Vecinos de la zona Alto de la Alianza identifican a la inseguridad ciudadana como el principal problema de este barrio. Los dirigentes indicaron que las principales amenazas son un lote baldío frecuentado por delincuentes y la proliferación de lugares de expendio de bebidas alcohólicas.
Un lote de 6.000 metros cuadrados, cedido por la junta vecinal a la Universidad Pública de El Alto (UPEA) en 2010 para la construcción de predios, se encuentra vacío. Tiene altos promontorios de tierra. De acuerdo con los vecinos entrevistados, en este espacio se produjeron violaciones y asaltos, e inclusive se hallaron cadáveres de personas asesinadas. Además fue convertido en un basural.
“Lamentablemente la UPEA no ha podido construir nada porque de repente aparecieron como cuatro dueños que están disputando el derecho propietario por la vía legal”, explicó el vicepresidente de la junta de vecinos de esta zona alteña, Víctor Huanca.
Accidentes. La casa de estudios planificó construir un edificio para que funcionen cuatro carreras de la Facultad de Ingeniería, y a pesar de la predisposición el proceso legal impide que se pueda consolidar este proyecto. En agosto de 2013, los vecinos de Alto de la Alianza marcharon hacia la comuna de El Alto para exigir el cerco de este terreno, que se halla sobre la avenida Julio César Valdez y una parte del enmallado del aeropuerto.
Con relación a la inseguridad ciudadana, los habitantes de la zona se quejaron por la proliferación de licorerías y tiendas en las que se expende bebidas alcohólicas a lo largo de la avenida principal. En el sector hay al menos 18 licorerías que atienden incluso durante el día y de manera clandestina, cuando la norma municipal prohíbe la venta de estos productos antes de las 19.00. La Razón indagó con transeúntes si conocían dónde se podía comprar algún tipo de bebida, quienes dieron referencias exactas, detallando el color de puertas y fachadas. Los vecinos denunciaron que se podía tocar el timbre de estos negocios para acceder a atención, aunque sus puertas se encuentren cerradas.
La avenida Valdez es la más importante de la zona, tiene un largo aproximado de 3 kilómetros y une a los barrios del Distrito 3 con el centro de El Alto y la Ceja. Habitantes de este barrio relataron que se registraron varios accidentes por las vulneraciones a las reglas de tránsito, principalmente atropellos. “Los minibuses y micros están compitiendo desde las 07.00, el problema es que a esa hora hay muchos niños y niñas que van al colegio”, dijo Domitila Chura.
El barrio que fue fundado el 26 de mayo de 1969, con personería jurídica 290/96, cuenta con una plaza principal y un parque que está justo al frente del colegio Alto de la Alianza. Sin embargo, este espacio de esparcimiento está sumamente deteriorado y los pequeños no tienen dónde jugar de forma segura. Asimismo, padres de familia manifestaron su preocupación por la presencia de pandillas y grupos de jóvenes que se dedican a consumir bebidas alcohólicas en este lugar.
El vicepresidente de la zona pidió a las autoridades municipales y policiales que atiendan las demandas de los pobladores. Exigió la presencia del subalcalde del Distrito 3, Félix Copa, para que vea de cerca las necesidades inmediatas de los habitantes del barrio y que se pueda retomar varias obras de enlosetado que quedaron relegadas durante la anterior gestión edil.
Demandas vecinales
Inseguro
El terreno baldío debía ser para predios universitarios de la UPEA, pero el proyecto no se consolidó.
Avenida
En la principal avenida de la zona, Julio Valdez, se registraron casos de atropellamiento a peatones.