El Cardenal deja de comer y su salud empeora
Crisis. Julio Terrazas se resiste a ser internado otra vez en un hospital
Julio Terrazas, el único cardenal boliviano, ya no ingiere alimentos desde hace varias semanas, delira y solo manifiesta que desea descansar, según el informe de su médico de cabecera, Herland Vaca Díez. El galeno aseguró que se analizaron todas las posibilidades médicas para su recuperación, pero ninguna dio resultado para estabilizar la salud del religioso. “Él no ha estado comiendo porque ha perdido el apetito, solo quiere descansar y por momentos se pone a hablar solo. Está muy delicado de salud”.
Explicó que en los últimos tres días el religioso no se levanta y presenta una tos productiva (con secreción), además de debilitamiento en su organismo a causa de la falta de alimentación, una situación que preocupa a sus médicos y su entorno.
“Estamos en permanente contacto con las enfermeras y los médicos que lo asisten en caso de que hayan cambios en la salud del Cardenal. Esperemos que se mantenga o mejore un poquito en las próximas horas”, expresó Vaca Díez.
Terrazas tiene 79 años y el 29 de julio cumplió 53 años de vida sacerdotal. Nació en Vallegrande (Santa Cruz), donde se recibió como sacerdote en 1962, tras cursar estudios de Filosofía y Teología en el Instituto San Alfonso de los Redentoristas, en Argentina. En febrero de 2001 fue proclamado cardenal, convirtiéndose en el primer boliviano en acceder a este alto rango dentro de la Iglesia Católica.
Actualmente, Terrazas es asistido por un médico y una enfermera en su residencia, ubicada en el segundo anillo lado norte de la ciudad de Santa Cruz, debido a que se resiste a ser internado en un centro asistencial, como en otras oportunidades.
Diagnóstico. En julio, durante la visita del papa Francisco, el religioso permaneció hospitalizado en la clínica Incor. El Santo Padre se trasladó el 9 de julio hasta el nosocomio. Un día después se lo vio recuperado en la despedida del Pontífice, en el aeropuerto de Viru Viru (Santa Cruz).
No obstante, en octubre sufrió una nueva recaída y desde entonces es alimentado por sondas, pero su estado de nutrición no muestra mejoras. “La Iglesia y el equipo médico están de acuerdo en que el Cardenal no se interne y sea asistido en su morada”, señalo su médico de cabecera, a tiempo de lamentar el deterioro de su salud.
Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz, expresó ayer su preocupación y pidió a la población orar por la salud del cardenal Terrazas. “Dios quiera que nos realice ese regalo de mostrarnos una mejoría, aunque sabemos que está muy delicado (…) Es un hombre de Dios que ha gastado la vida por Dios, su Iglesia y por todo el pueblo”.