Hay 11 sumideros tapados de 17 instalados en la zona de El Prado
Prevención. La Alcaldía de La Paz apunta a limpiar los 15.400 desagües de la ciudad
Cajas de preservativos, bolsas de plástico, tierra y hasta pedazos de ropa taparon 11 de 17 sumideros instalados en la avenida Mariscal Santa Cruz hasta El Prado, constató ayer La Razón. La Alcaldía de La Paz anuncia su limpieza para el fin de semana.
“Siempre se tapa, porque se carga de mucha basura”, comenta Felipe Canaviri, un gremialista de la avenida Mariscal Santa Cruz, al mostrar un desagüe que queda en la puerta del Batallón de Tránsito. En La Paz hay cerca de 15.400 sumideros, según el secretario municipal de Infraestructura Pública, Rodrigo Soliz, y la limpieza de todos comenzó en octubre.
“Así limpiemos 1.000 por mes, no alcanzaríamos, por eso estamos pidiendo a las subalcaldías que nos ayuden exhortando a las construcciones a que no echen escombros en la calle, que pueden ser arrastrados por la lluvia, tapando los desagües”, precisó.
Ante la inminencia de la época de lluvias, los escurrideros deben estar limpios para que no generen anegamientos en la ciudad de La Paz, como ocurrió en el desastre del 19 febrero de 2002, que causó la muerte de 74 personas.
RECORRIDO. Este medio verificó ayer la condición de los 17 sumideros ubicados desde la avenida Santa Cruz hasta el final El Prado. En el carril de bajada hay 11 y siete de ellos están tapados. “Aquí botan hasta ropa, por eso siempre se tapa este sumidero”, refiere María Colque, otra comerciante, al mostrar uno de ellos situado en la puerta del Palacio de Comunicaciones. Luis Santander, jefe de la Unidad de Mantenimiento de la Alcaldía, confirmó la situación de los desaguaderos. “Por la zona de El Prado, los sumideros se tapan porque los indigentes botan sus ropas, que con la lluvia son arrastradas hasta obstruirlos”, explica.
Más abajo, a metros de la fuente de El Prado, un sumidero está tapado con aguas negras y basura. En el carril de subida hasta la avenida Mariscal Santa Cruz, hay seis: cuatro están cubiertos y dos se encuentran limpios. En la esquina de la calle Campero, uno de estos desagües tiene tierra; y otro, piedras. En el Obelisco, un sumidero pequeño se convirtió en basurero, donde ayer estaba una caja de preservativos y bolsas de plástico.
Santander anunció que este fin de semana limpiarán los 17 sumideros de la avenida Mariscal Santa Cruz hasta El Prado, en sus carriles de ida y vuelta, además de otros sectores. “Por el alto tráfico que existe en el centro, no podemos hacer la intervención en la semana, tenemos una programación y estaremos el fin de semana”, afirmó el funcionario edil.
La Unidad de Mantenimiento interviene los lunes en los desagües del Macrodistrito de Cotahuma, los martes se dirige a Max Paredes, los miércoles está en San Antonio, los jueves limpia en el Macrodistrito Periférica, los viernes se dirige a la zona Sur y este fin de semana estará en el Centro. Empero, la red 114 de emergencias de la Alcaldía está atenta las 24 horas para que en caso de emergencia puedan limpiar también los sumideros.
Tres áreas comerciales son las que preocupan
Cada semana, la Alcaldía limpia los sumideros del mercado Rodríguez que se llenan de basura. Junto a las avenidas Tumusla y Buenos Aires, son los sectores que más preocupan por el vertido de desechos que tapan escurrideros.
“Cerca del mercado Rodríguez limpiamos prácticamente cada semana los sumideros”, afirma resignado el secretario municipal de Infraestructura Pública, Rodrigo Soliz, sin precisar cuántos existen por el lugar. En La Paz hay 15.400.
Luis Santander, jefe de la Unidad de Mantenimiento, confirma que el mercado y las avenidas Buenos Aires y Tumusla son los más problemáticos. “Son sectores comerciales y donde los sumideros deben ser limpiados periódicamente”, precisa.
Si eso pasa con las zonas comerciales, la Alcaldía presta también mayor atención a las laderas y a la zona Sur, donde los desaguaderos se tapan. “Ahí tenemos más escurrimientos de materiales de arrastre que tapan nuestros sumideros”, refiere. Si estas torrenteras se tapan, el agua que baja, inunda las construcciones y remoja paredes que pueden debilitar los cimientos de viviendas.