Icono del sitio La Razón

Vecinos usan puente colgante aún no inaugurado y se ponen en riesgo

Hay niños que resbalan o madres que quedan atrapadas entre las cadenas de los tirantes del puente colgante de Pajchani que es usado por los vecinos, aunque todavía no fue inaugurado por la Alcaldía de La Paz ya que le faltan las gradas de acceso.

La Empresa Municipal de Áreas Verdes (Emaverde) concluyó en octubre este paso peatonal, de 50 metros de longitud por dos de ancho, que une a los barrios de Central Bajo Tacagua y Pajchani del municipio de La Paz.

En el lado que se encuentra el primer vecindario se colocó alambre de púas para evitar que la población use la plataforma, que fue roto y ahora está tirado.

“Así está porque la gente quiere utilizar el puente, pero con ese riesgo de resbalarse al venir desde Pajchani”, señaló un vecino, quien pidió no ser identificado. “Cada día, los niños se resbalan y las señoras de pollera quedan atrapadas al subir por ese encadenado”, informó a este diario el vecino Pascual Foronda.

Moradores de ambas zonas se arriesgan a utilizar este paso peatonal para evitar dar una vuelta a la manzana y ahorrar tiempo, pese al riesgo que implica. “Es algo peligroso pasar por aquí cuando llueve porque uno puede resbalarse al río”, declaró Félix Aruquipa, un joven que todos los días usa este puente colgante.

Causas. A unos 40 metros debajo de la plataforma se halla el río que le da el nombre a Pajchani. A un costado de este curso de agua hay una cancha de fútbol de salón, un pequeño parque para los niños y un centro cultural, pero para llegar al lugar hay que pasar por el armazón. La Razón se comunicó con el subalcalde de Cotahuma, Freddy Mercado. “Pronto se construirán las graderías”, dijo de manera escueta esa autoridad.

“Estamos previendo eso, estoy justamente en una reunión para ese tema”, agregó.  Según Foronda, los recursos de 2015 de esta subalcaldía macrodistrital no habrían alcanzado para construir los accesos.

Consultado sobre si podría pedir que los fondos del Plan Operativo Anual de ambos barrios (POA vecinal) sean utilizados con este fin, el Subalcalde respondió: “Vamos a ver aquello o si ponemos otros recursos”.  “Pronto —añadió la autoridad edil— le daremos una solución”.

Emaverde, una empresa descentralizada del Gobierno Municipal de La Paz, edificó este paso colgante. En la obra invirtió         Bs 280.000 y según informaron allí, la construcción de los accesos no es su responsabilidad. Esa empresa construyó el paso aéreo en seis meses. La estructura es capaz de resistir el paso de 15 personas al mismo tiempo.

Tiene dos torres a los extremos con techos de plastimadera, donde los peatones pueden refugiarse de la lluvia, y su plataforma es de tablones de madera y cadenas de acero. A ambos costados hay dos carteles que informan sobre la capacidad de la plataforma, pensada sobre todo para los escolares.

Al frente —donde se halla Pajchani, cuyos vecinos salvan la red de cadenas para utilizarlo y llegar más rápido hasta Central Bajo Tacagua— los pobladores deben lidiar todas las noches con alcohólicos e indigentes que se apostan debajo e incluso sobre la misma plataforma y piden dinero a los transeúntes.

“El puente nos servirá mucho, pero sin gradas para subir es lo mismo que dar toda una vuelta a la manzana”, reclamó Foronda.  Además de Pajchani, La Paz tiene puentes colgantes en los Guindales, Cota Cota y Pura Pura.