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Ropa, comida y salud llenan de júbilo a unos 2.000 indigentes

La solidaridad de El Buen Samaritano llegó a al menos 2.000 indigentes con la entrega de un plato de comida, ropa y zapatos, un corte de cabello, una ducha, atención médica y ayuda espiritual. El objetivo de esta campaña es rehabilitar a esta población y reinsertarla en la sociedad.

“Hace un año que no comía tan rico; con mis limosnas solo alcanza para comprarme un ají de fideo”, dijo Félix, mientras se llevaba a la boca la papa y la carne del caldo de cardán, ayudado por sus dedos, pues por su ceguera apenas ve la sombra de la gente.

Este hombre de 58 años se mostró contento al enseñar sus nuevos zapatos, un pantalón y una chamarra. Al igual que Félix, quien hizo de las calles su hogar, las personas recibieron ayer en la avenida Montes, de La Paz, el alimento preparado por miembros de El Buen Samaritano, de la congregación cristiana Monte de Oración.

El proyecto comenzó hace 13 años con la ayuda a 300 indigentes, pero este año se superó “con creces” la cifra, dijo Henry Alarcón, director de la campaña. “El primer año recogimos en las camionetas a 300 personas, pero ahora atendemos a cientos que hacen filas. Ellos saben que este día recibirán un cambio de ropa, una palabra de fortaleza y comida”.

Félix es un asiduo asistente a esta actividad, pero hay otros que llegaron por primera vez, como Agustín, de 45 años; 30 de ellos son bebedores consuetudinarios. “El alcohol atrae, cuando bebo lo hago por tres días y la comida ya no es la misma”.

Agustín no recordó cómo empezó su vicio por la bebida, mientras que Wendy, otra indigente, dijo que la decepción amorosa que sufrió con el padre de su hija la llevó al alcoholismo. A ella le gustó el peinado que le hicieron las peluqueras. Wendy confesó que su mayor deseo es salir del vicio para dedicarse a su hija, al igual que Paola, una joven madre y huérfana, quien vive en las calles.

Cambio. Unos 20 voluntarios seleccionaron la ropa adecuada para cada uno. A doña Julia, quien hace cuatro décadas está postrada en una silla de ruedas por una discapacidad, le dieron una pollera y una manta casi nuevas, además de unos zapatos. “Agradezco por esta generosidad”.

Hombres, mujeres y niños en situación de calle madrugaron para ser parte de la solidaridad de este grupo de cristianos. Largas filas se observaron en los predios de Monte de Oración. El corte de cabello lo realizaron los peluqueros de la Fundación Infocal y de El Tajadorcito, de la Alcaldía de La Paz. Los jóvenes pidieron un corte igual al de Messi o Ronaldo; las mujeres, el estilo degrafilado o despunte, indicó Luis Quintana, responsable de El Tajadorcito.

La coordinadora del Buen Samaritano, Carmen Martínez, señaló que el objetivo es identificar a los que desean salir del alcoholismo para brindarles ayuda y buscarles un trabajo. Hasta las 17.00 de ayer, la atención alcanzó a unas 2.000 personas, entre hombres, mujeres y niños, informó la responsable de la campaña, Elizabeth Pérez. “Las duchas están llenas y aún hay gente esperando, así que esperamos llegar a más”.

Servicio de traslado

Atención

Este año se usaron cuatro camionetas para trasladar a los indigentes que viven en las laderas.

Recolección

La campaña de recolección de ropa y zapatos para la campaña del Buen Samaritano fue de tres meses.