Hay al menos 10 oficios que están camino a desaparecer en El Alto
La modernidad es el principal factor, hay menos obreros operando máquinas que ahora son controladas por computadoras y necesidades inventadas por el hombre
Al menos 10 oficios en El Alto están en proceso de desaparecer por diversas causas y otros cuatro ya dejaron de existir. Un sociólogo y quienes trabajan en estos rubros consideran que las razones son la modernidad, la competencia y el poco requerimiento de la gente.
La Razón hizo un recorrido por siete zonas de la ciudad y un sondeo con 25 personas mayores de 40 años para identificar las faenas que pierden gradualmente su vigencia en El Alto y cuáles son los trabajos que dejaron de ser requeridos por la población.
Los afiladores de cuchillos, adoberos, guardias de seguridad, heladeros, lavanderas, lecheros, libreros, plomeros, relojeros y voceadores son oficios que han perdido la demanda que tenían hace algunos años. La personas que aún se dedican a estos oficios, coinciden en señalar que en los últimos 20 años la demanda por su trabajo ha tenido una baja considerable con la consecuente reducción de ingresos económicos.
Modernidad. El sociólogo, Wilfredo Rivera, considera que esta reducción se da esencialmente debido a los requerimientos de una vida moderna, bajos ingresos, poco requerimiento de la población, competencia y el crecimiento poblacional.
Carlos Mamani relató que trabajó por más de 12 años recorriendo a diario 20 kilómetros, desde su casa ubicada en Senkata hacia otras zonas de El Alto, con el objetivo de afilar cuchillos o tijeras. Este sacrificio, explica, lo hace por su familia.
“Es algo que hago por más de 20 años, pero he visto que la gente poco a poco ha dejado de requerir nuestro servicio porque se venden afiladores de cuchillos o prefieren comprar uno más nuevo”, explicó. El afilador afirma que hay días en que logra mejorar la hoja de 50 cuchillos y en otras jornadas solo llega a dos trabajos, lo que en el primer caso le significa un ingreso de hasta Bs 250 y en el segundo solo Bs 10.
María Choque, lavó ropa por más de 30 años. Explica que muchas veces lo hizo a pesar del clima frío y otras bajo el fuerte sol de la ciudad, en las zonas Villa Adela, 1ro de Mayo, Cosmos 79. Explicó que lo que ganaba sirvió para pagar los estudios de sus tres hijos. Considera que la aparición de máquinas lavadoras redujo la demanda para esta faena. “Hemos visto cómo este tipo de oficios van desapareciendo, tal vez porque dejamos de requerirlos o necesitarlos”, afirmó Roberto Durán, vecino de Ciudad Satélite.
Identifican a cuatro extintos
Ninguno
Según los vecinos de El Alto los oficios que desaparecieron totalmente en la urbe son los chalequeros, que tenían celulares para hacer llamadas, los carteros en bicicletas o motocicletas, revisteros y el aguatero.
Apoyo
Las personas que fueron halladas aún dando vida a un rubro u oficio que tiende a desaparecer pidieron ayuda a las autoridades para seguir y mantener vivo su trabajo, con apoyo económico y equipo.
Sin grupo
Les caracteriza a las personas que están en los oficios por desaparecer, que no pertenecen a ningún sindicato que los represente.
Los artefactos aportaron a esta crisis
El sociólogo, Wilfredo Rivera, explicó que uno de los factores para la desaparición de algunos oficios es la cultura de consumo y la aparición de artefactos que solucionan algunas necesidades como las máquinas de lavado de ropa, cafeteras, hornos de microondas, aspiradoras, entre otros.
“En las fábricas cada vez hay menos operadores, son programas computarizados los que se encargan del funcionamiento de las máquinas y no personas. Las lavanderas fueron sustituidas por los lavarropas, los relojeros arreglaban los relojes a cuerda, ahora hay los electrónicos e incluso ya ni relojes usan al tener celular”, agregó.
Otro de los factores, característicos de la modernidad es el crecimiento poblacional que deriva en que la gente se relacione menos en los espacios públicos. “Por el uso de la tecnología o por seguridad la gente ya no sale, eso provoca que se prescinda de heladeros, revisteros, gente que opera un carrusel, quienes eran parte del entorno”.
Alfonso Cuarite, es vendedor de helado, lo hace algunos días en la Ceja y otras en Ciudad Satélite, 1ro de Mayo, Villa Adela y en la feria de la 16 de Julio. “La gente prefiere comprar los helados de empresas grandes y que se ofrecen en las tiendas con envolturas, no los que se preparan batiendo a mano”, afirmó.
Para los vendedores de libros, la internet es el principal elemento por el que sus ventas bajaron. El acceso a resúmenes de textos, o textos completos hace que mucha gente prefiera “bajar” esos contenidos para leerlos en su celular, tableta o computadora, antes que comprar un libro.