Alcaldía de La Paz gasta Bs 11.500 al mes en reponer señales viales
Según la municipalidad, éstas son robadas, rotas, chocadas, pintadas o dobladas
El vandalismo le pasa factura a la ciudad. El Gobierno Municipal de La Paz eroga cada mes al menos Bs 11.500 para reponer la señalización vertical de tránsito destruida intencionalmente.
“Al mes invertimos como Bs 23.000 en señalizaciones; de ese monto, un 40% o 50%, es decir Bs 11.500, se va a las reposiciones”, informó a La Razón Luis Santander, director de Mantenimiento de la municipalidad.
“Al estar en vía pública, son muy susceptibles a sufrir destrozos, y constantemente hacemos su mantenimiento. Son actos vandálicos que ocurren a cualquier hora, aunque mayormente por las noches”, añadió.
Las señales de tránsito (signos, símbolos, marcas, figuras y palabras) informan con antelación a peatones y conductores de determinadas circunstancias de circulación en las calles.
Su objetivo es prevenir siniestros, dirigir, controlar y restringir el tráfico vehicular o peatonal.
Según el artículo 67 de la Ley Municipal de Transporte y Tránsito Urbano de La Paz, el gobierno local es el encargado de colocar y mantener esta señalización.
Estas señales se dividen en luminosas (semáforos en intersecciones, peatonales y los que tienen flechas de giro), verticales (placas sujetas a postes de metal o madera) y horizontales (rayas pintadas sobre la calzada).
Las verticales se subdividen en tres categorías: preventivas, que son aquellas cuyo fondo es amarillo con figuras negras (por ejemplo, las de precaución en zona escolar, de curva, estrechamiento de vía y otras); reglamentarias, que tienen un círculo y franjas rojas sobre un fondo blanco (como la letra E cruzada con una raya que significa no estacionar); y las informativas, con fondo azul y recuadro blanco (por ejemplo la P, que significa punto de parada, o la cruz roja, de auxilio).
“Es un atentado contra todos, ya que estos destrozos pueden causar accidentes. Hemos notado que vándalos en estado de ebriedad son los que provocan estos daños”, dijo el coronel Fernando Torrico, director de Tránsito de la zona Sur de la ciudad.
DAÑOS. Según el reporte, los tipos de atentado que sufren estas placas son cinco: robo, choque de motorizados, pintarrajeado con aerosol, doblamientos y roturas.
En caso de choque, Tránsito informa a la Alcaldía del daño producido por el conductor, quien debe correr con los gastos de la reposición. Sin embargo, en pocos casos se los identifica, porque por lo general huyen.
“Si no existiera ese daño, todos esos miles de bolivianos los usaríamos en colocar más señalización, especialmente en colegios. Según los estudios y requerimientos de la Unidad de Movilidad y Transporte, la inversión no es fuerte, pero hay como una costumbre de destrozar la propiedad pública, eso nos genera problemas al momento de planificar”, sostuvo la autoridad.
Las áreas donde se reportan más casos son: el centro (El Prado y sus alrededores), Sopocachi (por la plaza Abaroa), el Sur (en la avenida Costanera), y la Periférica, añadió Santander.
La Razón efectuó un recorrido por la urbe el viernes 5 de febrero y pudo identificar siete sectores con señales dañadas.
En la avenida Kantutani, a la altura de uno de los Puentes Trillizos, algo más de una docena de estos avisos han sido pintarrajeados, en el carril de subida y en el de bajada. Algunos llevan el sello de una hoja de marihuana.
ACCIDENTE. Cuando se altera o destruye una señal preventiva “se está cometiendo un delito”, destacó un oficial del Batallón de Tránsito que pidió no ser identificado.
“Esas señales anuncian un peligro hacia adelante y, como fueron destruidas o pintadas, el conductor que va a velocidad puede encontrarse de golpe con una loma o una curva peligrosa y provocar un hecho de tránsito”.
En la calle Sánchez Lima, casi Pedro Salazar (Sopocachi), este diario encontró una placa de “No estacionar” totalmente inutilizada. Estaba doblada y cubierta por carteles publicitarios, por lo que había motorizados parqueados en ese punto prohibido.
En la Pedro Salazar, casi llegando a la plaza Isabel La Católica, hay una placa ilegible que informaba sobre los giros. Lo mismo pasa con el aviso de “Prohibido estacionar” colocado en la calle Panamá, a metros de la plaza Uyuni, o la señal donde se informa del límite máximo de velocidad al ingreso a Los Leones.
Quien escribe esta nota observó similares destrozos en los letreros en el carril de bajada de la avenida 16 de Julio (El Prado) y cerca de la Plaza del Estudiante, al ingreso al Nudo Villazón.
“Están rotos, doblados y cortados, parece que los querían robar. También he visto en Chuquiaguillo y en la final Periférica. La gente es muy dañina. Para evitar accidentes, uno tiene que dominar las rutas porque estas señalizaciones no nos ayudan”, lamentó el chofer David Miranda.
“Más bien que conozco las calles de la ciudad, he visto en la Costanera varios letreros pintarrajeados. Creo que son los conductores que recién están comenzando los que tienen más problemas o dudas y se confunden”, opinó el radiotaxista David Rojas.
Las señales están pintadas en planchas de acero inoxidable, material que es usado para fabricar hornos, muebles y hasta parrillas.
En visitas que hizo Santander a la feria 16 de Julio de El Alto —que se realiza los jueves y domingos— observó que hay placas robadas que son ofrecidas a la venta cerca de “las rieles” y al ingreso de la plaza Ballivián. “Hemos identificado que en esta feria se vende esa señalización”, denunció.
Disposición del código
Prohibido
El Art. 132 del Reglamento de Tránsito señala: “Es prohibido colocar en o sobre las señales de tránsito anuncios comerciales, de publicidad o de cualquier índole; alterar, destruir, deteriorar, mutilar o remover estas señales, quedando los autores obligados a reparar el daño ocasionado (…)”