistema que “ya no se aguanta” y que privilegio el dinero, trabajar por las tres ‘T’ (trabajo, tierra y techo) y ver a los pobres, a los movimientos sociales, como motor de cambio.
“Pido humildemente perdón, no solo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”, expresó en el acto donde también estuvo Morales y al menos 1.500 delegados de diferentes movimientos sociales de varios países de los cinco continentes. El pedido repercutió en el mundo.
Medios de comunicación en cadena transmitieron las actividades de Francisco en los tres últimos días. Visitó a los privados de libertad y se tomó el tiempo para saludar y bendecir a la mayoría de los que se concentraron para recibirlo y escucharlo. “No podía dejar Bolivia sin venir a verles, sin dejar de compartir la fe y la esperanza que nace del amor entregado en la cruz. Gracias por recibirme”, les dijo.
Morales, el gobernador Rubén Costas, la jerarquía de la Iglesia Católica, entre otras autoridades, despidió a Francisco en la terminal aérea de Viru Viru.