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Familias despiden a las almas en calles y plazas de La Paz y El Alto

Como en los cementerios ediles falta espacio y hay restricción para comer y beber, familias de La Paz y El Alto optan por lugares alternativos como calles, plazas y parques para celebrar la ceremonia del despacho de las almas de sus difuntos, en el cierre de la fiesta de Todos Santos.

Las almas son recibidas al mediodía del 1 de noviembre y, en la siguiente jornada, se les hace la despedida y se recorren los camposantos. Por ejemplo, ayer el Cementerio General de La Paz recibió al menos a 30.000 visitantes, pero hubo quienes decidieron buscar otros sitios para cumplir con la tradición de las mesas y los rezos.

Los familiares de María Alejo de Calderón optaron por despachar el alma de esta difunta en el parque de la zona paceña La Portada. Los troncos de dos árboles sirvieron de base para la mesa, allí colgaron la foto, los panes y las frutas. “Venimos aquí para compartir con la familia porque no hay espacio en el Cementerio General”, justificó Pánfilo Calderón, esposo de la difunta. Cada familia que ingresó al parque para armar sus mesas pagó Bs 20.

En otro sector, en la calle Segundo Bascones del barrio Alto Tejar, los vecinos y forasteros armaron las mesas en plena vía, con cañas de azúcar. Mientras unos colocaban sus panes y frutas a los pies de las fotografías del fallecido, otros acomodaban las sillas para la hora de comer y beber.

Según Ninoska Durán, habitante del lugar, esto no es nuevo. Hace ya una década que esta vía es usada para tal fin en estas fechas, y cada año crece la demanda. “Vienen desde Río Abajo y también de las provincias”. En el parque de Pura Pura, en la zona Munaypata, la gente igual instaló altares para honrar a sus difuntos.

En El Alto, la plaza Germán Busch, de Alto Lima, acogió a más de un centenar de familiares para que despachen a las almas de sus muertos. Casi todos llegaron en vehículos y armaron carpas para protegerse de una lluvia que parecía probable.

Nilo Soria instaló al lado de la mesa en la plaza Busch una tarima para la orquesta que iba a acompañarle en la ceremonia de despedida de su hermana fallecida.

Los que pasaban por allí mostraban asombro al ver el escenario y los tres platos para los riziris (personas que rezan): lechón, fricasé y ají de arvejas.

Todos Santos se vivió en el país. En Oruro se armaron las mesas en la plaza del cementerio Ángel Mendizábal y la calle Catacora, donde los riziris recibieron t’antawawas, frutas secas, cerveza y vino a cambio de sus oraciones. En Cochabamba, las almas fueron despedidas con coplas.

Familiares confían en sus deudos

Pedidos

Trabajo, salud y protección fueron los deseos de familiares durante la despedida de sus difuntos.

Visitas

El Cementerio General recibió al menos a 60.000 visitantes entre el domingo y el lunes, por Todos Santos.