Karaokes familiares y juveniles son una alternativa en El Alto
Diversión. Los propietarios decidieron vender solo comida y bebidas sin alcohol
En El Alto existe una alternativa de diversión sana para los jóvenes y la familia, son los karaokes donde se puede ir a cantar sin consumir bebidas alcohólicas y en vez de ello se ofrecen refrescos, mates, licuados o alguna comida rápida.
Hay al menos cinco de estos negocios en el sector de la Ceja. Cuentan incluso con espacios “privados” para aquellos clientes que no quieren que el resto los oiga cantar o porque prefieren una reunión solo entre amigos.
El karaoke es un invento japonés que se popularizó en la década de los 90 y consiste en cantar con el apoyo de una pista musical, ausente de voz, y con la letra de las canciones.
privados. Pero los “privados” como les llaman no son totalmente cerrados, tienen ventanas para que no exista la posibilidad de que el espacio se desvirtúe.
“Las cosas claras, lo que queremos es que se diviertan de forma sana y no conviertan el lugar en bar, en alojamiento, sino que compartan y se vayan a sus casas sin problemas”, explicó una de las administradoras que se identificó como Lorena.
El secretario municipal de Seguridad Ciudadana, Dorian Ulloa, destacó estos emprendimientos como una alternativa para evitar actos de delincuencia. El funcionario recordó que de 10 casos registrados de asaltos, peleas y muertes, entre otros delitos, al menos nueve están relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas entre amigos y familia.
“Son lugares interesantes que los hallamos cuando hicimos varios operativos, pero son como lunares y deberían expandirse”, acotó.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Félix Rocha, también ponderó estos espacios. “Esperamos que hayan más de estos sitios, que estas ideas se copien en toda la ciudad y el país”.
Los locales en los que se instalaron los karaokes son casas adaptadas o que antes eran locales alquilados para restaurantes, bares, entre otros negocios. Están ubicados entre la calle dos y la avenida Jorge Carrasco y la plaza Juana Azurduy, de Villa Dolores.
Los karaokes están generalmente en un segundo piso, cuentan con mesas distribuidas en todo el salón, para cuatro, seis y ocho personas. En el café karaoke el Che hay sillones para dos personas, donde generalmente se acomodan las parejas que ingresan al lugar. Una vez adentro, los clientes, parejas, grupos de amigos de colegio o universidad e incluso familias buscan una mesa de acuerdo con la cantidad de personas.
Tras ubicarse, una mesera o un mesero les proporciona una cartilla con todos los productos que ofrecen: cafés, sándwiches, gaseosas, hamburguesas, incluso alguna comida preparada con fideo o arroz.
“Para mí es una buena alternativa, puedo venir con mi hija y mis amigas, y disfrutar de momentos agradables”, dijo una joven cliente.
Estos negocios están abiertos aproximadamente desde las 10.00 y cierran a las 21.00.
Detalles para poder cantar
Pedidos
Las personas que quieran interpretar deben buscar el nombre de la canción y el artista, no hay códigos, solo el título del tema, que lo anotan en un papel y lo entregan a la administradora del local.
Prohibido
El ingreso de personas en estado de ebriedad y mascotas está prohibido. Los asistentes pueden denunciar si esto ocurre.
Consumo
Cualquier consumo y tema por interpretar se paga por anticipado, la caja está en el mostrador del lugar.
Los ‘café karaokes’ están en medio de los bares y lenocinios
Los “café karaokes” o “karaokes sin alcohol”, que se instalaron en la Ceja, están en medio de bares, cantinas, discotecas, lenocinios y alojamientos de El Alto. Estos emprendimientos funcionan entre las avenidas Jorge Carrasco y Franco Valle hasta la calle 8 y en la avenida Tiwanaku.
A unos 100 metros a la redonda, cerca de un local denominado Kusillo, en la calle 2 de la zona 12 de Octubre, hay al menos 12 bares, siete discotecas, dos lenocinios y cinco alojamientos.
“Lo incómodo de ir buscando diversión sana es la ubicación, lo demás es ideal para quienes nos gusta este tipo de negocios”, dijo Sofía Núñez, una joven que acude frecuentemente a estos lugares.
El secretario municipal de Seguridad Ciudadana, Dorian Ulloa, explicó que la inexistencia de una base de datos dificulta el control a la proliferación de bares.
“Por eso se creó el Observatorio Municipal, que nos ayudará a la prevención”, indicó Ulloa.
En 2013, la Dirección edil de Recaudaciones emitió la Resolución Técnica Administrativa (RTA) 467/2013, que dispone la clausura definitiva de locales de venta de bebidas alcohólicas, en caso de que éstos incumplan por más de tres veces las disposiciones municipales contenidas en la ordenanza 132/007.
Los estudiantes alteños son clientes frecuentes
El costo por cada canción es de Bs 1 y los precios por los productos no superan los Bs 20
Estudiantes de colegio y universitarios son los principales clientes de estos centros de diversión. Una de las motivaciones son los precios accesibles que se ofertan, que van desde los Bs 3 hasta los Bs 15, dependiendo el producto.
La cantidad de temas a interpretar es ilimitada, pero se paga Bs 1 por cada uno de ellos. “Son precios que los dueños han establecido, deben pagar por la luz, el alquiler del local y su mantenimiento”, aseguró una de las administradoras de un karaoke céntrico en El Alto.
Varias de las personas que trabajan en el lugar se mostraron susceptibles a dar sus verdaderos nombres o brindar declaraciones e insisten en que no conocen directamente a los propietarios, a pesar de ser una actividad lícita y sana.
En el menú, los productos más económicos son las empanadas, café, mates y leche, que cuestan entre Bs 3 y Bs 6.
Entre los más caros están las malteadas, hamburguesas, ensaladas de frutas y la oferta de comida rápida, que oscila entre Bs 9 y Bs 15.
Existen jóvenes que solo van a cantar porque dicen que les gusta, pero no consumen más que una gaseosa o empanada. Los asistentes comentaron que los precios son acordes a su economía y piden que no se modifiquen.