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Hogar para discapacitados pide colaboración para evitar el cierre

Haciendo “malabares” para que el dinero alcance y con la esperanza de que habrá una salida a la crisis económica es como vive el personal del hogar Teresa de los Andes, en Cotoca (Santa Cruz), que pidió colaboración para cubrir una deuda de Bs 829.000.

El centro atiende a 119 personas, entre cuatro y 50 años, con problemas de parálisis cerebral, dificultades mentales y físicas. Solo 35 cuentan con familiares, el resto fue abandonado y habitan en el lugar. La mayor preocupación del hogar es cubrir la alimentación, la atención médica de los pacientes y los salarios del personal.

Según los administrativos de Teresa de los Andes, de manera mensual requieren al menos Bs 368.000 para cubrir las necesidades y el pago de sueldos a cerca de 104 funcionarios. Pero los ingresos propios solo llegan hasta los Bs 222.000, dejando un déficit de Bs 146.000. Prevén que la situación empeorará con el doble aguinaldo.

“Cuidar a un paciente cuesta en promedio 5.000 bolivianos al mes y los aportes que entregan los padres de familia no llegan ni a los 2.000 bolivianos de manera mensual”, explicó el director del centro, hermano Fausto Salamanca.

Ante la crisis, el director decidió cerrar el hogar y dio un primer plazo hasta el 15 de septiembre para que los familiares lleven a los pacientes a otro sitio. Sin embargo, la medida fue suspendida temporalmente porque realizan un último intento de recaudar fondos. Salamanca viene tocando varias puertas en busca de apoyo financiero para seguir funcionando. Explicó que el hogar está quebrado por una deuda y que actualmente se toman medidas para intentar acortar el déficit mensual.

Solidaridad. “Estamos luchando para no cerrar porque los pacientes que atendemos provienen de familias de escasos recursos y otros fueron abandonados, no tienen casa. A más de una veintena de funcionarios se les entregó un preaviso de retiro porque no contamos con dinero para cubrir la planilla del personal”, dijo.

Las donaciones se redujeron en 50%, hecho que empeoró la situación para la sostenibilidad. Del total de empleados, menos de 12 cuentan con ítems pagados por la Gobernación cruceña, el resto es cubierto con fondos propios.

El director resaltó que la atención es mayor porque muchos pacientes tienen los huesos débiles y requieren ayuda para levantarse y comer, a otros se les debe hacer suturas en la cabeza por las convulsiones que padecen, entre otros.

Al respecto, el director del Servicio de Política Social de la Gobernación de Santa Cruz, Duberty Soleto, señaló que no dejarán que el hogar se cierre, por lo que adelantó que verán la forma de ayudar con contratos eventuales para la demanda de personal. Salamanca indicó que se requiere al menos 30 nuevos ítems de la Gobernación para cubrir las necesidades de los pacientes.

Jessica Vallejos, madre de familia, pidió a las autoridades locales y nacionales colaborar con el hogar para evitar su cierre. “Somos personas pobres, si esto se cierra no tendremos a dónde llevar a nuestros hijos y hermanos”. El religioso manifestó que aún no reciben respuestas. “Hemos hablado hasta con el vicepresidente Álvaro García, ministros y gente de la Gobernación, pero hasta ahora nadie responde”.

Cruzada para los fondos

Privados

Empresas del sector privado son las únicas que responden a la convocatoria realizada por el hogar.

Esperanza

Los religiosos que administran el centro tienen “fe y esperanza” en la solidaridad de las personas.

Servicio

Teresa de los Andes cumplió 26 años.