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Joaquino: ‘No manejaron bien el conflicto’

El conflicto pudo evitarse. “Lamento que esto haya crecido, no se ha administrado adecuadamente. Lo inteligente es evitar el conflicto. La responsabilidad (es) de los ministerios que han estado en dos oportunidades en Potosí”, dijo el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) por Potosí René Joaquino.

“No han interpretado el sentimiento del potosino de a pie que reclama inversiones productivas que generen empleo”, añadió en una entrevista concedida a la red televisiva Unitel horas antes de que la violencia diluyera la posibilidad de que el Gobierno nacional y la dirigencia del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) reanuden el diálogo sobre un pliego de 26 puntos. 

Potosí cumple hoy 18 días de huelga general indefinida exigiendo negociar sus demandas con el presidente Evo Morales y hasta ayer había logrado adhesiones en Vitichi, Caiza y de un ayllu del Distrito Indígena de Coroma. En esa urbe, unas 70 personas se someten el ayuno voluntario con el mismo objetivo. 

En La Paz están movilizadas aproximadamente 7.000 personas, según Marco Pumari, vicepresidente del ente cívico, la mayoría son mineros cooperativistas. Las protestas lograron la adhesión de residentes de este departamento en La Paz, Sucre, Santa Cruz de la Sierra, Cochabamba y Tarija.

El asambleísta fue alcalde de Potosí y ayer explicó que si bien es cierto que desde que el presidente Evo Morales está en el Gobierno se efectuaron millonarias inversiones en el departamento—Bs 3.900MM este año—, éstas no beneficiaron a la capital.

Conflicto. El departamento tiene 118.218 kilómetros cuadrados y está dividido en cuatro regiones. “En tres de ellas, sobre todo en el suroeste, hay grandes inversiones en carreteras e infraestructura productiva, pero la infraestructura de desarrollo de la región centro, sobre todo en la ciudad de Potosí, está debilitada. (Ellos) no están reclamando calles, agua o luz, sino proyectos y programas que generen empleo sostenido”.

Tras los violentos sucesos de la jornada, Joaquino entrevistado por este periódico invocó a negociar a ambas partes.

“Como potosino me siento impotente, preocupado y adolorido por todo lo que está pasando, sigo insistiendo que no hay otro camino que el diálogo, pero para eso tenemos que calmar los ánimos”. El pueblo  —recalcó— reclama una economía alterna a la minería, actividad que debido a la caída de los precios y el agotamiento de los yacimientos del Cerro Rico dejó de ser una fuente segura de trabajo.