En la madrugada de ayer, a las 05.20, dejó de latir el corazón de Luis Ramiro Beltrán Salmón, el teórico y profesor de la comunicación educativa para el desarrollo, mentor de cientos de investigadores y único boliviano ganador del ‘Nobel de comunicación’.

Don Luis Ramiro, como de cotidiano se le conocía, falleció por una insuficiencia respiratoria, en el hospital Arco Iris en la ciudad de La Paz. Orureño, de padres periodistas (Luis Humberto Beltrán y Bethsabé Salmón), nació el 11 de febrero de 1930; este año había cumplido 85.

Se acercó al periodismo casi un niño, a los 12 años, en el periódico orureño La Patria. De ahí pasó a La Razón de La Paz; posteriormente fundó el semanario humorístico Momento y trabajó en radio El Cóndor. Su labor estrictamente periodística fue relativamente corta, de 1942 a 1954. En lo que realmente descolló fue luego, en la investigación, teoría y generación de acciones de desarrollo desde el ámbito de la comunicación.

Luego de recibir un reconocimiento de los comunicadores educativos en 1995 en Quito, Ecuador, cuenta el comunicador y docente universitario José Luis Aguirre, “Beltrán les exigió tres condiciones para que sus actos sean eminentemente revolucionarios: pensar, decir y hacer. Éste es el caso del mismo Beltrán”.

Así, el investigador y docente universitario Erick Torrico apunta que Beltrán puede ser considerado el “padre de las Políticas Nacionales de Comunicación”. En los años 70 destacó como uno de los exponentes de la denominada comunicación horizontal o participativa, una de las bases del “Nuevo Orden Internacional de la Información” (NOII) impulsado desde 1973 por el Movimiento de los Países No Alineados.

Para la investigadora en comunicación Karina Herrera, también fue importante su contribución a la comunicación para la salud. “Su aporte es vasto y su Modelo de Comunicación Horizontal ha demostrado el profundo carácter humano y dialógico que concibió de la comunicación”.

CRÍTICO. Beltrán fue uno de los primeros en criticar las teorías de comunicación que implicaban una dependencia conceptual, afirma Herrera: “Creo que su mayor aporte es su espíritu crítico y el aliento teórico y práctico para forjar una comunicación democrática, libre y descolonizada”.

Al respecto, Aguirre anota que la “constante teórica que se puede considerar central desde Beltrán es la de comprender, y hacernos comprender, que la comunicación social, más allá de un acto de circulación de mensajes, es un proceso liberador”, de esta noción deriva aquello de “comunicación horizontal, la que integra tres condiciones para ser efectiva: acceso, participación y diálogo”. Por ello, es reconocido como fundador de la corriente científica “Escuela Crítica Latinoamericana de Comunicación”.

PREMIO En 1983, el doctor Beltrán (se había doctorado en Comunicación y Sociología en 1972, por la Universidad de Michigan) fue el primer ganador, el único boliviano, del Premio Marshall MacLuhan-Teleglobe otorgado por Canadá; un galardón equivalente, se dice, al premio Nobel. “Eso realmente tiene que llenar de orgullo al país y a nuestra academia; que tenemos que seguir esa huella, tenemos un desafío muy grande; nos ha puesto la vara muy alta”, comenta al respecto el investigador Torrico.

Por su parte, el escritor e investigador en comunicación Alfonso Gumucio Dagron destaca que en el campo de la comunicación el aporte principal de Beltrán, desde muy joven, fue “su capacidad crítica” como investigador y no ser un académico teoricista. “El aporte más importante de Luis Ramiro Beltrán es tener la capacidad de reflexionar la comunicación como un proceso”.

“Creo de todo corazón que Luis Ramiro Beltrán nos ha enseñado a los comunicadores bolivianos y todos los que abracen esta profesión, como una pasión, tener el coraje de pensar por nosotros mismos y el coraje de enfrentar en esas épocas al imperio”, lo recordó  Sandra Aliaga, comunicadora y amiga de Beltrán.

Beltrán también fue presidente de la Corte Nacional Electoral en 2001-2002; recibió el Honoris Causa de las universidades Católica, Técnica de Oruro, San Simón, San Andrés, Privada de Santa Cruz; se le dio el Cóndor de los Andes; fue miembro de la Academia Boliviana de la Lengua y de la Real Academia de la Lengua Española, y asesor en varios países.

Beltrán también es recordado por su calidad  humana

Comunicadores destacan la generosidad y el sentido del humor del periodista

Aline Quispe – La Paz

La calidad humana, su generosidad y sentido del humor son las virtudes que recuerdan más los comunicadores y amigos del reconocido periodista y teórico de la comunicación latinoamericana Luis Ramiro Beltrán.

