Los actos cívicos por los 206 años del grito libertario del 16 de julio congregaron ayer a las autoridades nacionales, departamentales y municipales, quienes participaron del simbólico encendido de la tea de Pedro Domingo Murillo y del desfile nocturno.
El primer encuentro se dio en el museo Casa de Murillo, en la tradicional calle Jaén, entre el presidente en ejercicio Álvaro García, el gobernador de La Paz Félix Patzi y el alcalde paceño Luis Revilla. El presidente Evo Morales pidió disculpas por no asistir a los actos cívicos por una agenda que cumple en Argentina y porque posteriormente asistirá a la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Brasil.
Luego de dar lectura a la Proclama de la Junta Tuitiva de 1809, García, en compañía de Patzi y Revilla, encendió la tea de Murillo en un escenario lleno de invitados; estuvieron algunos ministros y también asambleístas departamentales y concejales de la municipalidad.
En el acto, Revilla convocó a la unidad de los gobernantes y sugirió que el Gobierno central pueda sumarse a esta premisa. “Queremos que en este proceso de unidad sea parte el Gobierno nacional y podamos trabajar en eso grandes desafíos, esto será posible si realizamos este esfuerzo y trabajo conjunto”, afirmó el Alcalde.
En tanto, el presidente en ejercicio Álvaro García remarcó que la unidad del pueblo boliviano es una de las bases para la construcción de un país con horizonte hacia la agenda 2025.
“Caminemos en la construcción de esa patria que soñaron tantos y que hoy podemos construir en base a la unidad del pueblo boliviano, en base a la nacionalización de nuestros recursos naturales, en base a la agenda 2025 y en base a un horizonte creíble y viable”, afirmó García.
Luego del acto, las autoridades encabezaron el desfile de teas hasta llegar al Palacio Consistorial donde se ubicaron los palcos. Por tradición, el desfile recorre la plaza Murillo pero este año se cambió el trayecto debido al conflicto suscitado por los cívicos potosinos que se encuentran en La Paz.
Verbena. Por más de tres horas los gobernantes nacionales, departamentales y ediles compartieron espacios en el palco oficial para presenciar el desfile de las instituciones cívicas, públicas y educativas.
Enarbolando banderas color verde esmeralda y rojo punzó, los paceños saludaron a su paso los símbolos de Pedro Murillo y a la vez entonaron la letra del himno paceño; el desfile terminó en la Plaza del Estudiante.
Luego se celebró la verbena en la Plaza Mayor de San Francisco, a diferencia de otros años, donde la Gobernación y la Alcaldía se dividían políticamente, esta vez la fiesta solo fue una.