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El lago Poopó será una zona de desastre para plan de mitigación

La Gobernación y asambleístas de Oruro redactan el documento para declarar “zona de desastre natural” al lago Poopó, con el objetivo de canalizar ayuda económica y así salvar el recurso hídrico, a las familias afectadas y la biodiversidad de la región. “Hemos verificado que el lago se redujo a su mínima expresión, por eso se acordó trabajar de manera conjunta entre todas las autoridades y la población afectada. Hemos resuelto declarar como zona de desastre al lago Poopó”, informó ayer a La Razón el gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez.

La autoridad sobrevoló el martes la cuenca del Poopó y constató que el lago está a poco de secarse totalmente. Con esa información se reunió ayer con autoridades del Gobierno para solicitar apoyo y anunciarles que se declarará zona de desastre al área.

Este medio publicó ayer que solo tres humedales quedan de lo que fue el segundo lago más grande de Bolivia: el Poopó, ubicado en Oruro. Uno de ellos está a unos 2 km de Quillacas y mide aproximadamente 500 m2. A unos 3 km hacia el interior de la orilla, desde el primer humedal, se divisó los otros dos; ambos con un tamaño menor a 1 km2, pero con más agua que el primero. El Poopó tenía una dimensión de 84 km de largo por 55 km de ancho y un área de 2.337 km2. Se alimentaba principalmente de las aguas del Titicaca, a través del caudal del río Desaguadero.

Norma. El secretario de la Asamblea Departamental de Oruro, Andrés Choque, indicó que un grupo de sus colegas también se trasladó al lago para verificar la magnitud del desastre. Luego de ese viaje se decidió elaborar la norma que hará la declaratoria. El documento es redactado por técnicos especialistas de la Gobernación y ONG entendidas en temas de medio ambiente.

“Estamos trabajando en el contenido del texto; a más tardar el viernes tendremos la ley aprobada y el Gobernador la promulgará de manera inmediata. La ley permitirá conseguir recursos económicos para apoyar a las familias afectadas por la sequía del lago Poopó”, señaló Choque.

Carlos Ortuño, viceministro de Recursos Hídricos y Riego, informó el martes que el Gobierno destinará Bs 897 millones para ejecutar en cinco años el Plan Director de la Cuenca Poopó, cuyo objetivo principal será preservar y salvar ese recurso hídrico.

Choque recordó que en diciembre de 2014 se emitió una primera ley que declaró “desastre” al lago, ante la muerte masiva de peces. La norma especifica que la Gobernación debía ejecutar proyectos para la atención de emergencia. “La Gobernación debe realizar las gestiones necesarias ante el Gobierno central y la cooperación internacional, a objeto de canalizar recursos económicos para la prevención de futuros desastres”, señala el documento.

El asambleísta sostuvo que la preocupación por la desaparición del lago no solo debe ser departamental o nacional, sino mundial, porque el Poopó, por su diversidad de fauna y flora, está catalogado desde 2002 como un sito Ramsar, que son ecosistemas de importancia internacional, donde el agua es el principal factor que controla el ambiente, así como la vegetación y la fauna asociada.

“Debemos velar por la variedad de especies que hay en los alrededores del lago y las que habían antes de secarse. Tenemos la posibilidad de rehabilitarla con proyectos, que si bien no serán inmediatos, en un tiempo no muy largo el Poopó podría volver a la vida con toda su diversidad natural”, resaltó Choque.

Ambientalistas de Oruro aseguraron que la biodiversidad que existía en la zona ya no podrá recuperarse porque la contaminación ambiental dificulta que las especies se vuelvan a reproducir. “Con la desaparición del lago se están perdiendo especies que son únicas en el lugar como tres tipos de flamencos, creo que solo una se quedó en la zona, al igual que otra variedad de aves y peces”, indicó Norma Mollo, investigadora de Lidema-Oruro.

Bolivia es parte del Convenio Ramsar desde 1990 y en la actualidad tiene 11 sitios declarados, entre ellos los lagos Poopó, Uru Uru y Titicaca, los Lípez, (Potosí), laguna Concepción, Palmar de las Islas, Bañados de Izozog (Santa Cruz) y los ríos Yata y Matos (Beni).

Opiniones de gente que vive en la cuenca

‘Mi papá iba a pescar’: Maribel Aquice, pastora de Pampa Aullagas

“El lago está algo lejos de mi comunidad, pero mi papá iba a pescar y nos traía pejerrey, y era una fiesta para nosotros comer pescado, pero desde hace dos años no hay nada”.

‘El pescado era el sustento’: Rosa Machaca, vendedora de choclo

“Antes el pescado se sacaba por montones del lago y lo vendía frito a los turistas, pero hace cinco años no hay nada. Ahora vendo choclo y no hay ganancia, no hay ingresos”.

‘El agua me llegaba a la nariz’: Juana Peñafiel, comerciante en Pazña

“Desde niña hasta adolescente jugaba en las rieles del tren porque era el único lugar para caminar, llegaba nadando porque la altura del agua me llegaba hasta la nariz”.

‘Mi esposo se fue a Oruro’: Juana Choque, vendedora de Quillacas

“Antes vendía pescado frito, buen negocio era porque mi esposo era pescador, pero ya no hay nada y solo vendo chicharrón de llama. Mi esposo se fue a trabajar a Oruro”.

‘Quiero salvar el lago’: Andrés Choque, asambleísta departamental

“Soy de Untavi y hace cinco años era pescador, igual que mis antepasados; pero ahora la maravilla de mi región se está secando y quiero salvar el lago desde la asamblea”.

‘La gente se está yendo’: Ana Troche, vecina de Quillacas

“Desde hace cuatro años la gente se está yendo a otros lugares por lo del lago, que está totalmente seco y no se saca nada. Cada vez son más los que se van, yo también me iré”.