“Al doctor, al margen de poseer una gran capacidad crítica, lo recuerdo por su calidez humana. Siempre ha sido una persona bondadosa y desprendida. Para mí ha sido un maestro, un padre y un amigo por eso lo tenemos en el corazón”, afirmó ayer la comunicadora e investigadora Karina Herrera.

Rememoró que compartió junto a él su cumpleaños número 85, el 11 de febrero de este año, y que en los últimos días su esposa Nohora Oloya y sus amigos, que eran como Beltrán decía “su familia ampliada”, lo acompañaron  mientras estuvo internado en el hospital Arco Iris, donde falleció ayer por un paro cardiorrespiratorio.

“Es difícil hablar de Luis Ramiro por los múltiples aportes en el campo de la comunicación”, afirmó la comunicadora Sandra Aliaga, amiga del teórico, quien expresó  —con su voz entrecortada—su profunda admiración y cariño entrañable por Beltrán porque, como dice, era su “cuate”, su amigo del alma y su confidente. “Ha sido un hombre extraordinario”.

La comunicadora confesó que el destacado periodista era como “una campanita” por su sentido del humor único y por su carácter alegre y lleno de vida. “Le encantaban los chistes”.

“Era muy humano Don Luis Ramiro Beltrán y creo que eso se ha dejado entrever en su actuación pública. Era una persona transparente, generosa, amable, siempre estaba de buen humor; te brindaba su amistad y te daba la palabra precisa en el momento adecuado”, expresó el comunicador e investigador Erick Torrico Villanueva.

valor. Torrico recordó también que cuando trabajaba con Beltrán y hallaban alguna información, una idea o un dato valioso e interesante para las investigaciones que realizaban, él decía: “aquí tenemos oro en polvo” a fin de que se aprecie esos elementos y se pueda generar más conocimientos. “En el campo académico era una persona muy rigurosa, muy exigente y de una gran honestidad”, afirmó.

A decir de Herrera, trabajar con el doctor Beltrán fue una experiencia incomparable porque compartieron muchas aventuras académicas, humanas y cotidianas. Apuntó que como docente universitaria divulgó el pensamiento de Luis Ramiro Beltrán y lo seguirá haciendo en lo posterior.

Torrico resaltó que en lo personal una palabra con la que se refería a sus amigos era “compañero o compañera”, lo cual —señaló— que tenía una connotación muy fuerte debido a que la relación era más horizontal e igualitaria.

“Para los amigos de Luis Ramiro el aporte más grande que ha hecho es ser la persona que fue, es decir, una persona con una calidad humana extraordinaria, un ejemplo por su personalidad abierta, democrática y plural”, aseguró el escritor e investigador en comunicación Alfonso Gumucio.

Alfredo Aguirre, amigo de la familia  Beltrán, manifestó su tristeza por la pérdida del doctor debido a que era el “máximo exponente e investigador de la comunicación para el desarrollo en Bolivia y Latinoamérica” y porque siempre destacaba su origen orureño.

Gobierno expresa condolencias

El Gobierno emitió un comunicado que expresa sus condolencias por la muerte de Luis Ramiro Beltrán. “El presidente Evo Morales y su equipo de ministros hacen llegar a la familia de Don Luis Ramiro su más sentido pésame y comparten el dolor por la pérdida irreparable de este insigne intelectual boliviano. La obra comunicacional de Beltrán constituye un aporte invaluable a la academia”.

El Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL) expresó su más sentido pesar. Su director general, Francisco Sierra, dijo se perdió a un inigualable amigo y colega. Destacó que él fue un periodista, convencido latinoamericanista, pionero de la Comunicología Latinoamericana, defensor de los derechos de la comunicación. “Perdemos a un referente del pensamiento y la práctica liberadora de la comunicación horizontal para el cambio social”.

Recordó que el teórico recibió una medalla de Oro de la CIESPAL. “Pese a la orfandad en que nos deja a los miles de discípulos que aprendimos de su magisterio, nos queda su obra y el ejemplo o camino a seguir, el humor lúcido y la ejemplar virtud de bonhomía que tanto y tan honestamente cultivó en vida”.

La Asociación de Periodistas de La Paz, (APLP) comunicó su profundo pesar por el fallecimiento del comunicólogo: “Maestro del periodismo boliviano, excelente amigo y meritorio socio de nuestra institución. Expresamos nuestra sincera solidaridad a su familia por la pérdida”.