Icono del sitio La Razón

Excavación ilegal en Caliri causa deslizamiento; 3 casas destruidas

Bernardino Soto se negaba ayer a dejar su vivienda situada en Caliri, Macrodistrito Sur de La Paz. Un deslizamiento dañó su morada la noche del martes debido a una excavación ilegal que debilitó el talud. Las casas afectadas son tres y fueron construidas en un área forestal.

Cerca de las 22.30 del martes, pequeñas piedras empezaron a caer desde el cerro que protege a Caliri. Media hora después el piso se abrió y los techos de las viviendas de Juan Limachi y Félix Limachi se desplomaron.

A las 23.00 llamaron a Emergencias de la Alcaldía de La Paz, cuyos técnicos ordenaron la evacuación inmediata de los 13 habitantes de tres construcciones asentadas, según el subalcalde del Macrodistrito Sur, Óscar Sogliano, en un área forestal.  Los damnificados fueron acogidos por sus familiares, pero Soto continuaba ayer por la mañana en su casa, que tiene severos daños.

En el sector se efectuará un trabajo de estabilización durante dos semanas, por ello la Dirección Municipal de Gestión Social y Desarrollo Económico estudia dónde serán alojadas él y otras tres personas.   Once perros que pertenecían a un solo dueño fueron rescatados por la comuna y serán dados en adopción.

Origen. El deslizamiento fue provocado por una excavación ilegal en la parte inferior de las primeras dos construcciones afectadas.  Ese trabajo provocó la caída de un volumen aproximado de 25.000 metros cúbicos de tierra del cerro que se encuentra al final de la calle 5 de Caliri, explicó Vladimir Toro, responsable de la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos (SEMGIR).

David Mollinedo, director de Atención de Emergencias, reveló que quien hizo el movimiento de tierra ya había sido notificado. “Primero, hemos verificado y está es un área forestal. La excavación era ilegal y el dueño tiene notificaciones y un proceso técnico administrativo”.

El inmueble del propietario aludido estaba cerrado ayer.  Más temprano, el alcalde de La Paz, Luis Revilla, dijo en el sector que las construcciones afectadas “no tienen autorización y (tampoco) el movimiento de tierra que provocó el deslizamiento”. 

Para las 10.00, el movimiento de tierra había cesado en el lugar y el equipo técnico de la SEMGIR se disponía a demoler las tres construcciones. Solo así se iba a eliminar la sobrecarga sobre el suelo y a estabilizarán el terreno, explicaron.

PELIGROSO. Caliri o K’aliri en aymara significa el lugar donde la piedra crece. Es un área forestal donde además de las tres casas dañadas y la construcción de la cuarta habían sido vendidos dos lotes más.  Un pequeño río cruza la franja afectada por el deslizamiento. El afluente llega con aguas servidas desde Villa Armonía que habrían humedecido el terreno.

Miriam Morales, vecina de Juan Limachi, contó ayer que en los 30 años que ella dice vivir en Caliri, nunca había pasado algo similar. “Hace tres meses subió una retroexcavadora y sacó tierra, quizás eso ha debilitado la zona”, puntualizó.  Valeria Soto, hija de Bernardino Soto, cuya vivienda fue dañada por el deslizamiento, relató que en el inmueble de su padre vivían también otras tres personas. 

Además de los tres inmuebles evacuados, también se cayó el muro de la vivienda de María del Carmen Calderón, ubicado en la parte inferior de la pendiente. El predio de Sonia Pinedo se partió en dos debido a la aparición de una profunda grieta. Ella reveló que donde estaban las casas de Juan y Víctor Limachi (no son familiares) se tenía previsto que se construya una plazuela para el vecindario.