Del lago Poopó solo quedan tres humedales de menos de 1 km2
Recursos. El Gobierno destinará Bs 897 millones para un plan de salvataje
Solo tres humedales, de menos de un kilómetro cuadrado cada uno, es lo que queda de lo que fue el segundo lago más grande de Bolivia: el Poopó, ubicado en el departamento de Oruro, así lo confirmó ayer La Razón en un segundo recorrido, pero esta vez por todo el entorno de la cuenca.
Lo que antes era un gran espejo de agua ahora se ha convertido en una zona seca de arena blanca. A cinco kilómetros desde la orilla hasta el interior de lo que fue el lago, en el municipio de Orinoca, hay nidos de aves. Los comunarios de la zona aseguran que es un “mal presagio” para salvar el lago.
“Las aves construyen sus nidos en lugares donde saben que no habrá peligro de lluvia para cuidar a sus pichones. Es decir que no habrá agua ni lluvia en el Poopó”, afirmó Víctor Machaca, comunario.
Este medio publicó el 8 de diciembre que las aguas del lago desaparecen y que los pobladores piden ayuda. En un segundo recorrido por la cuenca del Poopó, por todo el entorno del lago, se evidenció que algunas poblaciones son ahora pueblos fantasmas. Pero algunos habitantes permanecen en sus viviendas por “amor a la tierra” o porque no tienen a dónde ir.
“Antes esto estaba lleno de pasto y agua. El canto de gaviotas y pájaros era fuerte porque el lago era su hogar, pero ahora no hay nada, ni agua ni animales, todos se han ido, hasta la gente está dejando sus casas”, expresó con lamento Juana Collpa, de la comunidad Kusun Vinto (municipio de Quillacas), quien se quedó en el lugar junto a sus padres y tres hermanos.
En este sector está lo que queda del lago Poopó: tres pequeños humedales (determinado espacio con poca agua o ligeramente impregnado del líquido); uno de ellos, a unos 2 km de Quillacas, mide aproximadamente 500 m2, confirmaron los comunarios. La tierra quebrada y frágil para soportar el peso de una persona demuestra que en el lugar el agua se evaporó hace poco. Ahí, dos pares de flamencos y gaviotas trataban de protegerse del ventarrón de arena entre las escasas totoras.
A unos 3 km hacia el interior de la orilla, desde el primer humedal, se divisó a los otros dos; ambos con un tamaño menor a 1 km2, pero con más agua que el primero. Los más de 84 km de largo por 55 de ancho del Poopó, que lo convirtieron un día en el segundo lago más grande del país (después del Titicaca), quedaron reducidos a tierra blanca salina.
El gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, realizó ayer por casi una hora un sobrevuelo por la zona y verificó que lo que queda del lago es casi nada. Evidenció que en el sector de Llapallapani, al sudeste (Quillacas), el caudal de agua se redujo a charcos.
“Más allá de lamentar, hay que construir soluciones. Vamos a reunirnos con pesqueros, la Universidad Técnica de Oruro, municipios y el Ministerio de Medio Ambiente”, dijo tras asegurar que se invirtió unos Bs 100 millones para el dragado del río Desaguadero y equipos para salvar el lago. Carlos Ortuño, viceministro de Recursos Hídricos y Riego, informó que el Gobierno destinará Bs 897 millones para ejecutar en cinco años el Plan Director de la Cuenca Poopó, para preservar y salvar ese recurso hídrico.
Información del lago
Dimensión
El Poopó tenía una dimensión de 84 km de largo por 55 km de ancho y un área de 2.337 km2; era el segundo lago más grande del país. Se alimentaba principalmente de las aguas del Titicaca, a través del río Desaguadero.